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Las importantes lagunas formativas del autónomo que está agravando la COVID

ATA, UPTA y UATAE reclaman más competencias digitales y mejorar el acceso a los programas de formación.

Cambios en el acceso a la formación para mejorar las competencias digitales de los trabajadores autónomos. Eso es lo que reclaman las principales organizaciones de trabajadores autónomos.

Tanto ATA como UPTA y UATAE consideran que el sistema de formación posee algunas “carencias” que deberían solventarse. Lo exponen en el ‘Estudio para la detección de la importancia de la formación, tipología y sistema formativo más adecuado para el trabajador autónomo’.

A su juicio, el modelo de formación debería ser más sencillo y con menos trámites burocráticos. También instan a relacionar la oferta formativa con las necesidades de empleabilidad actuales. Según Valeriano Gómez, de UATAE, “debe establecerse un crédito para la formación acumulable con cargo a la cotización de formación y, cuando fuera necesario, con la posibilidad de establecer una deducción en la tributación en renta o sociedades para financiar el gasto o inversión en formación de los autónomos”.

El secretario general de ATA, Luis Perea, por su parte, propone diseñar una estrategia a nivel nacional que sirva de impulso para la formación que necesitan los trabajadores autónomos. Según indica, la formación debería adaptarse las empresas “a un entorno productivo cambiante y que mejore su competitividad a través de la digitalización, que fomente la colaboración público privada y la participación”. Además, señala que el modelo de financiación que se emplee para dicho fin debe ser totalmente transparente.

Más competencias

Las organizaciones de autónomos apuntan que la formación es también un sector productivo que genera empleo y riqueza. Piden, por tanto que se otorguen más competencias a los centros de formación del país y que se permita subcontratar este tipo de actividad. Según dicen, se debería entender la actividad formativa como una actividad empresarial en la que se debe de respetar el margen de beneficios que se obtengan.

De igual forma plantean que habría que establecer procesos que tengan que ver con las competencias profesionales y la experiencia para que los autónomos puedan cursar itinerarios formativos que vayan ligados a certificados de profesionalidad. Desde UPTA, Eduardo Abad, recuerda que solo el 1% de los autónomos españoles han podido acceder a la formación que ofrece el Servicio Público de Empleo.

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