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Desconcierto en las pequeñas empresas por el arranque del registro de jornada obligatorio

Valerio se lamenta de que las compañías "no se están tomando en serio" el control horario

EFE

"El jefe está mirando qué sistema de registro nos va a poner, porque nosotros entramos y salimos mucho y es difícil, además nos ha dicho que no hay nada para guiarse", asegura el encargado de una oficina de una importante empresa de mensajería de un polígono de Madrid.

Tampoco ha puesto aún ningún tipo de registro un empresario madrileño que tiene varios negocios de importación de maquinaria, mantenimiento de equipos hospitalarios y de explotación agrícola. "Mi caso es complicado, porque hay trabajadores de campo; comerciales; técnicos que visitan muchas empresas y, de momento, no he encontrado ningún sistema que me sirva para todos y se puedan guardar los datos con facilidad".

Esta incertidumbre reina hoy en muchas pequeñas empresas que, a pesar de ser conscientes de que el registro de jornada obligatorio entraba ayer en vigor, aún no han tomado la decisión de cómo controlar las horas que trabajan sus empleados. El Ministerio de Trabajo se comprometió el viernes a publicar hoy una guía para las empresas, ya que la ley es extremadamente general y deja muy abiertas las posibilidades de este registro. Además desde este departamento, no está previsto, de momento, un desarrollo reglamentario que acote esta nueva obligación empresarial

"Nosotras somos dos empleadas en turno de mañana y tarde y no nos han dicho que vayamos a tener que registrar la jornada de ninguna manera; de todas formas no hacemos horas extra y si alguna vez las hemos hecho nos las han pagado", aseguraba hoy la dependienta de una tienda de lencería. Sin embargo, el hecho de que empresario cumpla con sus obligaciones con las horas extra no le exime de controlar desde ayer el horario de sus dos empleadas, por lo que si la Inspección de Trabajo vistara esta tienda la sancionaría por la ausencia del registro.

Bien es cierto, que la Inspección de Trabajo han informado que si en las visitas que hagan a partir de hoy, la empresa demuestra que está negociando la implantación del registro con los representantes de sus trabajadores o está en vías de hacerlo de forma unilateral, les daran un plazo "limitado" que podría ser de uno o dos meses, según fuentes fuentes del sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social. Transcurrido dicho plazo volverán a comprobar si ya se registra la jornada y será entonces cuando multen a la empresa si no hace este control.

De hecho, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, se ha lamentado de que las empresas no se "han tomado en serio" la entrada en vigor este lunes del registro de jornada, por lo que ha asegurado que la Inspección de Trabajo "dará un margen de maniobra" antes de comenzar a sancionar.

En declaraciones a los medios al asistir a un desayuno informativo, la ministra de Trabajo ha dicho que las empresas han tenido "dos meses para planificar", pero "han esperado al último día" para abordar el sistema con el que van a controlar la jornada de sus trabajadores.

Pero lo que están haciendo la mayoría de las pequeñas y medianas empresas visitadas por este periódico es empezar a llevar un control de la jornada manual. "Yo me he hecho una plantilla con una hoja de Excel que tienen que firmarme todos los mecánicos cuando se van, poniendo la hora a la que han entrado y han salido", explica la encargada de un pequeño taller de coches de un barrio de Madrid.

Este mismo sistema manual, con una hoja de firmas, es el adoptado por un pequeño párking; una sucursal de Mapfre; o un bar de comidas. "Voy a empezar de esta forma manual y si me funciona ¿para qué nos vamos a gastar el dinero en otro sistema tecnológico?" añade la encargada del taller.

Dicho esto, también hay empresas que ni registraban la jornada ni la han empezado a registrar hoy. Es el caso de una constructora de tamaño medio que está realizando las obras de construcción de un edificio de oficinas y cuyos trabajadores no han oído hablar siquiera de esta nueva obligatoriedad empresarial".

En otros casos, las pymes confían este tipo de asuntos a sus gestores administrativos. En un bar situado en una zona de oficinas de Madrid, su encargado asegura que "la gestoría que nos hace los papeles no nos ha dicho nada, así que, de momento no hemos puesto ningún registro". Sin embargo, al informarle de que la Inspección de Trabajo podría sancionarle, este encargado ha dicho: "pues si es así, ya veré yo si sigo con esa gestoría".

Otra realidad es la de las grandes empresas y muchas medianas, sobre todo del sector industrial y de servicios, que, en su mayoría ya registraban su jornada fichando a la entrada y salida del puesto de trabajo. Aunque también en muchos de estos casos, aún no han solucionado cómo se controlarán las jornadas de los comerciales o de aquellos empleados que teletrabajan o realizan actividades fuera de las instalaciones de la empresa.

Sin excecpciones...de momento

El empleado de una productora de televisión explica la dificultad de controlar la jornada laboral dentro de su sector por la variedad de actividades y localizaciones que realizan. Ante ello, asegura que un grupo de productoras estaría intentando llegar a un acuerdo para solicitar al Ministerio de Trabajo una excepción a esta obligatoriedad.

Sin embargo, desde Trabajo ya se plantearon que existirían sectores que les solicitarían dicha excepcionalidad y ya decidieron no hacerlas. De momento, la ley reserva al Gobierno, a propuesta de Trabajo, "y previa consulta a las organizaciones sindicales y empresariales más representativas", la posibilidad de fijar dichas excepciones. En concreto, la norma da a este Ministerio la potestad de "establecer ampliaciones o limitaciones en la ordenación y duración de la jornada de trabajo y de los descansos, así como especialidades en las obligaciones de registro de jornada, para aquellos sectores, trabajos y categorías profesionales que por sus peculiaridades así lo requieran".

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