Wallbox registró unas pérdidas de 221 millones el año pasado por su salida a Bolsa

La empresa catalana Wallbox, especializada en la carga de vehículos eléctricos y gestión de energía, registró en 2021 unas pérdidas contables netas de 221,2 millones de euros debido principalmente a los ajustes contables derivados de su salida al índice bursátil Nasdaq, lo que supuso un gasto contable de 166,7 millones.

Según consta en el balance financiero anual comunicado este lunes a la SEC, el supervisor bursátil estadounidense, la compañía barcelonesa invirtió además un total de 88,2 millones en su expansión. La salida a bolsa, por otra parte, hizo que Wallbox obtuviera 95,8 millones mediante inversión privada y 114 millones por su combinación de negocio con el vehículo de inversión Kensington.

Fuentes de la compañía han señalado, con relación a las pérdidas contables, que los citados ajustes por valor de 166,7 millones "no suponen ni supondrán una salida de caja, sino que responden a la valoración de instrumentos financieros y al impacto contable de la fusión" con Kensington.

Además, Wallbox registró unas pérdidas operativas (aquellas derivadas estrictamente del negocio) de 53,5 millones de euros y elevó un 264% sus ingresos, hasta los 71,5 millones, unos datos que ya había hecho públicos el pasado mes de marzo.

El 20 de abril, la empresa inauguró oficialmente una nueva fábrica en la Zona Franca de Barcelona que tendrá capacidad para producir un millón de cargadores al año en 2025 y en cuya construcción ha invertido 9 millones. Wallbox no prevé tener ebitda positivo hasta 2024 debido a su estrategia de crecimiento y a las inversiones que acomete para lograrlo. En 2021 vendió 129.000 cargadores, un 261% más que el año anterior, operó en 98 países y contrató a 464 nuevos empleados, hasta alcanzar una plantilla de casi 900 trabajadores.