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Una historia de la reconciliación

'Adiós a los padres', de Aguilar Camín, es un ejercicio de memoria familiar y de sanación personal

Juan Luis Cebrián, izquierda, junto al escritor Héctor Aguilar Camín, el martes en la presentación de la novela.
Juan Luis Cebrián, izquierda, junto al escritor Héctor Aguilar Camín, el martes en la presentación de la novela.Santi Burgos (EL PAÍS)

El año pasado, siete después de su último libro, el escritor, periodista e historiador Héctor Aguilar Camín (Chetumal, 1946) publicó Adiós a los padres (Literatura Random House), su obra más íntima y personal, presentada el martes en Madrid.

A la vuelta de la esquina, después de 36 años de ausencia, Aguilar Camín se encuentra a su padre en Ciudad de México en unas tristes condiciones, cuando él muere visita su tumba y tras darse cuenta de algunas cosas comprende que se ha cerrado su ciclo de reconciliación con él. Es en este momento en el que decide escribir el libro.

Aguilar Camín tiene una larga trayectoria de novelas y ensayos que incluye Morir en el golfo acerca del auge petrolero de los años 70. Adiós a los padres se desarrolla a partir de la foto en la portada de una pareja joven, enamorada, linda, sonriente y llena de promesa en una playa.

No es un libro con un mensaje para todos los que fueron abandonados por sus padres, pero quizás es una sanación personal para el propio Aguilar Camín al usar la literatura como ejercicio de memoria, de introspección personal y familiar, como se usa la terapia y el ritual.

Aunque es una novela sin ficción, pues todo es investigado a través de su madre Emma y su tía Luisa, es una novela construida a partir de la realidad que cada miembro de la familia interpreta de su propia forma que en el contexto familiar suelen ser interpretaciones trenzadas con emociones de las cuales hay múltiples versiones.

En la presentación del libro, en el Instituto de México, el presidente ejecutivo del grupo PRISA, Juan Luis Cebrián, dijo que ve en los Aguilar reflejos de la familia Buendía de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Aguilar Camín relató la historia de su familia y del proceso que vivió escribiendo el libro en una pequeña sala del instituto. Habló en un tono honesto y personal acerca de cómo este libro ha tenido un gran efecto benéfico sobre él y su manera de ser y le dio significado a muchos hechos de su vida que no tenían sentido al adquirir un sentido legible y penetrante.

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