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Las operaciones para renegociar los préstamos hipotecarios se disparan casi un 300% en 2020

El nombramiento de albaceas y tutores crece un 27,3% y un 16,9%, según los notarios

La novación de préstamos hipotecarios durante 2020, operaciones en las que se modifica una o varias condiciones de un crédito, se dispararon casi un 300% por los efectos de la crisis del Covid-19 en las rentas de las familias y por la moratoria aprobada por el Gobierno para hacer frente a la crisis sanitaria. En concreto, estas operaciones aumentaron un 298%, según los datos del informe Los efectos de la pandemia en 2020 desde la óptica de los datos del Notariado, presentado este miércoles por el Centro de Información Estadística del Notariado.

La portavoz del Consejo General del Notariado, María Teresa Barea, ha explicado que en el caso de las novaciones de préstamos se incluyen las moratorias aprobadas por el Gobierno, lo que ha provocado que rocen en 2020 las 130.000 operaciones y la recuperación de los niveles de novaciones suscritas en 2013, cuando comenzaron a notarse los mayores efectos de la crisis de 2008.

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El efecto de la crisis económica y sanitaria habría llevado a los ciudadanos a realizar también una serie de actos notariales dirigidos a mejorar su solvencia (subrogaciones en la posición del deudor, por ejemplo), a reducir costes (subrogaciones del acreedor, atrasos en la cancelación de hipoteca) o simplemente para contar con mayores recursos bancarios para afrontar financieramente la crisis (ampliaciones de hipoteca).

En concreto, las subrogaciones aumentaron un 13% en 2020, hasta las 31.288 operaciones, y las ampliaciones de hipoteca lo hicieron un 12%, hasta las 12.708 operaciones, mientras que las cancelaciones de hipoteca se redujeron un 15%, hasta las 296.704 operaciones, la primera caída en cinco años.

En paralelo, se registraron aumentos en actos vinculados con el impacto de la pandemia, como el nombramiento de albaceas (27,3%) y tutores (16,9%), y la extinción de usufructos por fallecimiento (3,7%).

Según la portavoz del consejo, durante el pasado año disminuyeron también las aceptaciones de las herencias (11,4%), las renuncias a las mismas (6,5%) y el número de testamentos (un 4%). Por otra parte, las cifras de divorcios se mantuvieron "bastante estables" a lo largo de todo el ejercicio, mientras que "cayeron en picado" el número de matrimonios formalizados ante notarios en un 42%. También descendieron las capitulaciones matrimoniales un 32,4% con respecto a 2019. Con todo, ha recalcado Barea, las renuncias a herencias son "un indicador que hay que coger con cautela porque hay plazos largos y tardará en verse el efecto".

Por todo ello, el número total de operaciones notariales sufrió una caída de un 6% en relación al año anterior, un descenso que Barea ha atribuido a las restricciones a la movilidad impuestas por el Ejecutivo para contener la pandemia y a la necesidad de priorizar los asuntos urgentes, posponiendo otros.

Cae el peso de los extranjeros

Las compraventas por parte de extranjeros cobraron antes de la crisis un peso muy considerable en el conjunto del mercado inmobiliario, al suponer el 20% de las operaciones totales y superar las 100.000 compraventas anuales entre 2017 y 2019. En cambio, en 2020 el volumen de compraventas de compradores extranjeros se redujo hasta rondar las 75.000 operaciones. Y dada la peor evolución relativa que el mercado de ámbito nacional, el peso de las compraventas por parte de extranjeros ha caído por debajo del 15%, cuota que exhibía hace una década.

Por tipo de comprador extranjero, seis de cada 10 viviendas han sido adquiridas en 2020 por un extranjero residente y las otras cuatro por un extranjero no residente. En este sentido se ha mantenido la tendencia de los últimos años de predominio creciente en las compras por parte de los extranjeros residentes y una pérdida de peso correlativa de las operaciones efectuadas por extranjeros no residentes

Las compraventas de vivienda cuyos compradores eran extranjeros no residentes alcanzaron en 2020 las 29.821 operaciones, lo que supone un retroceso interanual del 30%, tasa que dobla la caída del mercado en su conjunto (-15,2%). Por regiones, se observó un desplome general, salvo en Extremadura y Asturias que en todo caso no suponen ni siquiera el 0,5% de las operaciones realizadas. Además, el mercado se concentró aún más, con un 37% del total de las operaciones en la Comunidad Valenciana y un 26% en Andalucía, de forma que casi dos tercios de las compraventas de extranjeros no residentes en 2020 se realizaron en estas dos autonomías. A ellas le siguen Cataluña (10%) y Canarias (10%), Baleares (8%) y Murcia (6%).

La compraventa de vivienda en los archipiélagos, de hecho, se ha resentido en gran medida por la caída del peso foráneo. Han aguantado mejor, ha explicado Barea, "las regiones de la cornisa cantábrica y provincias del interior y de la España vacía".

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