La moda de mujer cuenta con una fuerte competencia internacional, por eso es más complicado que las marcas locales triunfen. El secreto de Compañía Fantástica es, según el consultor, moverse en un código muy colorido, completamente diferente a lo que ya hay en el mercado.Iniciaron su trayectoria como una tienda online, aunque sin perder de vista que querían contar con establecimientos físicos. Actualmente tienen tienda en la calle Fuencarral y han abierto dos más en Portugal. Desde Alan Crew pronostican que, mediante franquicias, pueden ser la próxima gran cadena.El responsable de AlanCrew, Sito Busto, celebra que, mientras la mayoría de marcas españolas de hombre imitan la estética británica, las colecciones de Edmmond Studios oscilan entre aires californianos y nórdicos. Un perfil mucho más contemporáneo para 2020.La compañía, fundada por un grupo de jóvenes nada más acabar la carrera y con una fuerte apuesta por los ingredientes naturales, podría ser una marca nicho. Sin embargo, el crecimiento está siendo tal que tienen que corregir sus previsiones constantemente. En 2019 facturarán 12 millones de euros.El primer showroom de la marca nació en Londres, pero decidieron trasladarlo a Barcelona para controlar mejor el proceso de producción en sus talleres –repartidos entre Toledo y Alicante–. Su objetivo es defender la marroquinería española con una visión contemporánea.El nieto del fundador de la empresa de corrección auditiva Gaes creó Kaleos como una división dentro de la compañía familiar. Ya como marca independiente, vende sus modelos en más de 20 países. Este año lanzó una colección de ropa, en su afán por posicionarse como firma de diseño de moda.La marca ya cuenta con cinco puntos de venta en el país, pero se espera que, en la próxima década, siga creciendo exponencialmente. El consultor cree que puede ser la próxima Loewe. “Son de las pocas que tienen taller en las oficinas centrales, más allá de sus centros de confección”, justifica.Su creadora vivió en California, lo que permitió conocer en profundidad el mercado estadounidense. Allí se dio cuenta del potencial, gracias a su excelente calidad, de los productos fabricados en España. La combinación de estos dos valores supuso el nacimiento de una marca que triunfa.El fundador de la marca, Josep Generó, ya estuvo al frente del reposicionamiento de la compañía familiar, Yerse. El nuevo proyecto ha conseguido en solo dos años una facturación de 1, 5 millones de euros de la mano de 300 clientes multimarca. El 50% de sus ventas se realizan en el extranjero.Empezó como una firma de vestidos de novia, pero han acabado protagonizando alfombras rojas, lo que les da una gran visibilidad internacional. “Hacía mucho que no veíamos a una marca española vistiendo a las grandes estrellas de Hollywood”, apunta Busto.
