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Contante y Sonante
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

“Mis depósitos me los llevo a Zaragoza”

Calma tensa en CaixaBank y Sabadell Listos los reponedores de cajeros, por si acaso

El sector financiero vivió este fin de semana con la respiración contenida. Varias entidades que operan en Cataluña, por no decir casi todas, habían alertado a sus directivos para que estuvieran preparados por si era necesario que acudieran a sus despachos. Pero no fue necesario. Ayer el foco no estaba en el sector financiero, sino en los políticos y en las calles.

Para la actividad de las entidades financieras que operan en Cataluña el fin de semana fue descrito de “calma tensa” para un directivo de un banco. Esta inquietante tranquilidad se trasladó en un aumento de los empleados que estuvieron de guardia para evitar cualquier posible incidente operativo en los servicios online de estas entidades, o ante una hipotética extracción masiva de dinero a través de los cajeros automáticos. “Pero la característica en el sector durante el sábado y el domingo fue de normalidad”.

La banca implantó medidas preventivas más que extraordinarias. Los días anteriores al referéndum los bancos no detectaron ninguna fuga de depósitos, algo que fue corroborado por el Banco de España. La prima de riesgo tampoco había experimentado signos de alarma ante la tensión del referéndum catalán. Aunque habrá que esperar a la reacción de los mercados hoy lunes, aseguraba un analista el viernes.

Los reponedores de cajeros automáticos, eso sí, incrementaron su número y el dinero que normalmente manejan para alimentar los terminales ante una posible avalancha de clientes que pudiesen decidir sacar parte de sus ahorros a través de estas máquinas.

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Pero la banca no tuvo que recurrir a los servicios extra. La actividad en los cajeros fue la habitual en un fin de semana. “Incidencias cero”, coincidieron varias fuentes financiera, pese a ello, algunas fuentes apuntan a que habrá que esperar a hoy lunes para conocer la verdadera respuesta a lo sucedido el domingo.

El Banco de España tampoco había proporcionado ninguna recomendación a la banca como medidas preventivas para el fin de semana o para el día después. “Cero”, insistían el viernes fuentes financieras.

Eso sí, otras fuentes recordaban que el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ya había alertado al sector financiero en particular, y a la sociedad catalana y la española en general sobre los riesgos económicos para todas las partes si se producía la independencia de Cataluña. “Seguro que en privado Linde ha avisado de los peligros de la ruptura del actual mapa español muchas veces. En público ya lo viene haciendo esporádicamente desde 2013”, subrayan estas mismas fuentes financieras.

Todas las fuentes financieras consultadas coinciden en que hasta ayer no se había producido en la banca ningún incidente a destacar, “solo casos anecdóticos”. Entre estas anécdotas llama la atención la de algunos clientes de Lleida. Al parecer, y siempre según fuentes financieras, algunos ahorradores de esta ciudad habían consultado la posibilidad de llevarse su dinero a una nueva cuenta en una sucursal de su mismo banco, pero en Zaragoza, ciudad a un paso de la provincia catalana.

La cuestión tiene su lógica. Consideran que en el hipotético caso de que Cataluña se independizase todos los activos que los bancos gestionan en esta comunidad autónoma (no solo los de CaixaBank y Sabadell, que tienen su sede en Cataluña, sino todas las entidades con presencia allí), tendrían que cambiar de moneda y adoptar la que implantase el potencial gobierno del nuevo país, ya que un estado europeo no puede incorporarse inmediatamente al euro. Debe cumplir una serie de requisitos y pedir formalmente su adhesión a la divisa europea, a lo que se añade la necesidad de crear un supervisor que fuese admitido por el BCE, ya que el Banco de España no tendría potestad para operar en Cataluña.

Esta es, precisamente, la alerta que Linde ha comentado en alguna ocasión en público. La entidad que no esté situada en la zona euro no podrá beneficiarse de las líneas de liquidez del Banco Central Europeo (BCE), vías de las que se alimenta la gran parte del sector financiero del Viejo Continente.

Esto supondría un colapso para la economía catalana, por lo menos hasta su incorporación al euro, recalcan los expertos, que también recuerdan que su repercusión en el resto de España sería también muy peligrosa.

El mayor problema inicialmente lo tendrían los dos bancos con sede en Cataluña, CaixaBank y Sabadell, que ya no podrían acudir a la ventanilla del BCE para obtener financiación para la concesión de créditos. Aunque, como argumentan directivos del sector, “ese es un mal menor, porque un cambio de sede se puede producir ahora casi inmediatamente, y más en caso de urgencia”, aseguran. El principal escollo es el riesgo de los activos de cualquier banco que operase en Cataluña si se produjera en algún momento su independencia. Todos estos activos tendrían que pasar a la hipotética nueva moneda local, mientras que sus pasivos y el resto de los activos fuera de la zona catalana estarían en euros. Un puzle de muy difícil encaje.

Pero, de momento, esto son teorías que ni la responsable del Mecanismo Único de Resolución (MUR), dependiente del BCE, Daniéle Nouy, ha querido tratar en la reunión que mantuvo el martes pasado con los principales ejecutivos de la banca española. O por lo menos eso es lo que nos han trasladado a la prensa. En una intervención pública que tuvo un día después, Nouy tampoco abordó las posibles consecuencias o riesgos de una salida de Cataluña de las fronteras españolas. Tampoco lo hizo el subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, ni los consejeros delegados de CaixaBank y Sabadell, Gonzalo Gortázar y Jaume Guardiola, respectivamente. A las puertas del referéndum que la banca hablase de ello parecía un tema tabú.

Habrá que esperar las reacciones de los mercados, de la Bolsa y de los clientes bancarios hoy y en días sucesivos si la Generalitat y el Gobierno de Mariano Rajoy no logran limar sus ya enquistadas diferencias. La normalidad ha sido la tónica en el sector en estos días. Esperemos que siga así para el bien de la banca, de sus clientes y de la economía catalana y de los españoles en general. Ah, y solo como apunte, CaixaBank sigue buscando muy interesadamente su oportunidad para crecer con otra compra.

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