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Los cofundadores de BioNTech: “Esta vacuna es solo el comienzo”

La era de las vacunas de ARNm no ha hecho más que empezar, según los doctores Özlem Türeci y Uğur Şahin, cofundadores de la empresa alemana BioNTech

Los cofundadores de BioNTech, Ugur Sahin y Özlem Türeci.
Los cofundadores de BioNTech, Ugur Sahin y Özlem Türeci.BioNTech
Joanna Roberts (Horizon Magazine)

La doctora Özlem Türeci (Lastrup, Alemania, 54 años) y el doctor Uğur Şahin (Iskenderun, Turquía, 55), cofundadores de la empresa alemana BioNTech, sostienen que el éxito en el desarrollo de vacunas de ARN mensajero contra la covid-19 es “transnacional”, y que abre las puertas a nuevos tipos de vacunas contra otras enfermedades infecciosas, así como contra el cáncer. La vacuna desarrollada por este matrimonio de científicos y producida con la compañía Pfizer, es una de las que se están utilizando en todo el mundo para luchar contra la covid. “Esta vacuna es solo el comienzo”, aseguran.

Pregunta. La vacuna de Pfizer/BioNTech contra el coronavirus es la primera aprobada para uso comercial que tiene ARN mensajero [una especie de instrucciones para fabricar una proteína que desencadena la respuesta inmunitaria] . ¿Ha cambiado este año de manera fundamental la forma en la que se desarrollarán las vacunas en el futuro?

Uğur Şahin: El caso de la covid-19 muestra realmente algunas de las ventajas que ofrecen las vacunas de ARNm. La primera es que ha sido el desarrollo [de vacunas] más rápido en toda la historia médica. Esta es, a menudo, una de las ventajas fundamentales de las vacunas de ARNm: es posible fabricarlas en ciclos de producción cortos y en solo unas semanas pudieron empezarse los ensayos clínicos. La segunda es que los datos muestran claramente que el método no solo es el más rápido, sino también el más eficaz para inducir no solo respuestas inmunitarias [respuestas de anticuerpos y células T], sino también para prevenir la enfermedad sintomática. Los nuevos datos obtenidos [de la vacunación en la población general] también muestran su eficacia para prevenir la infección, algo importante para controlar la pandemia. Y la tercera es que estamos viendo que la tecnología, que nunca antes se había utilizado para uso mundial, ha permitido aplicar vacunas a muchísimos millones de personas. Tenemos pensado fabricar 2.000 millones de dosis para finales de este año. Y esto es solo el comienzo. Esto es el ARNm 1.0. La prueba de concepto para una nueva clase de fármacos.

“Tenemos pensado fabricar 2.000 millones de dosis para finales de este año”


P. Ahora que han conseguido desarrollar una vacuna de ARNm, ¿se trata de introducir sin más secuencias de ARN de otros virus o patógenos para crear nuevas vacunas? ¿Qué otras enfermedades infecciosas tienen en mente?

Özlem Türeci: Ahora mismo esa es una de las cuestiones importantes Más específicamente, cómo priorizar todas las oportunidades. Los trámites que hemos seguido hasta obtener una autorización condicional para comercializar la vacuna contra la covid-19 nos ha permitido establecer la tecnología para todas las fases de desarrollo clínico y el procedimiento regulador.

En principio, hay otros muchos casos de enfermedades infecciosas y patógenos en los que simplemente tendríamos que cortar la secuencia de la proteína S de la covid-19 e insertar la información genética de un antígeno de otro virus o patógeno en el mismo vector de ARNm, y después básicamente repetir lo que hemos hecho. Y la gripe es la más inminente, porque ya estamos trabajando en ella. Pero tenemos otras dos indicaciones de enfermedades infecciosas (como la tuberculosis) en las que ya hemos empezado el trabajo preclínico y ya estamos compilando la siguiente lista.

P. Han mencionado que ya habían empezado a trabajar con una vacuna para la gripe antes del año pasado. ¿Por qué la vacuna contra la covid-19 se ha desarrollado con tanta rapidez, en comparación?

O. T. No empezamos a colaborar con Pfizer en la creación de la vacuna contra la gripe hasta 2018, y nos encontrábamos en la fase del trabajo preclínico inicial cuando estalló la pandemia. De modo que yo no diría que la gripe sea mucho más lenta.

Lo que ocurre es que, en el caso de la covid-19, nos encontrábamos en una pandemia mundial, lo que hizo que la atención y los recursos mundiales se centraran en ella; todos los interesados, incluidas las autoridades reguladoras y las redes clínicas, tenían un gran interés. Los procesos para empezar estudios primero en humanos o llevar a cabo grandes ensayos, que normalmente llevan meses debido a los prolongados tiempos de espera, se han acelerado.

