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El desamparo económico para un autónomo con cáncer

Las cuantías percibidas son mínimas y queda totalmente en riesgo la continuidad del negocio.

Cualquier enfermedad afecta negativamente a la vida laboral del trabajador autónomo, pero en el caso de padecer cáncer este perfil profesional está especialmente desprotegido, denuncian desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Un informe elaborado por la propia AECC, con la contribución del Comité de Participación de Pacientes de la AECC, y con la colaboración de la Asociación Profesional de Médicos Evaluadores de la Seguridad Social (APROMESS) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC) muestra que en 2017 se diagnosticaron 10.986 nuevos casos de cáncer a personas trabajadoras por cuenta propia.

60% de la base reguladora

La AECC denuncia que el autónomo, durante la baja, pasa a cobrar el 60% de la base reguladora del cuarto al vigésimo día y el 75% a partir del vigésimo primer día, igual que ocurre con los trabajadores por cuenta ajena. El problema está en que el 80% de estos profesionales cotiza lo mínimo, por lo que estas cuantías pasan a ser mínimas, comprometiendo la capacidad económica del autónomo, en un periodo de grave enfermedad.

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Asimismo, durante la baja, lo más probable es que tenga que cerrar o desatender su negocio, perdiendo su principal fuente de ingresos, o poniéndola en riesgo, al verse obligado a dejarla en manos de otras personas. De ahí que económicamente, tendrá que enfrentar un nuevo gasto mientras que sus ingresos se verán mermados. La prestación económica durante una baja por cáncer será de 670 euros al mes, en el 80% de los autónomos que actualmente cotizan por la mínima.

Cambios en 2019

No obstante, desde este año, el profesional queda liberado de pagar las cuotas de autónomos a partir del segundo mes de baja, lo que supone un importante alivio para aquellos profesionales que se encuentren en tal situación.

Durante la baja médica, los ingresos eran 670 euros, a los que había que restar 275 euros mensuales en concepto de cuotas. Es decir, quedaban 395 euros netos, con los que debe hacer frente a todos los gastos habituales, los derivados de la enfermedad y los requeridos para el mantenimiento del negocio.

El 71,8% de las personas que trabajan por cuenta propia y son diagnosticados de cáncer son hombres. La mayor incidencia en el colectivo de personas autónomas, sin distinción por sexo, se produce entre los 55 y los 64 años.

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