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La Nit de l'Edició vive la primera escaramuza electoral entre ERC y PSC

Pep Guardiola y Pilar Rahola, premiados por los editores

En lo que se antoja un aperitivo de la campaña electoral que arranca esta noche, el todavía conseller de Cultura de la Generalitat, Joan Manuel Tresserras, admitió que el gobierno de la Generalitat "se ha precipitado en algunas medidas sobre el libro digital en el ámbito educativo", con lo que ha generado "perjuicios al sector editorial y seguramente también a los estudiantes y centros escolares". Tresseras, que anteayer se hizo militante de Esquerra Republicana de Catalunya, lanzaba así un pequeño dardo al aún colega de gobierno catalán, el conseller de Enseñanza socialista Ernest Maragall, gran valedor de la iniciativa. El marco, además, no podía ser más idóneo para el torpedo: la gala de la 25 Nit de l'Edició, celebrada ayer en Barcelona y que convoca el Gremio de Editores de Cataluña, quejoso por la precipitación y falta de dotación presupuestaria con que, consideran, se ha llevado a cabo la inclusión del libro de texto digital en las aulas catalanas.

En la que fue su última intervención como consejero dirigiéndose al sector, Tresserras ejemplificó con un "esto es como la conquista del Oeste y no todo el mundo tiene pistolas" al hablar de internet y la revolución digital que tanto preocupa a los editores, especialmente por la amenaza de la propiedad intelectual. En ese sentido, tranquilizó a los asistentes (unas 200 personas, la mayoría altos cargos del sector) asegurándoles, por el lado intelectual, que "la gratuidad del acceso a la cultura es una falacia porque, en realidad, hay gente que está haciendo negocio apropiándose de los recursos que antes estaban en estadios de elaboración primarios, como puede ser el de los editores". Por la parte legislativa, ya fue más cauto y si bien se mostró absolutamente partidario de defender el copyright, reconoció sin embargo que "también habrá que hacer modificaciones en la ley porque el acceso democrático a la cultura ha cambiado y eso implicará un nuevo orden, por lo que todas las partes tendrán que negociar".

Respondía así Tresseras a las demandas que en su parlamento anterior había realizado Antoni Comas, presidente del Gremio de Editores de Cataluña, en donde pidió "un mayor respeto generalizado para la propiedad intelectual, que también obliga a las administraciones" y la necesidad de "una legislación urgente", en la misma línea que exigió hace apenas un mes José Manuel Lara Bosch en la jornada previa al premio Planeta.

La 25 edición trajo un premio Atlàntida especial a la personalidad que con su actitud ha contribuido a fomentar la lectura del libro, que recayó en el entrenador del FC Barcelona Josep Guardiola, que no pudo recoger el premio por estar al frente de su equipo en el partido de Copa contra el Ceuta. Pilar Rahola (por su defensa precisamente de la ley de propiedad intelectual), el suplemento Cultura del diario Avui, la sección Clàssic de Literatura que presentan Laura Borràs y Sílvia Soler en el programa Els matins de TV-3 y la Federación de Editores Europeos, representados por Arne Bach, también fueron homenajeados. El sello Parramón, por su medio siglo de actividad, y las editoriales Columna y La Campana, entre otras, por sus 25 años de vida, recibieron asimismo sendos galardones.

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