Ignacio González (Aecoc): “Reivindicamos el papel del gran consumo en la recuperación”

La asamblea general de Aecoc, la patronal del gran consumo, nombró a Ignacio González como nuevo presidente, sustituyendo en el puesto a Javier Campo tras 10 años en el mismo. González, CEO de Nueva Pescanova, afronta desde esa posición la 36ª edición del Congreso Aecoc de Gran Consumo, que se celebra entre hoy y mañana en Barcelona, centrado en el papel del sector en la recuperación económica tras la pandemia y en los nuevos hábitos de consumo.

R. Está en el cargo desde julio, después de 10 años de presidencia de Javier Campo. ¿Cómo ha sido el aterrizaje?

R. Llevo toda mi vida trabajando en el gran consumo, prácticamente 30 años en el sector. Ha sido un cambio muy natural, muy bien organizado. Desde hacía tres años era vicepresidente, y a Javier además le conozco desde hace mucho tiempo, porque los dos coincidimos en Carrefour, cuando él era el primer ejecutivo de Dia. Hemos preparado el cambio de forma tranquila y él ha tenido la generosidad de quedarse dos años más como vicepresidente. Estoy muy ilusionado, con muchas ganas de hacer muchas cosas por este sector y convencido de que se pueden hacer.

R. Llega en un momento de incertidumbre económica. ¿Estamos ya ante la reactivación definitiva del consumo tras la pandemia?

R. Hemos tenido un buen verano, no a la altura del 2019, pero gracias al turismo nacional hemos podido hacerlo bien. La previsión es moderadamente positiva para Navidad, con más reuniones familiares y mayor actividad del horeca, pero con prudencia porque habrá que mirar a la crisis sanitaria y también a la situación económica.

En lo que se refiere al sector, hay dos fotos muy diferentes. Por un lado el retail, sobre todo los supermercados, y por otro el canal hostelero. El primero está plano frente a 2020, pero sigue creciendo un 6% frente a 2019. Es un ritmo bastante bueno. En horeca la situación sigue difícil, aunque está mejor. En el último año se han cerrado un 20% de negocios, y las aperturas solo han compensado la mitad. En agosto la actividad todavía estaba un 19% por debajo de 2019 en restauración y un 32% en alojamientos. Buena parte del negocio lo hace el turismo y eso todavía no se ha recuperado.

R. ¿Qué lectura hacen de la situación económica?

R. Hay muchas amenazas en el horizonte: el precio de la energía, de las materias primas, de los fletes, de los costes laborales... Y habrá menos flexibilidad si la reforma laboral decae. Todos estos puntos hacen que tengamos que vivir en un escenario bastante inestable. Y sobre todo, habrá que ver cómo hacemos para no reducir la productividad. La inflación del mes de septiembre es un síntoma preocupante. Si trabajamos la productividad, desde el legislador a las empresas, conseguiremos salir de la crisis más fuertes, porque hay mucho ahorro embolsado. Pero si esa tormenta perfecta se culmina, habrá que tener mucho cuidado con qué otras cosas se ponen encima del tablero.

R. Esos mayores costes que menciona, además de la crisis de suministro, ¿pueden ser un lastre significativo para la recuperación?

R. Son amenazas reales, muchas están ya están encima de la mesa y son un gran riesgo para la recuperación. Las empresas podemos reducir costes y ser más eficientes, y lo hacemos, pero hay una parte que termina en inflación. De ahí el elevado dato de septiembre: las empresas no pueden absorberlo todo. Y el consumidor no está en la mejor situación para esas subidas. Esa inestabilidad puede poner en peligro esa recuperación. Si la confianza del consumidor mejora, podremos compensar esas amenazas. Y soy moderadamente positivo de cara a Navidad.

El precio de la energía, de las materias primas o de los fletes son un riesgo para la recuperación

R. El índice de confianza del consumidor subió 6,7 puntos en septiembre. Parece un buen dato.

R. El índice sube y baja con las olas del covid. Si se van, sube. Con la situación económica pasa lo mismo. Si anuncias que subes impuestos, baja la confianza. Después de 18 meses sin hacer vida normal, una reapertura casi total produce un efecto inmediato de hacer cosas, que sacará un poco del ahorro embolsado. Eso se ha visto en verano y en el último puente de octubre.

R. Habla de subidas de impuestos y antes mencionaba la derogación de la reforma laboral. ¿Cómo valora Aecoc estas medidas?

R. No hacemos lecturas políticas sino económicas. Si las subidas de impuestos, de cualquier tipo, van en contra de la productividad, y merman la competitividad, la recuperación será más lenta y vamos a generar inflación en un contexto complicado para el consumidor. Lo mismo si la reforma laboral va a mermar la flexibilidad para crear empleo en una etapa de recuperación. No nos podemos oponer a una subida del salario mínimo, pero se tiene que acompasar con una mejora de la productividad. Acordemos cuál es el momento y la manera para acometer estas medidas sin interrumpir un proceso que se está produciendo de recuperación. Se trata de hacer las cosas con diálogo.

R. ¿Qué estimaciones manejan para recuperar el PIB pre pandemia?

R. Vemos una recuperación de niveles de 2019 a finales de 2022. Desde luego, no antes. Eso te da casi tres años perdidos de crecimiento.

R. Aecoc tiene un plan estratégico hasta 2023. En esta etapa, ¿cuáles son las prioridades de la asociación y del sector?

R. El leitmotiv del congreso es “Estar, estar, y estar”, y hace referencia a tres momentos diferentes: el “estar” previo a la pandemia; el segundo, que hace referencia al papel que ha tenido el sector durante la misma y en el que el consumidor nos ha reconocido nuestro papel, porque España fue el país con menos rupturas de stock y demostró que toda la cadena funcionó; y el tercero es la mirada a futuro, una reivindicación de un sector que es el 20% del PIB y emplea a 4,5 millones de personas de forma directa. Reivindicamos nuestro papel en la recuperación. Tenemos que ser un motor y esperamos que en la cabeza de la administración se nos tenga en cuenta como tal.

Sobre el plan estratégico, hay tres tendencias que la crisis ha acelerado y son fundamentales: la digitalización, sobre todo con el e-commerce, en el que hemos avanzado cinco años en uno solo; la preocupación por la salud, por alimentos nutricionalmente sanos; y la sostenibilidad, que lejos de ser una pose ya es una demanda clarísima.

Tenemos que ser un motor y esperamos que la Administración nos tenga en cuenta como tal

R. Ustedes abarcan a sectores que han sido afectados por el Covid-19 forma desigual. ¿La recuperación será a varias velocidades?

R. Muchos fabricantes se han visto afectados: bebidas, belleza, producto fresco ligado a restauración... Y el covid pasó ese consumo al hogar, y buena parte a la distribución. La pregunta del millón es si todo volverá a su sitio. Quizá no. Por ejemplo, por el teletrabajo, por la explosión del delivery, y porque se han ampliado fronteras entre sectores. Ahora hay retailers que ofrecen comida lista para consumir, cafeterías que hacen retail... Los canales se están diluyendo.

R. Una palanca para la recuperación son los fondos europeos. ¿Cómo puede aprovecharlos el sector?

R. Son una oportunidad excelente. No la panacea, pero están ahí y son una excelente ocasión. Hay proyectos transversales y múltiples, pero sobre todo centrados en dos temas: digitalización y el impulso de una cadena de valor más transparente y sostenible