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Aurora Zubillaga: “Es más apetecible un Monet que las acciones de una empresa”

La directiva recibe con los abrazos abiertos la reciente compra de la casa de subastas

MANUEL CASAMAYÓN

De las grandes casas de subastas, Sotheby’s era hasta hace un mes la única de titularidad pública. El pasado 16 de junio, sin embargo, fue adquirida por el magnate y coleccionista Patrick Drahi, fundador del grupo de telecomunicaciones Altice. La firma, por la que se han pagado 3.700 millones de dólares (3.300 millones de euros), dejaba de cotizar en la bolsa de Nueva York tras 31 años. Desde las oficinas de Sotheby’s en España valoran con buenos ojos la venta. “Creo que la noticia es muy emocionante y que sin duda será genial para Sotheby’s”, cuenta Aurora Zubillaga (Ciudad de México, 1971), consejera delegada de la casa en España y cautelosa, todavía, a la hora de hablar de este movimiento.

R. ¿Por qué un magnate como Drahi puede haberse interesado por la empresa?
R. Como explicó el señor Drahi en un comunicado, durante toda su vida ha admirado nuestra industria y cree que las oportunidades y las perspectivas de crecimiento para Sotheby’s son infinitas. También ha querido dejar claro que espera disfrutar a largo plazo de su papel como nuestro propietario.
R. ¿Qué consecuencias tiene este movimiento en el mercado del arte? Las dos grandes casas ya están en manos privadas. Sotheby’s pertenece a Drahi y Christie’s a Pinault.
R. El mercado del arte global alcanzó los 67.000 millones de dólares en 2018, su segundo nivel más alto en 10 años. El tamaño del mercado es impulsado por el aumento del número de personas con altos ingresos, y también por la deseabilidad general del arte, que se ha convertido en parte de la vida. Cada vez son más las personas que visitan museos, estudian arte y desarrollan carreras relacionadas con el sector. La proliferación de ferias también demuestra el apetito del público, y cuando se combina con los ingresos disponibles, el panorama es muy alentador.
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R. ¿Cómo afectará la venta al trabajo y estructuras de Sotheby’s?
R. Como explicó nuestro CEO, Tad Smith, esta adquisición brindará a Sotheby’s la oportunidad de acelerar el exitoso programa de iniciativas de crecimiento de los últimos años en un entorno privado más flexible. Él cree firmemente que la compañía estará en excelentes manos durante las próximas décadas con el señor Drahi como propietario.
R. En la primera tanda de subastas del año, dos obras batieron récord y entraron en la lista de las más caras de la historia. ¿Por qué el arte mueve cada vez más dinero?
R. Hay registros que dicen que hay cerca de 14 millones de personas con un potencial económico enorme y con capacidad de coleccionar que tradicionalmente no participaban en el mercado. Y eso, en conjunto con que el arte es cada vez más accesible, lleva a que haya más gente peleando por las mejores obras. Es una tendencia natural.
R. ¿Es acertado reducir el mercado a las obras que mueven millones?
R. Es algo lógico, pero no acertado. Las obras que acaparan la atención son los Monet, los Kandinsky... Las que superan los 10 o 15 millones. Pero en 2018 hubo un crecimiento del 40% en las piezas que estaban entre los 5 y los 10 millones. Siguen siendo cantidades importantes, pero vemos que hay un crecimiento sólido en esa franja. Las obras de más de 10 millones crecieron menos del 20%.
Hay mucha percepción de que el arte es un mercado elitista
R. Cinco millones sigue siendo una cifra considerable. ¿Es este mercado elitista?
R. Hay mucha percepción de que es un mercado elitista, pero si ves los catálogos hacemos subastas en las que hay obras, joyas, fotografías, objetos de decoración o cerámica por 500 euros. Eso existe y es un mercado que estamos desarrollando y que sirve para captar a compradores nuevos. Están los cuadros de 100 millones de euros, pero antes hay miles de piezas que están por debajo.
R. En el mercado, ¿hay más coleccionistas puros o inversores?
R. Hay más coleccionistas serios que inversores. Es cierto que hay gente que a veces se centra en el factor económico, pero el coleccionismo es algo que engancha, es como la Cocacola, por eso alguien que compra como inversión después termina acumulando y formando su propia colección.
R. ¿Le hace daño al sector que llegue gente pensando únicamente en la rentabilidad?
R. En todo hay que saber mantener un equilibrio. El arte es un producto que a veces se utiliza para invertir, pero yo soy de las que opinan que a la hora de comprar una obra hay que mirar mucho más allá del valor económico y en que eso vaya a tener una rentabilidad. Hay que informarse del artista, de su obra, de qué ha hecho en el pasado y qué plantea en el futuro, de qué galerías lo mueven y en qué ferias está para así poder convivir con esa obra. Si la compras y a los 10 años se revaloriza estupendo, pero si no, tiene que ser algo que te guste y con lo que estés dispuesto a vivir y a tener en tu pared.
R. ¿Qué diferencia al arte de otros productos de inversión?
R. Es ágil, divertido y apasionante. Es más apetecible un Monet que las acciones de una empresa. Creo que es más abierto a todo el mundo, forma parte de la vida social. El mercado del arte, además, si te asesoras bien y sabes lo que compras, es más estable. Quizá no tienes el crecimiento que has esperado, pero a grandes rasgos suele ser un mercado muy sólido y estable, y normalmente una obra no pasa a valer menos dinero.
A la hora de comprar arte hay que mirar mucho más allá del valor económico
R. ¿Hay riesgo de burbuja en el mercado?
R. Creo que no, precisamente por la estabilidad que presenta. Los factores políticos y económicos afectan, claro, pero mucho menos que en otros sectores. En la última semana de subastas, en plena guerra comercial entre Estados Unidos y China, los resultados fueron muy buenos. Esa solidez es la que asegura que no pueda haber una burbuja.
R. ¿Qué papel tiene España en el mundo de las subastas de arte?
R. España es un buen lugar para encontrar obras que luego tienen buena salida en las subastas de Londres, Nueva York o Ginebra. Aquí hay sobre todo arte contemporáneo y moderno. Siempre ha habido buena pintura antigua, que es un punto fuerte para nosotros, y también brillamos en el mercado de las joyas, uno de los que más crecen.
R. Ahora están impulsado la venta privada.
R. Por su naturaleza no podemos decir la obra, el comprador ni el precio, pero es una modalidad que crece, y que da más facilidades a los clientes, que no se tienen que regir por el calendario de subastas. Suelen ser obras muy representativas, de cierto nivel, y este método da más tranquilidad al comprador, porque se expone menos y no hay sorpresas muy grandes en el precio final. En una subasta abierta puede multiplicarse por cinco.

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Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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