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LIBER 2017

El libro mantiene su papel

Tras la crisis y la disrupción digital, el sector vuelve a crecer y el optimismo es patente

Pese a que en el sector se tienda a relativizar lo sucedido, la realidad es que el sector del libro ha vivido estos años en España una crisis sin precedentes. Desde el pico de los 3.180 millones de euros de facturación del año 2008, el conjunto del sector cayó a 2.180 millones en 2015 (últimos datos disponibles), una pérdida de negocio del orden del 31%. Y esto que las editoriales han mantenido el pulso y han seguido editando libros. La producción, medida en nuevos títulos, apenas bajó un 5,7% entre 2011 y 2015. Títulos, además, menos rentables que los de hace años ya que también ha venido bajando la tirada.

Este bajón, lógicamente, no solo afectó a las editoriales, sino que se abatió con crudeza sobre los canales de venta. Por ejemplo, en las librerías, las ventas cayeron desde los 1.028 millones de euros de 2011 a los 788 millones de 2015, un bajonazo del 23% de su negocio en solo cuatro años. También los hipermercados perdieron el 32% de su facturación y los quioscos el 36%. Hasta la venta por Internet (que no agota, por supuesto, todo el mercado del libro digital) se mantuvo estancada estos años en torno a 20,2 millones.

Como era lógico, estas caídas han provocado un fuerte y negativo impacto sobre el sector. Decenas de empresas cerraron, en un movimiento que podía haber sido aún más traumático de no haber nacido otras nuevas editoriales, muchas de ellas centradas en la edición o venta digital. Al final, según explica Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), “la reducción del censo en la federación fue solo del 5%”. Todo ello evitó, de todos modos, una hecatombe en el empleo, que se redujo entre 2011 y 2015 apenas un 6,7%, hasta 12.532 trabajadores.

La Feria Internacional del Libro, Liber, se celebra en el pabellón 14 de Ifema desde hoy y hasta el día 6

Cierto que muchas de las empresas que desaparecieron como tales no cerraron sino que acabaron absorbidas por los grupos editoriales de primera línea. Un movimiento de concentración, según señala Fernández, “que venía de atrás, se ha intensificado y estuvo protagonizado básicamente por grupos como Planeta o Random House”. Un proceso tendente a superar el impacto de la crisis y a preparar a estas empresas para las exigencias, inéditas, de la nueva era digital en el libro. Random House, por ejemplo, compró Alfaguara y Ediciones B.

Modelo de negocio

No hay que olvidar que el libro electrónico o digital está alterando el modelo de negocio y de funcionamiento operativo de las editoriales. “Se trata de ganar cuota, reducir costes y adaptarse con ventaja al nuevo marco de funcionamiento del sector”. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que, por lo que respecta a la edición pura y dura, las empresas están editando ahora libros a través de dos vías, la de papel y la digital, lo que evidentemente supone más costes. “La mayor parte de los títulos ya se digitaliza”, dice el presidente de la FGEE. En 2015 ya se editaron nada menos que 44.209 títulos en formato digital, más de la mitad del total, y un 12,6% más que en 2013. De momento, existe un stock de 171.000 títulos en este formato.

Los costes ligados a la digitalización resultan, por ahora, complicados de recuperar debido a que el libro electrónico en España es aún muy minoritario. En parte porque, apunta Fernández, “sigue muy afectado por la piratería, lo que repercute en las cifras de venta”. Pese a que sus ventas han crecido de 80 a 115 millones de euros entre 2013 y 2015, un porcentaje del 44%, esto aún es poco significativo en el conjunto del mercado. Esos 115 millones suponen solo el 5,1% de las ventas totales del sector.

La aparición del libro electrónico ha alterado asimismo los sistemas de distribución habituales, los utilizados hasta ahora en el papel. Han despuntado nuevos canales de venta, que compiten con las propias editoras, lo que las obliga a abrir un nuevo frente de comercialización, lo que supone también más gastos e inversiones. De todos modos, las editoriales no tienen más remedio que prepararse para este nuevo paradigma ya que la tendencia es a crecer digitalmente frente al papel. “En Estados Unidos, el reparto se ha estabilizado en torno al 30% para el libro digital y el 70% para el papel”, explica Fernández. El recorrido de crecimiento en España, por tanto, es aún muy amplio.

