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El ‘thriller’ acorta las series

La ficción española sigue la tendencia internacional de priorizar las tramas a los personajes

Úrsula Corberó, una de las protagonistas de la serie 'La casa de papel'.
Úrsula Corberó, una de las protagonistas de la serie 'La casa de papel'.

A estas alturas no es ningún secreto que la televisión y sus formas de consumo han vivido una revolución. La posibilidad de ver los programas bajo demanda cuando y como se quiera ha brindado al espectador un abanico mucho más variado de posibilidades. Si a principios de siglo era muy habitual que una serie en España durara varios años y que las temporadas fuesen igualmente largas, esta tendencia ha cambiado en la segunda década del siglo. De hecho, actualmente solo continúan emitiéndose dos series que superan las tres entregas: Cuéntame, que ha cerrado la 18ª y tiene asegurada una más, y La que se avecina, que tiene pendiente de estreno la 10ª. A ellas se suma Allí abajo, que ya ha sido renovada por una cuarta temporada, y Velvet, que terminó en diciembre de 2016 y continuará en Movistar + bajo el título Velvet colección.

La tendencia se explica, sobre todo, por los nuevos géneros que dominan la pequeña pantalla y que han sustituido a la dramedia como líder de la programación. “Con la irrupción del thriller y formatos más de género, interesa que ni las temporadas ni la serie en sí sean demasiado largas”, explica Sonia Martínez, responsable de ficción de Atresmedia. Producciones estrenadas esta temporada y que pertenecen al género del thriller como Pulsaciones, Sé quién eres o La casa de papel solo cuentan con una temporada.

La diversificación de la oferta también tiene mucho que ver en este fenómeno. “Al espectador le cuesta mantener la fidelidad. Tienes que renovarte continuamente porque el público está más pendiente de los estrenos que de la continuidad de un programa”, opina Martínez. Arantxa Écija, directora de ficción de Mediaset, diferencia entre las ficciones en las que la base es la trama y las que giran en torno a personajes. Las series de comunidades de vecinos, familias, grupos de amigos, variantes profesionales, etc., tienen “infinidad de posibilidades”, y, por tanto, pueden alargarse o acortarse según la fidelidad de la audiencia. Actualmente hay una apuesta más fuerte por las series de trama, reconoce Écija. “Son más finitas. Pero creo que conviven bien las dos tipologías”.

María León y Jon Plazaola, protagonistas de 'Allí abajo'.
María León y Jon Plazaola, protagonistas de 'Allí abajo'.

“La gente demanda novedades constantemente”, comenta el responsable de ficción de Boomerang, Josep Cister. Además, para él la audiencia también es más exigente. Desde su punto de vista, en los últimos tiempos se están produciendo historias para televisión “que antes solo se hubieran visto en el cine”.

Para Jordi Frades, responsable de contenidos de Diagonal TV, la moda del thriller es pasajera y la televisión acabará volviendo a rendirse ante las series de personajes. “Pocas ficciones de suspense han funcionado bien en su segunda temporada. En cambio, el mundo del personaje puede alargarse lo que queramos y seguir reinventándose”. De la misma opinión es Miguel Ángel Bernardeau, presidente de Ganga y productor de Cuéntame. “La televisión es un misterio siempre, y no solo es importante el trabajo que haces tú, sino también lo que hace la competencia”. Bernardeau es de la opinión que la duración es cuestión de modas. “Tengo la sensación de que vuelven las series largas. Y es lógico, porque las cadenas gastan mucho dinero en lanzar una serie”.

En cuanto a la disminución del número de capítulos por temporada, la explicación está relacionada con la apertura del mercado y el aumento de la oferta, reitera Sonia Martínez. “Antes había una convención no escrita de que las tandas duraran 13 episodios porque coincidían con un trimestre. Ahora los periodos de estrenos televisivos no se llevan tan a rajatabla”. La decisión corre a cargo de las cadenas. “Si una serie funciona, el programador necesita tener las semanas cubiertas. Nosotros hacemos tantos episodios por tanda porque el programador se empeña en que así sea”, justifica el creador de Cuéntame, cuya pasada temporada tuvo 19 capítulos.

A pesar de los riesgos que supone tener que buscar contenidos que funcionen continuamente, para la industria las consecuencias de que las series duren menos son, en general, positivas. Así lo ve Josep Cister. “Tendemos a finalizar la historia como se debe terminar y nos da la oportunidad de contar más historias”.

Las reglas del juego

Que se trata de un cambio de modelo más que de una crisis de la industria es un punto de vista generalizado entre los grandes grupos de comunicación y las productoras. El acortamiento de la vida de las series “es una tendencia mundial. Hay una cantidad enorme de ventanas para el consumo”, sostiene Arantxa Écija. “No es una revolución, esta transformación ha sido progresiva”, argumenta Jordi Frades. Es algo que ya se viene dando sobre todo en EE UU en los últimos tiempos, aunque en España más que copiarlo se ha ido adoptando sin ser conscientes de ello, confiesa Écija. “No son cuestiones de una cadena o de otra, ni de un país u otro. Son las reglas de juego. Ni mejores ni peores”.

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