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Cine y Derecho
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'El fundador': El origen de McDonald's

La película nos muestra como van surgiendo los distintos desencuentros entre franquiciadores y franquiciado

Michael Keaton, en 'El fundador'.
Michael Keaton, en 'El fundador'.

El fundador (The founder, 2016) narra la historia de Ray Kroc (Michael Keaton), un vendedor de batidoras, que en 1954 y a los 52 años contacta casualmente con los hermanos McDonald, Dick (Nick Offerman) y Mac (John Carrol Lynch), y descubre que ambos, mediante un proceso meticuloso de prueba y error, han desarrollado un concepto de hamburguesería totalmente distinto del existente hasta la fecha, centrándose en la rapidez en el servicio, la calidad de su producto y los precios ajustados. Para ello han probado una y mil veces la forma de realizar las operaciones en el seno del restaurante de comida rápida, hasta dar con el método idóneo.

El ambicioso y visionario, Kroc, detecta rápidamente el potencial de la idea de los hermanos McDonald y les insiste en obtener la licencia para franquiciar el modelo de restaurante. Inicialmente los hermanos McDonald se niegan, principalmente debido a problemas con el control de calidad de los restaurantes franquiciados en un intento anterior (Mejor tener un gran restaurante que 30 mediocres”). No obstante, Kroc insiste (“En todas las ciudades americanas debe haber una iglesia, un juzgado y un restaurante McDonald´s” viene a decirles) y los convence. Este será el inicio de una lucha entre una concepción mercantilista del negocio -la de Kroc- y otra artesanal -la de los hermanos McDonald-, que estos últimos acabarán perdiendo pese a que su intención fue conceder a Kroc un contrato de franquicia “claro como el agua, y sin opciones” de manera que tuviesen ellos la última palabra en todas las decisiones.

La película nos muestra como van surgiendo los distintos desencuentros entre franquiciadores y franquiciado (el rechazo al patrocinio de Coca-Cola, la negativa a ajustar el royalty de los franquiciados, o —el detonante de la ruptura— la elaboración de los batidos con una base de polvo, y no de helado, que conllevaba la reducción del gasto de mantenimiento de la cámara frigorífica), hasta que Kroc, ayudado por un joven experto en finanzas, Harry Sonneborn (B. J. Novak), descubre que la clave del negocio con los franquiciados se encuentra en el arrendamiento de los terrenos donde instalar la franquicia— no estando este elemento limitado en el contrato—, comenzando a invertir en dichos terrenos y a cobrarles las rentas por alquileres a los franquiciados, y siendo esta la base de la generación del flujo de efectivo que hará ir creciendo la cadena.

Mientras Kroc comienza a ser la imagen pública de la compañía, y mantiene las relaciones con los franquiciados, los hermanos McDonald continúan en su restaurante inicial en San Bernardo, haciendo las cosas de la misma forma que siempre, y aunque la película muestra la ambición de Kroc en sus actos y sus afirmaciones ("La ambición es la esencia de la vida", "Los negocios son una guerra", "o mueres tu o muere el otro"), lo cierto es que los hermanos Mcdonald pecan de falta de defensa de su negocio y se lo dejan arrebatar.

La recreación de unos pujantes Estados Unidos en pleno crecimiento en los 50, donde bullen las nuevas ideas de negocio, está muy bien reflejada por el director John Lee Hanckock. No obstante, toda la cinta pivota sobre una interpretación excepcional de Michael Keaton en el papel de Ray Kroc, como el charlatán ambicioso que persigue su sueño de riqueza, insatisfecho en su matrimonio, y que una vez que ha conseguido acertar con un modelo de negocio que puede hacerle rico, no cejará en el empeño de poseerlo por completo. La forma en que el actor va pasando de ser un entusiasta charlatán, a un empresario lleno de ego y pagado de sí mismo, es sencillamente magnífica, y nos lleva a pensar que cada parte tenía sus razones para creerse el fundador del imperio de comida rápida.

Sin embargo, desde el punto de vista ético las actitudes de Kroc son reprobables dado que basó su éxito en apropiarse de las ideas de otros (los arcos dorados de los restaurantes, la fórmula para los batidos en polvo), violar su contrato de franquicia y amenazar a los hermanos con pleitos eternos y gastos en abogados que no podrían soportar. Esa es la historia del origen de McDonald's.

Jose Luis Luceño Oliva, profesor de Loyola Másteres.

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