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Fedea insta a retrasar a 2022 los planes de recorte del gasto y alza de impuestos

Asume que ahora mismo la prioridad es el gasto pero insta a diseñar ya un plan que permita rebajar 0,5 puntos al año el déficit estructural para sanear las cuentas en 10 años

Angel de la Fuente, director de Fedea.
Angel de la Fuente, director de Fedea.Pablo Monge
Juande Portillo

España debe centrarse este año y el próximo en combatir los efectos sanitarios y económicos de la crisis del coronavirus pero el país “necesita contar con un plan de actuación creíble y ambicioso que especifique una senda explícita de ajuste fiscal a partir de 2022” a fin de aportar certidumbre a las empresas, confianza a los mercados y equilibrio a las cuentas públicas tras la ingente factura pública que afronta.

Esta es la principal conclusión del Informe sobre la Estabilidad Macroeconómica y Presupuestaria tras el Covid-19, publicado este lunes por el llamado Grupo de Trabajo Mixto-Covid19 (GTMC), un grupo de 120 reputados economistas y expertos coordinados por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que prevé aportar una decena de documentos de análisis y propuestas para la recuperación a la Comisión de Reconstrucción del Congreso de los Diputados.

Este primer documento, coordinado Rafael Doménech, responsable de análisis económico de BBVA, con la colaboración de reputados economistas de Fedea, Funcas, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Repsol o diversas universidades, coincide con el análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI) en que impulsar el gasto público es ahora mismo “totalmente necesario”.

De hecho, los expertos estiman que las medidas de estímulo ya anunciadas por el Gobierno “evitarán una contracción adicional de tres puntos adicionales” en la economía española. El estudio toma como referencia las previsiones económicas de la UE y asume que el país afronta una caída del PIB del entorno al 10% en 2020; un déficit público que saltará del 2,8% de 2019 algún punto entre los 10 y 12 puntos de PIB; y unas necesidades financiación de 300.000 millones de euros que elevarán la deuda pública por encima del 115% este año.

“Este año toca utilizar las políticas públicas. El próximo año, la recuperación será todavía incipiente”, expuso ayer Doménech en la presentación telemática del documento ante la prensa, para advertir que en 2022 “será el momento de iniciar un programa de consolidación fiscal” que permita reducir el déficit estructural, que para ese momento se estima en el 5% del PIB, en medio punto anual a fin de recuperar el equilibrio presupuestario “en una década”.

Con todo, el economista defendió que, aunque queden dos años para poner el programa en marcha, “toca empezar a diseñarlo ya” y debe “anunciarse en los próximos meses” para dar certidumbre a los agentes económicos con un plan que debe ser “transparente, ambicioso, pausado pero sostenido a lo largo del tiempo, creíble” y con el “máximo apoyo político y social” para garantizar su éxito.

A partir de aquí, el documento de Fedea establece como prioridad tomar medidas para aumentar el crecimiento potencial de la economía española y reducir su desempleo estructural. Según ilustró Doménech, la tasa de paro estructural de España en los últimos años ha sido del 16% frente al 7% de los países del entorno. “Solo con reducir esos nueve puntos ganaríamos margen presupuestario equivalente a seis puntos de PIB, eso es más que los cinco puntos que necesitamos reducir el déficit estructural”, expuso, admitiendo que logarlo llevará años y pasa por tomar nuevas medidas laborales, en lugar de por derogar la reforma de 2012 como planeta el Gobierno.

Solo en segundo lugar habría que poner el foco en “racionalizar el gasto público” y “por último, sin con lo anterior no fuera suficiente”, cabría “estudiar qué aumentos de impuestos podría ser necesarios, buscando siempre minimizar su efecto negativo sobre el crecimiento y el empleo”. El coordinador del documento defendió en este punto que el “camino rápido” del alza fiscal puede ser perjudicial para la economía y debe afrontarse en el marco de un pacto de la UE o la OCDE en el caso de las nuevas tasas Google y Tobin que el Ejecutivo ha llevado ya al Parlamento.

El documento, que conmina a utilizar de la forma más óptima todos los fondos europeos disponibles, concluye sosteniendo que el plan de ajuste fiscal debe evitar causar “desigualdades personales, regionales o generacionales” e impedir que. “como pasó con la crisis económica anterior, la Gran Recesión, los jóvenes sean los perdedores”.

120 expertos y 10 informes para prepararse desde hoy para la próxima crisis

Hoja de ruta. “Hemos interiorizado que es adecuado hacer planes sanitarios de contingencia y acopio de material, pero a nivel fiscal también es importante” prepararse desde ya para la próxima crisis, expuso ayer Ángel de la Fuente, director de Fedea al presentar el primero de los informes elabordo por algunos de los 120 expertos que ha reunido en el Grupo de Trabajo Mixto-Covid19 (GTMC). “Vamos a salir de este año con una ratio de deuda del 120%, y el año que viene subirá unos puntos más, dejándonos con poco margen fiscal. No sé cuál será la próxima crisis, pero llegará”, alertó, añadiendo que esta “ya nos ha pillado con el 100%” de deuda pública sobre el PIB, “imaginen con el 120% o 130%”. Para salir de esta recesión reforzados ante futuras debacles económicas, el grupo presentará a la Comisión de Reconstrucción del Congreso de los Diputados una decena de informes que se sumarán al de ayer sobre estabilidad presupuestaria para abordar las reformas sanitarias, tributarias, laborales o de la respuesta ya dada a la crisis (como los ERTE y los vales públicos) debería abordar el país. Las conclusiones de todos los documentos se sintetizarán en un informe final a modo de hoja de ruta.

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