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¿Cuántas estrellas se ven en el cielo?

Contar estrellas en el cielo es fácil, pero ¿es eso suficiente para contestar a una pregunta tan aparentemente fácil como cuántas estrellas se ven?

Pablo G. Pérez González
Impresión artística de un sistema binario.
Impresión artística de un sistema binario.M. GARLICK/UNIVERSITY OF WARWICK/ESO (Europa Press)

Una lectora retuiteó nuestro artículo reciente sobre agujeros negros diciendo que hay preguntas que hacen los hijos y requieren respuesta. Pues aquí tiene otra. El ojo humano puede ver estrellas hasta lo que denominamos en astrofísica como magnitud 6, lo que equivale a que una vela se vea a una distancia de 2.5 kilómetros. Estrellas más brillantes en nuestra escala equivalen a números más pequeños, es decir, 5, 4, 3,..., el sistema de magnitudes va al revés, se lo inventó un griego y es logarítmico. A simple vista podríamos observar, a lo largo del año y desde España, unas 5000 estrellas con magnitudes menores que 6, eso sí, en sitios donde no haya mucha contaminación lumínica. Pregunta contestada, ¡un artículo en Vacío cósmico de solo 100 palabras! Lástima que la afirmación anterior sobre el número de estrellas sea falsa, aunque así se menciona en muchos libros y páginas web. Lo explicamos.

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Si miran al cielo esta noche, podrán ver, casi en lo más alto si están en la Península o Canarias, la estrella Vega en la constelación de Lyra. Pues bien, al lado de Vega se encuentra la quinta estrella más brillante de la misma constelación, epsilon-Lyra. Esta es en principio una estrella normalita, no muy brillante, pero visible sin instrumentos. Ahora bien, si se observa con unos simples prismáticos, o mejor con un telescopio que no tiene que ser muy potente, resulta que esa “estrella” se ve doble, y cada una de las “estrellas” en las que se separa epsilon-Lyra se ve alargada porque son a su vez sistemas dobles de estrellas. Epsilon-Lyra es conocida como la Doble Doble, como los dobles-dobles que se marca Usman Garuba en la ACB; donde en principio contaríamos una única estrella ¡en realidad hay 4!

Hay más ejemplos de estrellas dobles observables a simple vista, y sistemas triples, cuádruples, etc… visibles con telescopios. Entre las más famosas está Mizar y Alcor, en la Osa Mayor, siendo la segunda la más débil, llamada “la olvidada”, y cuya detección se usaba tradicionalmente para demostrar la agudeza visual de los astrónomos o de guerreros indios.

La mayor parte de las estrellas que podemos ver a simple vista están a menos de 200 años luz de distancia

Que dos estrellas aparezcan muy cerca una de otra en el cielo de modo que sea muy difícil separarlas puede ser casual o tener una razón física. Que la alineación sea casual es bastante difícil, pero no imposible, la Vía Láctea es muy grande, aunque también está bastante vacía. Pensemos que en las inmediaciones del Sol, en el disco de la Vía Láctea, donde se sitúan la mayor parte de estrellas visibles con nuestros ojos, hay solo unas 4 estrellas por cada 1000 años-luz cúbicos (es decir, en cada cubo de 10 años luz de lado). La mayor parte de las estrellas que podemos ver a simple vista están a menos de 200 años luz de distancia. Dejamos a Carlo Fabretti que nos cuente cómo calcular la probabilidad de que dos estrellas suficientemente brillantes como para verlas con nuestros ojos estén alineadas en el cielo (al menos suficientemente como para no poder separarlas a ojo), pero podemos imaginarnos que no es muy grande. Sin embargo, haberlas haylas, por ejemplo Algedi, la estrella más brillante de la constelación de Capricornio, también visible estos días, y su compañera, separadas una distancia casi inapreciable en el cielo, pero una a 101 y otra a 103 años luz.

Por tanto, casi todas las estrellas que se ven dobles o múltiples visualmente son en realidad lo que se conoce como estrellas binarias o sistemas múltiples. ¡Las casualidades no existen, son la física!, dijimos un día. Eso significa que esas estrellas están ligadas gravitacionalmente, y todos los miembros del sistema orbitan en torno al centro de masas conjunto, en una danza cósmica perfecta, en el sentido de que sigue la Ley de la Gravitación Universal.

Sirio, la estrella más brillante del cielo, que la humanidad ha estado observando durante milenios, no se descubrió que es un sistema binario hasta 1862 con 2 estrellas que pueden estar tan juntas como el Sol y Saturno o tanto como el Sol y Neptuno

¿Cuántas estrellas viven acompañadas de una hermana, como las estrellas que se ven en el Tatooine de Star Wars, en Pitch Black o en Alien 3? Pues esa es una pregunta para la que todavía no tenemos una respuesta precisa, es bastante difícil detectar la naturaleza binaria o múltiple de las estrellas. Por ejemplo, Sirio, la estrella más brillante del cielo, que la humanidad ha estado observando durante milenios, no se descubrió que es un sistema binario hasta 1862 con 2 estrellas que pueden estar tan juntas como el Sol y Saturno o tanto como el Sol y Neptuno. Lo más aceptado actualmente es que aproximadamente la mitad de estrellas tipo Sol son binarias y 4 de cada 5 estrellas masivas, como Vega, también.

¿Y por qué hay tantas binarias? El que existan tantos sistemas múltiples tiene una explicación física. La razón es cómo se forman las estrellas. El proceso parte de nubes de gas densas, que se van rompiendo en grumos y cada grumo va colapsando y haciéndose más denso hasta que se alcanzan las condiciones para que empiecen las reacciones de fusión nuclear. O no se alcanza ese punto y el grumo se queda como una enana marrón o como un planeta gaseoso estilo Júpiter o Saturno. Fácilmente una nube maternal puede romperse en decenas o centenares de grumos, millones en algunas nubes gigantes, formando un número de estrellas parecido. El resultado final es un cúmulo de estrellas, irregular como las Pléyades o muy regular y denso como el famoso Messier-13.

Esta teoría de formación de estrellas también explicaría que las binarias disuelvan su compromiso de pareja, casi siempre debido a terceros cuerpos. En esa danza cósmica en la que las estrellas orbitan en torno al centro de masas común, ligadas por la gravedad, a veces alguna estrella puede acercarse demasiado a alguna compañera que no le conviene como pareja de baile y salir disparada, en una órbita no cerrada que la lanza al medio intergaláctico. Lo mismo le puede pasar a planetas que orbitan estrellas, que se convierten en astros verdaderamente errantes (como implica la etimología de la palabra planeta).

Concluimos ya (y nos despedimos hasta septiembre). El problema de la naturaleza binaria o múltiple de las estrellas no está aún cerrado, y hoy sabemos que tiene una gran importancia, empezando porque no podemos responder de manera precisa a nuestra pregunta del título: muchas luminarias que llamamos “estrella” en realidad son varias, su luz se combina y nos las distinguimos a simple vista. Desde el punto de vista astrofísico, las binarias son muy interesantes: el vivir en pareja o sola puede influir en el tipo de luz y brillo del sistema estelar, o en la evolución de cada estrella. Como ocurre también en humanos, la vida puede ser más sugestiva, y compleja, si se vive acompañado.

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Pablo G. Pérez González
Es investigador del Centro de Astrobiología, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (CAB/CSIC-INTA)

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