De momento, pese a la profecía de que las grandes tecnológicas como Amazon o Google iban a sacar a las editoriales convencionales del segmento del libro electrónico, ello no ha ocurrido. De los 115 millones de ventas, 50 millones lo hacen las propias editoriales directamente. Amazon de momento solo vende 24,7 millones pese a que, eso sí, ha doblado su facturación en España en el libro digital entre 2014 y 2015. También Google Play ha crecido de 2,5 a 3,9 millones. Curiosamente, la que más se ha disparado ha sido Casa del Libro, que en esos dos años subió sus ventas de 3,4 millones de euros a 8,4.

Mercado latinoamericano

La caída del sector hubiera sido también mayor de no ser por la exportación. Mientras el mercado interior se desplomaba entre 2009 y 2013, las ventas fuera de España subían, si bien con cierta moderación. Entre 2009 y 2014 crecieron de 442 a 541 millones de euros. Latinoamérica es el principal mercado, en lo que respecta a libros, con el 47%, con México como primer destino. La Unión Europea es el segundo mercado, con el 39%, con Portugal como primer destino, a larga distancia de los demás. EE UU, pese a los esfuerzos, solo supone el 3,9% de estas ventas. Parte del éxito del sector editorial español en el frente exterior se debe a su abultada presencia en los mercados de destino. Las editoriales españolas tienen 173 filiales en el exterior, 142 de ellas en Latinoamérica.

Pese a todos estos problemas e incidencias se empieza a respirar un ambiente de optimismo en el sector editorial y librero. La crisis del ramo parece haber tocado fondo en 2013. A partir de ese año se ha reanudado el crecimiento. “Llevamos tres años remontando”, asegura Fernández. “La mejoría empezó en 2014 y se afirmó en 2015 y 2016”. Aun así, la caída acumulada es del 25%. “Estamos lejos todavía de los niveles de 2010”, reconoce. “Quizá peque de optimismo, pero todo indica que el libro recupera ventas y prestigio y está demostrando una salud bastante envidiable, quizá una mala salud de hierro, pero salud de todos modos”, apunta el presidente de la federación de los editores, que considera, sin ambages, que el libro, sea en formato papel o electrónico, está aquí para quedarse. “Y tiene un futuro espléndido”.

Encuentros en la cita más culta

La recuperación del sector editorial tendrá su reflejo en la edición de Liber, la Feria Internacional del Libro, que se celebra en el pabellón 14 de Ifema entre hoy y el 6 de octubre. Después de unos años difíciles, de 2009 a 2013, con una caída de exhibidores y espacio, la feria, promovida por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) y que se celebra en años alternos en Madrid y Barcelona, reanudó su crecimiento hace unos tres años. Ahora vuelve, pues, a aumentar en empresas exhibidoras, metros cuadrados y, se espera, también en visitantes.

Según apunta Carlos Urroz, director de la edición de Madrid de Liber, este año habrá “cerca de 420 expositores, frente a los 380 de la pasada edición”. El espacio crecerá un 10%. La edición de este año, lógicamente influida por las tendencias al alza, dedicará especial atención, señalan en Ifema, a “los contenidos digitales, los nuevos editores y la autoedición y la propiedad intelectual”.

El certamen, el mayor encuentro internacional del libro en español, ha evolucionado hacia un nuevo modelo. “Antes era una feria muy física. Hoy es más un encuentro profesional”, dice Urroz.

Lo que no significa que no dedique especial atención a los aspectos de negocio. Sigue siendo vital en los proyectos de exportación de los editores españoles. “Nos visitan multitud de compradores, especialmente de Latinoamérica, y Liber es el sitio en el que se concentran los acuerdos”, apunta Daniel Fernández, de la FGEE. Por eso, alrededor de 600 profesionales de 80 países están invitados a la feria. Y también habrá un encuentro con participantes en la Misión de Bibliotecarios de Estados Unidos, además de una reunión con el Grupo Iberoamericano de Editores (GIE).

Muchos de los cambios en la feria se deben, por supuesto, a la creciente presencia del libro electrónico. Uno de los platos fuertes de Liber es su Zona Digital, un espacio cuyo objetivo es mostrar las nuevas tendencias e innovaciones en el ámbito de la edición. También está la Zona de Autor, para los autores independientes. Durante la feria se celebra el II Foro Internacional del Español 2.0, con conferencias sobre el potencial económico del castellano, además de más de 100 conferencias y jornadas.

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