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EL LIBRO DE LA SEMANA

La vida alucinante del científico olvidado

Patrick Deville rescata la figura del médico Alexandre Yersin, descubridor del bacilo de la peste

La peste fue retratada en ilustraciones de la Biblia Toggenburg (1411).
La peste fue retratada en ilustraciones de la Biblia Toggenburg (1411).

El escritor no solo crea historias, crea la Historia. Los grandes y pequeños eventos del pasado, la marea de batallas, descubrimientos, fundaciones, decadencias, nombres y fechas existen en nuestra memoria porque alguien los ha narrado. Sin narradores la Historia no existe.

Prueba de ello es la obra de Patrick Deville (Saint-Brevin-les-Pins, 1957), viajero y escritor francés, cuyos libros trazan los recorridos de exploraciones y aventuras de las cuales es a veces él mismo el protagonista y a veces otros dobles rescatados de entre los olvidados de las crónicas oficiales. Uno de los más asombrosos, más admirables, más merecedores de fama es el suizo Alexandre Yersin, científico y aventurero, quien en 1885, a los 22 años, se instaló en París para trabajar con el ya anciano Louis Pasteur. Yersin es el héroe que Deville elige para protagonizar la novela que, hace dos años, fue merecidamente galardonada en Francia con el Premio Femina y el Prix des Prix. Porque Peste & Cólera es una obra maestra.

Quien hurga en los vaciaderos de nuestras desmemoriadas culturas halla tesoros. Nada puede justificar el hecho de que una figura como Yersin fuera olvidada. Si bien un par de mediocres biografías le fueron dedicadas después de su muerte, no puede decirse que la humanidad ha saldado su deuda con quien la libró del azote de la peste bubónica, culpable del exterminio de más de doscientos millones de almas, y quien luego, en los terrenos de Indochina, investigó con el mismo ardor las causas del cólera. Después del descubrimiento del bacilo, ansioso de cambiar de atmósfera, Yersin deja París y se lanza como médico a bordo de un navío francés. Cuando atraca en el puerto de Nha Trang, en lo que es actualmente Vietnam, Yersin decide instalarse allí y construir una suerte de clínica-galpón frente al mar. Allí mismo, bajo la amenaza de la guerra y en medio de una epidemia, sobrellevando obstáculos políticos, burocráticos y de colegas rivales, Yerson emprende una campaña de inoculación con la vacuna que, siguiendo el ejemplo de Pasteur, había destilado años atrás a partir del bacilo llamado en su honor Yersinia pestis.Ese nombre científico latinizado será su única gloria.

El libro que nos propone Patrick Deville sobre este personaje extraordinario se lee como las mejores novelas de aventuras. Cruzando mares aún no del todo explorados, mezclándose con gente que los colonialistas tacharon de salvajes, buscando, como los grandes místicos, aislarse del mundo para mejor analizarlo y entenderlo, Yersin, a través de la pluma de Deville, se convierte en algo casi legendario. Yersin será testigo y actor en el infame mundo del colonialismo europeo, actor y testigo en el valiente mundo de la experimentación médica de fines del XIX. En ambos mundos, Yersin posee algo de quijotesco. “Pedir dinero para curar a un enfermo”, escribe, por ejemplo, Yersin en una de sus cartas, “es un poco como decirle, la bolsa o la vida”.

Para retratar mejor a este hombre polifacético, Deville lo describe a la luz de aquel otro místico experimentador y aventurero, Arthur Rimbaud, que después de escribir en su adolescencia una de las obras poéticas más revolucionarias de todos los tiempos, abandonó la exploración de la mente y se internó, como traficante de armas, en ese mundo que la Europa civilizada tildó de tenebroso. Sobre ambos personajes se yergue la declaración que Arthur Rimbaud mismo hiciera para explicarse: “Yo es otro”. No conozco otra novela reciente que defina mejor esa cualidad existencial.

Patrick Deville traza sabiamente el retrato del otro yo con pinceladas breves, certeras, en un estilo lacónico que conviene perfectamente al taciturno personaje. Citas de las cartas que Yersin enviara a su madre y a sus amigas se jalonan con comentarios y precisiones con los que Deville va construyendo la biografía de su héroe, consciente de que “la vida de un hombre es la unidad de medida de la Historia”.

“Yersin no es un hombre de Plutarco. Nunca ha querido hacer Historia”, escribe el narrador. “A diferencia de las Vidas que este pone en paralelo, las de los traidores y los héroes, la de Yersin no ofrece ningún ejemplo que imitar o del que huir, ninguna conducta que seguir. Es un hombre que intenta gobernar su barca en solitario y que lo hace razonablemente bien. Detrás de él, el mar borra su estela. Por la noche le ayudan a regresar a su despacho y reanuda su estudio del latín y el griego”.

Esa vida que no quiere ser ejemplar, gracias a la admirable escritura de Patrick Deville, acaba siéndolo para cada uno de sus lectores.

Peste & Cólera. Patrick Deville.Traducción de José Manuel Fajardo.Anagrama. Barcelona, 2014. 238 páginas. 18,90 euros.(electrónico: 14,99)

 

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