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Materias primas

El petróleo cae de 100 dólares y el gas se abarata más del 10%

El descenso se produce pese a la alerta de la AIE del riesgo de un shock energético por el desplome del suministro ruso La agencia rebaja en una tercera parte el aumento esperado del consumo mundial de crudo

Europa Press

El precio del petróleo va camino de descender a los niveles previos al estallido de la guerra en Ucrania, después de dispararse la semana pasada a máximos no vistos desde 2008, al filo de los 140 dólares el barril. Los progresos en las negociaciones entre Moscú y Kiev se suman a la evidencia de que el menor crecimiento económico traerá una menor demanda de crudo, un temor que se ha agravado esta semana con los duros confinamientos que ha impuesto de nuevo China ante el rebrote del covid.

El barril de petróleo brent, que superaba en la mañana los 103 dólares, retrocede por debajo de la barrera de los 100 hasta la zona de los 98 dólares, ya muy cerca de los 96,84 a los que cotizaba el día previo a la invasión rusa de Ucrania, iniciada el pasado 24 de febrero. Las noticias del acercamiento entre Ucrania y Rusia, que negocian ya sobre un borrador para poner fin a la guerra, también relajan el precio del gas. El futuro a un mes que se negocia en el mercado holandés, la referencia para el precio de la materia prima en Europa, cae más del 10%, hasta los 101 euros el megavatio.

La caída de precio del petróleo se produce a pesar de la dura advertencia lanzada hoy desde la Agencia Internacional de la Energía, que ha anunciado que la subida de precios provocará un frenazo en el crecimiento de la demanda mundial de crudo, y ha rebajado en un 35% sus previsiones de aumento de demanda desde 3,23 millones de barriles diarios, previstos el mes pasado, hasta 2,11 millones. La entidad prevé que la destrucción de demanda se acelere a medida que pase el año, y que la demanda mundial sea de 99,7 millones de barriles diarios, frente a los 100,6 previstos antes del conflicto.

En su informe mensual sobre el mercado petrolero publicado este miércoles, la AIE da por hecho que a partir de abril van a desaparecer 3 de los 8 millones de barriles diarios que exporta Rusia. Y avisa de que un shock petrolero por falta de oferta es un riesgo real a partir de la primavera. “Las implicaciones de una pérdida potencial de las exportaciones de petróleo ruso a los mercados globales no pueden subestimarse. Si bien aún es demasiado pronto para saber cómo se desarrollarán los eventos, la crisis puede provocar cambios duraderos en los mercados energéticos”, señala la AIE, que ha apuntado directamente a la OPEP para que eleve su producción y mitigue así el riesgo de un shock de precios y suministro.

La agencia ha reprochado al cartel petrolero el "modesto" aumento de bombeo de 400.000 barriles diarios en abril decidido en la reunión que mantuvo el pasado 2 de marzo con sus socios (y el primero de ellos Rusia), en la que además negó cualquier problema de abastecimiento. La AIE pone el acento en que Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, los únicos miembros del cartel que disponen de una capacidad sustancial para incrementar la producción, no están mostrando voluntad de recurrir a sus reservas.

Pero los temores a una crisis energética también surgen dentro de la OPEP. Hoy el primer ministro libio Abdul Hamid Dbeibah ha reclamado a la organización petrolera que se acelere la producción de crudo para “contribuir a solucionar la crisis energética”. La presión sobre el cartel para que bombee más crudo, con el que suplir el menor suministro ruso, se acrecienta desde Occidente y el primer ministro británico Boris Johnson ha iniciado hoy una visita a Emiratos Árabes y Arabia Saudí para reclamar a estos páises una mayor producción de petróleo.

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