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Dudamel despide a su maestro Abreu al frente de una orquesta ‘all star’

El director venezolano homenajea a su mentor, fallecido en marzo, con dos conciertos en Chile

David Marcial Pérez
Gustavo Dudamel durante uno de los ensayos en Santiago de Chile
Gustavo Dudamel durante uno de los ensayos en Santiago de ChileGustavo Dudamel Fundation

La última vez que hablaron por teléfono, desde el otro lado de la línea, en Caracas, sonaba de fondo la Cuarta sinfonía de Tchaikovsky. Era la favorita del director musical venezolano José Antonio Abreu, que moriría pocas semanas después de aquella conversación, el pasado marzo a los 79 años. Gustavo Dudamel, su discípulo más mediático y pop, le llamaba desde Londres, en mitad de una gira con la Filarmónica de Viena, con la que estaba interpretando precisamente esa misma sinfonía de Tchaikovsky, la primera pieza que aprendió siendo apenas un niño en la fabulosa escuela de Abreu, y que volverá a sonar este jueves y viernes en Santiago de Chile como acto central del último gran homenaje del alumno al maestro.

“Queremos celebrarle con esta composición tan importante para él, que está llena de luz y de vitalidad, y que refleja su amor por la vida y la esperanza, esa inspiración que nos ha brindado a todos nosotros”, explica Dudamel (Barquisimeto, 1981) por teléfono desde la capital chilena. El preludio al primer acto de Lohengrin de Wagner o la Séptima sinfonía de Beethoven, otras de las piezas fetiche de Abreu, luminosas y vibrantes, completarán un repertorio cuidadosamente seleccionado por el propio Dudamel, que también ha curado los miembros de la orquesta all star que le respaldará durante los dos certámenes titulados A mi maestro.

Una agrupación estelar con 90 músicos procedentes de las filarmónicas de Viena, Berlín, Gotemburgo, Los Ángeles, la Simón Bolívar –estas dos últimas, en las que el venezolano oficia actualmente como director– y la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI). “El homenaje no podía estar completo sin esta mezcla de alumnos jóvenes tocando junto a músicos de las mejores formaciones del mundo”, subraya el director latinoamericano. Una combinación que sintetiza el espíritu de Abreu: el prestigio confirmado al servicio del talento por venir.

Desde Chile y en streaming

Cuándo: jueves 28 y viernes 29 de junio a las 20:00
Dónde: Sala Teatro de la Fundación CorpArtes de Santiago de Chile
Cómo: Los dos conciertos serán retransmitidos en directo vía streaming a través de la web de la fundación CorpArtes

Chile ha sido el lugar elegido para la celebración por el empeño de la Fundación CorpArtes, que acogerá el evento en su sede y que convenció al director hace dos meses en Los Ángeles durante el estreno de La canción de la Tierra de Mahler, interpretada por la compañía chilena TeatroCinema bajo la batuta de Dudamel, que este martes fue además galardonado con el Pablo Neruda al merito artístico y cultural. Y Chile también porque la FOJI fue una de las primeras escuelas fundadas fuera de Venezuela al calor del Sistema de orquestas juveniles e infantiles alumbrado por Abreu.

“Se trata de un centro juvenil e infantil muy importante que ayudó a fundar el maestro en los noventa junto a otros grandes profesores”, añade su discípulo. Dos décadas antes, en 1975, el proyecto de Abreu echó a rodar cuando reunió en un garaje de Caracas a 11 muchachos de los barrios duros de la ciudad. Hoy, el Sistema aglutina a más de 300 conservatorios por los que han pasado cerca de dos millones de niños y jóvenes venezolanos: tres generaciones de músicos salidos en un 85% de las capas más bajas de la sociedad. “La cultura para los pobres no puede ser una pobre cultura”, era el lema de Abreu, un director de orquesta licenciado en Economía –que llegó a ministro con Carlos Andrés Pérez– y que insufló en el barrio el arte aristocrático, su dignidad y su elevación.

Muerto el maestro, premiado con el Príncipe de Asturias de las Artes en 2008 y embajador de la Unesco, el proyecto al que dedicó su vida se enfrenta al reto de no perder el paso en medio del complicado momento económico y político que atraviesa Venezuela. Dudamel, junto a otro puñado astros juveniles de la dirección musical salidos de sus filas, como Christian Vásquez, Diego Matheus, Josua Dos Santos y Edicson Ruiz, son el mayor garante de continuidad. “El Sistema sigue avanzando a pesar de las circunstancias. Es un símbolo del país y los proyectos no se detienen, demostrando que no existen fronteras en el arte”, señala el director venezolano, aupado con tan solo 18 años al frente de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y que ha reafirmado su compromiso con el Sistema a través de su propia Fundación

Nombrado en 2009 por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo, ganador de un Grammy y renovador de la tradición clásica al jugar con elementos de las músicas populares como la salsa o el merengue, Dudamel tiene como citas inminentes su debut en el Metropolitan de Nueva York con el Otello de Verdi y la gira de celebración de los 100 años de la Filarmónica de Los Ángeles, plagada de heterodoxas colaboraciones como la del productor indie Moby o el cantautor Andrew Bird.

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Sobre la firma

David Marcial Pérez
Reportero en la oficina de Ciudad de México. Está especializado en temas políticos, económicos y culturales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en El País. Antes trabajó en Cinco Días y Cadena Ser. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y máster en periodismo de El País y en Literatura Comparada por la UNED.

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