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La creadora del exoesqueleto biónico para niños, inmortalizada para construir vocaciones científicas

La Universidad Politécnica y el Ayuntamiento de Valencia homenajean a la científica con un mural en la pared de un instituto para visibilizar y rendir tributo a las mujeres de ciencia

La científica Elena García Armada (de blanco) creadora del primer exoesqueleto biónico para niños, con la artista del mural, Sara Mono.
La científica Elena García Armada (de blanco) creadora del primer exoesqueleto biónico para niños, con la artista del mural, Sara Mono.Mònica Torres
M. Fabra

Elena García Armada, creadora del primer exoesqueleto biónico del mundo para niños es inmortal desde este viernes. Su rostro y su trabajo ocupan una de las paredes verticales de un instituto de Valencia. Junto a ella aparece Álvaro De la Calle, el primero de los niños que utilizó el “exo”, cuya colaboración fue clave para su desarrollo.

“Ojalá este mural sirva para despertar en una alumna esa chispa de curiosidad y de ganas de crear que hace falta para la investigación”, ha dicho García Armada en el momento en el que el mural, obra de la artista Sara Mono ha quedado al descubierto. La iniciativa está promovida por la Universidad Politécnica de Valencia y el Ayuntamiento de Valencia que ya ha plasmado el trabajo de dos docenas de científicas por la ciudad. Por un lado, pretende visibilizar y rendir tributo a científicas de referencia a nivel nacional e internacional y, por otro, denunciar las consecuencias de la desigualdad de género, tanto en la construcción de vocaciones científicas e investigadoras, como en el desarrollo de las carreras profesionales de las mujeres, sus condiciones laborales, el acceso a ámbitos de investigación y los techos de cristal a los que todavía se ven sometidas.

“Las niñas y niños de este Instituto Font de Sant Lluís (que es en el que se ha creado el mural) van a ver diariamente la fuerza de la ciencia: la capacidad para crear algo de la nada que sirva para mejorar la calidad de vida de millones de personas”, ha dicho García Armada. La científica ha aprovechado además para destacar la parte pragmática de las mujeres de ciencia: “Hemos contribuido con nuestro talento, trabajo y visión a encontrar soluciones a los problemas de nuestra sociedad. Porque eso es lo que significa la investigación científica: descubrir nuevos conocimientos que sirven para resolver problemas reales”. También ha destacado que sin el talento femenino, la búsqueda del talento es incompleta.

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La intervención de Elena García Armada ha contado con la especial atención del coprotagonista del mural: Álvaro De la Calle, de 10 años, afectado por una Atrofia Muscular Espinal (AME), una enfermedad neurodegenerativa que ataca las células nerviosas y que le impide ponerse en pie si no es con el exoesqueleto, con el que ahora camina y pueda jugar a encestar. Su colaboración –y la de su familia- fueron clave para el desarrollo del exoesqueleto: desde el primer prototipo, Álvaro ha participado en todos los ensayos. “Súperbonito e impresionante” son los calificativos que ha utilizado para hablar de la enorme pintura. “Cuando me enseñaron la primera foto me quedé impresionado, pero verlo ahora en directo es muy emocionante. Y salir en el mural con Elena, ya sin palabras”, ha señalado.

El proyecto de investigación de García Armada empezó en 2009. 12 años después, los exoesqueletos infantiles son una realidad. El exoesqueleto, compuesto por 10 articulaciones, imita el funcionamiento del músculo natural y, gracias a la inteligencia artificial, anticipa el movimiento del paciente aportando la fuerza necesaria para completar la marcha. Esto permite caminar a niños que no pueden hacerlo.

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