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Colombia, plató internacional

El país se promociona como un escenario atractivo para el rodaje de películas y series de diferentes países

Antonio Banderas en el rodaje de 'Los 33'.
Antonio Banderas en el rodaje de 'Los 33'.

Durante una hora, el pasado 20 de agosto el aeropuerto internacional de Barranquilla, en la costa Caribe colombiana, se paralizó. La policía aduanera dejó a un lado el protocolo y los empleados abandonaron sus puestos de trabajo para tomarse selfies con Tom Cruise. La superestrella de Hollywood había llegado desde Jamaica en un vuelo chárter para iniciar un recorrido por varios lugares del país donde se filma Mena, una cinta de acción en la que interpreta a un agente de la CIA que se infiltra en la maraña mafiosa de Pablo Escobar.

A su paso por Colombia, Cruise provocó revuelo una y otra vez en Medellín, Santa Marta y el Amazonas, que servirán de locaciones para este filme dirigido por Douglas Liman (El caso Bourne). Así como el actor estadounidense, otras estrellas del cine están empezado a verse en Colombia. Un año atrás, Antonio Banderas fue recibido en la casa presidencial cuando llegó a rodar la versión del histórico rescate de los 33 mineros chilenos atrapados durante 70 días. Las minas elegidas fueron las de Nemocón y Zipaquirá, en el centro del país.

Los 33, de la mexicana Patricia Riggen, es una coproducción de Estados Unidos y Chile que para Colombia tiene un gran significado, ya que es la primera cinta que se beneficia de la Ley de Filmación Colombia, que busca posicionar al país como un escenario atractivo para rodar películas con la idea de dinamizar la industria cinematográfica y de paso, el turismo.

Colombia venía promocionándose en el exterior desde 2009, cuando se creó la Comisión Fílmica Nacional, entre otras razones porque la seguridad y la inversión extranjera en el país estaban mejorando, y el cine nacional había pasado de estrenar tres o cuatro películas por año a más de 10. Este auge incentivó la creación de empresas que empezaron a hacer películas y ofrecer sus servicios a nivel internacional. “Nos dimos cuenta que en más de 90 países había incentivos y que lo más atractivo era la devolución en dinero”, dice Claudia Triana, directora de Proimágenes Colombia, el instituto encargado de consolidar el cine nacional.

Ocho de los 10 capítulos de la primera temporada de Narcos, la visión de Netflix sobre Pablo Escobar, se rodaron en Bogotá, Cartagena y Medellín

Así nació la ley 1556 de 2012, que es atractiva para las productoras extranjeras que inviertan como mínimo 367.000 dólares (más de 1.800 salarios mínimos vigentes) y contraten productoras nacionales, ya que así pueden acceder a que les devuelvan el 40% de los gastos cinematográficos locales y el 20% de los logísticos.

Hasta ahora, Proimágenes ha aprobado 15 proyectos de países como Francia, España, Estados Unidos y Argentina, que además de la inversión que le dejan al país, que se calcula en 73.000 millones de pesos, unos 23 millones de dólares, le representarán cerca de 5.000 empleos entre técnicos, extras y actores. Colombia, por su parte, devolverá cerca de siete millones de dólares. Los beneficios también se miden un número de noches de hotel, locaciones, transporte y billetes aéreos comprados en agencias colombianas.

De España se rodó Palmeras en la nieve, a finales de 2014, en tres departamentos que simularon el colonialismo en África. También se filmó The Boy, en Santa Fe de Antioquia, al noroeste del país, buscando simular Colorado (EEUU). En esta cinta participa Elijah Wood. “Para ellos no solo se trata de tener un estímulo en efectivo, sino también con quién poder trabajar”, añade Triana.

La otra cara de la ganancia es la transmisión de experiencia y la vitrina que representan estas grandes producciones para el sector audiovisual colombiano. “En tres de los proyectos contrataron personal local y solicitaron gastar más dinero estando en el país, porque encontraron, por ejemplo, actores que podían hablar en inglés”, dice Triana.

Colombia empieza ahora a recorrer el camino de convertirse en un gran escenario para las producciones cinematográficas de muchos países. En Proimágenes reconocen que se enfrentan a grandes retos como la formalización de todos los oficios que requieren estas megaproducciones, mejorar la infraestructura y facilitar los permisos de grabación. Pero la puerta ya está abierta y las grandes series tampoco escapan al atractivo colombiano. Ocho de los 10 capítulos de la primera temporada de Narcos, la visión de Netflix sobre Pablo Escobar, se rodaron en Bogotá, Cartagena y Medellín. Y ya están rodando la segunda temporada.

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