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Obama se une a la tecnología

El presidente de EE UU y el cineasta Richard Linklater inauguran el SXSW, festival de Austin de multimedia, música y películas

Barack Obama saluda a la audiencia en el South by Southwest Festival, en Austin, Texas.
Barack Obama saluda a la audiencia en el South by Southwest Festival, en Austin, Texas. Eric Gay (AP)

Hace 30 años cuatro amigos de Austin se juntaron para organizar unas jornadas musicales en la capital texana. En cuatro o cinco escenarios juntaron 150 bandas que fueron vistas por 700 personas acreditadas. Nacía el South by Southwest (SXSW). En 1994, esos cuatro amigos añadieron películas a la programación y lograron el “festival de cine boutique” que siempre habían querido, sumándole además una parte multimedia.

En tres décadas, la ciudad ha cambiado tanto que de centro universitario ha pasado a estar a la cabeza tecnológica y cultural de EE UU. Los estudiantes de todo el país, y parte del mundo, ahora eligen el festival de Austin como destino de vacaciones en marzo. En 2015, asistieron al festival 300.000 personas. El número de películas, charlas, conferencias, conciertos es apabullante. La inauguración, el viernes, de la nueva edición volvió a batir récords. Por la mañana, Barack Obama daba el pistoletazo. “No es sólo un momento especial, es el momento más especial de nuestros 30 años”, dijo el director de la parte interactiva, Hugh Forrest. Por primera vez, un presidente aún en el cargo, llegaba a Austin para dirigirse a una audiencia entregada. Por la noche, Richard Linklater, héroe local, director de fama internacional, pero que jamás ha abandonado Austin, inauguró por primera vez el festival de cine en el que se han visto todas sus películas desde Slacker a Everybody Wants Some.

La platea del clásico teatro Paramount se vino abajo con la declaración de amor nostálgica a los ochenta y la universidad que ha entregado Linklater en la película, una comedia hilarante y autoparódica, secuela emocional de su primer título de éxito, Movida del 76, y en el extremo opuesto a su más reciente Boyhood. Antes de la proyección, el cineasta bromeó con una foto de un joven Obama también estudiante en 1980, año en el que se desarrolla la historia. “Él quería estar aquí, en su lugar ha mandado esto”, dijo el cineasta de Antes del amanecer. No era verdad, aunque podría haberlo sido. Obama, en un estado como Texas republicano y casi antigubernamental, es una figura especialmente respetada. Como también lo es entre la comunidad tecnológica a la que se dirigió ayer.

Por la mañana, después de haber comido unos tacos “demócrata y republicano” en Torchy's, un popular restaurante en la ciudad, Obama se ganó al público de este festival apelándole donde más le gusta: la creación y la generación de ideas, la colaboración entre todos, la innovación.

“La razón por la que estoy aquí es para reclutaros a todos vosotros. Para preguntaros, ahora que voy a abandonar la presidencia, cómo podemos empezar a crear nuevas plataformas, ideas y acercamientos interdisciplinares para resolver algunos de los problemas más importantes que enfrentamos hoy”, dijo el presidente.

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