En un tono menor

Uno de los eslóganes utilizados en la promoción de este trabajo —“la mayor película de pavos de todos los tiempos”— incluye un doble sentido autoincriminatorio que se pierde en la traducción: el término turkey movie identifica en inglés a la película proverbialmente mala. Formado en Pixar, el director Jimmy Hayward —que debutó con Horton (2008), notable adaptación de la estética del Dr. Seuss a la animación de síntesis— parece consciente de que su modesta propuesta nace para no dejar huella. Con premisa excéntrica y atractiva —un viaje en el tiempo para abolir los ritos alimenticios del Día de Acción de Gracias—, Vaya pavos destaca por sus detalles —su gama cromática, sus texturas, un secundario que parece una caricatura de Kirk Douglas robada a John Kricfalusi—, pero no por un conjunto con gran déficit de carisma.