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El mayordomo ya no limpia plata, dirige equipos

Se demandan a profesionales polifacéticos para que atiendan residencias o lleven la agenda de multimillonarios Los hoteles de cinco estrellas también se diferencian con el servicio de mayordomía

Getty Images
Paz Álvarez

Cada vez se demandan más mayordomos. Lejos de la tradicional imagen del sirviente jefe de una residencia, encargado de la organización del servicio y de la administración de los gastos de la misma, el profesional que se requiere hoy día es el de una persona altamente cualificada, con conocimiento de idiomas y sobre todo con dotes de gestión de equipos. “La gente ya no quiere mayordomos que solo limpien plata, o que sean serviciales, sino que necesitan profesionales con don de gentes, que sean polifacéticos”, afirma Juan de Dios Orozco, director de International Butler School, la primera escuela española en formación de expertos en mayordomía.

Lo que se requiere es de un profesional que sepa dirigir equipos, procedentes de cualquier cultura del mundo. Porque el mayordomo actual debe actuar, saber organizar, aconsejar sobre un determinado cigarro o cómo armonizarlo con un whisky, atender a la prensa, llevar la agenda de la persona que le tiene contratado, además de conocimientos de seguridad o de protocolo internacional. “Desempeñan una gran actividad, puede atender un desayuno con unos chinos, a las 12 horas, un almuerzo con alemanes, y por la noche una cena con políticos. Debe hacer sentir bien a todo aquel que tiene alrededor, y no cualquiera sirve para ello”, señala Orozco.

Porque, en este caso, mucho más importante que la aptitud es la actitud. Por ello es importante que su formación esté relacionada con el trabajo que van a realizar, además de tener cierta experiencia, “y de saber servir a los demás sin sentirse menospreciado, con dotes de mando y de flexibilidad”.

La profesión de mayordomo no sabe de horarios, sí de dedicación: requiere de 24 horas por 24 horas. Por este motivo, asegura este experto, el perfil que más se demanda es el de varón, soltero y sin compromisos personales, con edad comprendida entre los 30 y los 38 años, y con disposición para viajar por todo el mundo. Que nadie piense que el mayordomo de hoy día se queda encerrado en una mansión. Todo lo contrario, ha de estar dispuesto a tomar un avión privado en cualquier momento, y organizar todo lo concerniente a este tipo de desplazamientos, como es tener preparado un coche en el aeropuerto de destino, tener preparado el equipaje de la persona a la que acompaña, saber doblar una camisa con papel de seda…

En definitiva, es quien controla todos los aspectos domésticos de la vida de una persona. “Hay que diferenciar que un mayordomo no es un camarero distinguido, ni tampoco cobra 1.200 euros al mes, es un profesional muy demandado y escaso”, detalla Orozco, quien especifica que el salario neto de este tipo de perfil es de 52.000 euros netos, a los que hay que añadir la vivienda, la comida, la Seguridad Social, “es un buen sueldo”, que varía, dependiendo del país en el que se trabaje. Así por ejemplo, en México el salario asciende a más de 85.000 euros y en Arabia Saudí puede llegar hasta los 180.000 euros.

La escasez de este tipo de perfiles, formados y con experiencia, hace que estén muy cotizados. Con el objetivo de impartir este tipo de formación y atender la demanda del mercado, nació International Butler School, una escuela que imparte novedosos cursos como el de Experto en mayordomía y gestión interior de yates de lujo, que combina las especificidades del servicio en la hotelería de lujo con la particular forma de ofrecer servicios y atenciones en yates de recreo. “Existe un problema tremendo para encontrar buenos profesionales en este campo, cualificados con un trato exquisito. No es fácil, porque además quienes demandan este tipo de servicio son las grandes fortunas, no los que salen en la revista ¡Hola!”, apunta Orozco.

A las grandes fortunas les gusta tener mayordomo, alguien que se adelanta a las necesidades de otros. “Recientemente nos han pedido a una persona para atender y gestionar cuatro viviendas, y necesitaban a alguien que tuviera todo organizado en esas residencias”.

En este sentido, señala que son demandados sobre todo en países como China, Rusia, México, “donde hay una gran demanda sobre todo para hoteles de gran lujo”, y los países árabes. “Pero ya no se requiere de mayordomos británicos, que son los que tradicionalmente saben limpiar bien la plata, ni de los filipinos, que atienden sobre todo el servicio doméstico y son principalmente sirvientes, sino un tipo de profesional mucho más cualificado y cosmopolita”, afirma este experto, que descubrió un nicho de mercado en la formación de este tipo de profesionales, tras su experiencia formando a directivos y a ingenieros expatriados de grandes empresas en protocolo internacional.

El mayordomo debe saber, por tanto, desenvolverse con personas y en ambientes de un alto poder adquisitivo, pero sabiendo muy bien que él no forma parte de ese exclusivo colectivo, por lo que la humildad, la honestidad, la excelencia, la discreción, la lealtad y el espíritu de servicio son rasgos clave para el buen desempeño de esta actividad profesional. Debe, por tanto, saber oír, ver y callar.

Saber limpiar un zapato de mil euros

¿Quién necesita un mayordomo? Juan de Dios Orozco, director de International Butler School, señala que se trata de un puesto pensado para hoteles de lujo y de gran lujo, en grandes propiedades y en yates privados o de chárter, a nivel nacional e internacional.El salario en un hotel de lujo. Este tipo de perfil cobra unos 2.700 euros de salario neto, “nómina que se multiplica por cinco si se añaden las propinas”, afirma Orozco. Su función es la de tener preparado el equipaje del cliente, saber limpiar un zapato de mil euros, o que una blusa de seda necesita de papel de seda para que no se arrugue. “No sirve cualquiera para este puesto”.

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Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

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