Ahora, cuando retomemos nuestro trabajo sobre la gripe, podremos aprovechar todas las ventajas que aporta el ARNm en lo referente a ciclos de fabricación cortos, para adaptarlo a las variantes estacionales y todos los demás aspectos.

“Hay otros muchos casos de enfermedades infecciosas y patógenos en los que simplemente tendríamos que cortar la secuencia de la proteína S de la covid-19 e insertar la información genética de un antígeno de otro virus o patógeno”

P. En un principio, comenzaron a estudiar las vacunas de ARNm como forma de tratar el cáncer. ¿Por qué?

O. T. Uğur y yo somos médicos, y hemos tratado a pacientes oncológicos. Somos también inmunólogos, y nos fascina el sistema inmunitario. De modo que nos preguntamos cómo podríamos atender una necesidad médica que los métodos de atención actuales no logran cubrir. Inmediatamente pensamos en emplear terapias inmunológicas y en activar el sistema inmunitario.

U. S.: Llevamos más de 20 años trabajando con ARNm. La razón por la que empezamos fue nuestra idea de crear terapias oncológicas individualizadas, basándonos en la observación de que los antígenos tumorales, los antígenos de las células oncológicas, que son reconocidos por las células T [del sistema inmunitario]. Son únicos en cada paciente de cáncer.

Comprendimos que una terapia futura podría centrarse en analizar el tumor del paciente y descubrir qué antígenos serían los adecuados, y después producir una vacuna basada en esta información. Y esa idea requiere la tecnología adecuada, que nos permita inducir una respuesta inmunitaria contra cualquier tipo de antígeno tumoral de manera potente y que pueda fabricarse en pocas semanas porque el cáncer, por supuesto, podría estar creciendo.

Cuando empezamos, evaluamos el ADN, las vacunas de vectores, los péptidos y las proteínas recombinantes. Todo lo que se ha probado antes como posible tecnología vacunal. Pero después, evaluamos el ARNm y comprendimos que podía ser realmente potente. Vimos que el ARNm podía expresarse en las células dendríticas, que son las células clave para inducir una respuesta inmunitaria. Y ese fue uno de los factores decisivos, junto con la capacidad de fabricar la vacuna con rapidez. Y por eso empezamos a desarrollar las vacunas de ARNm.

P. ¿Supuso un salto muy grande el hecho de trasladar el objetivo a las enfermedades infecciosas?

O. T. Cuando empezamos, hace muchos años, teníamos muy claro que debíamos estudiar el sistema inmunitario para poder redirigirlo contra el cáncer.

El sistema inmunitario ha desarrollado mecanismos para protegerse y defenderse contra patógenos como los virus. Los virus de ARN son los más antiguos, lo que significaba que, aunque trabajásemos en el cáncer durante tantos años, teníamos que entender los mecanismos del sistema inmunitario, que originalmente se dirigían contra los virus, y también desarrollar métodos para movilizar diferentes efectores del sistema inmunitario [células que llevan a cabo respuestas inmunitarias] contra un antígeno. Teníamos que mejorar profundamente la potencia de las vacunas de ARNm, porque es muy difícil desarrollar respuestas inmunitarias potentes contra los autoantígenos de las células cancerígenas.

“El sistema inmunitario ha desarrollado mecanismos para protegerse y defenderse contra patógenos como los virus. Los virus de ARN son los más antiguos”

Y así, una vez que teníamos todo esto (el conocimiento del sistema inmunitario), el hecho de usarlo para lo que originalmente estaba pensado por la naturaleza, es decir, la protección contra virus, no supuso un gran salto.

U. S. El principio fundamental es el mismo: se trata de diseñar un antígeno y transportarlo a las células dendríticas para inducir una respuesta inmunitaria.

P. ¿Se sorprendieron cuando vieron en los ensayos clínicos que su vacuna presentaba un 95% de eficacia contra la covid-19?

O. T. Cuando empezamos [en enero de 2020], no sabíamos mucho sobre la biología del virus. Nuestro objetivo era obtener una respuesta inmunitaria ideal, y sabíamos cómo retocar nuestra vacuna para conseguir esa respuesta. De modo que, cuando reunimos los datos del ensayo de la fase I, vimos claramente que habíamos conseguido nuestro objetivo.

Sin embargo, lo que no sabíamos era cuánta eficacia podía alcanzar esta respuesta inmunitaria. Las eficacias de las vacunas tradicionales se sitúan en general - y típicamente en el caso de las vacunas contra la gripe - entre el 50% y el 70%. El 95% fue una sorpresa muy positiva.

P. A medida que las campañas de vacunación se aceleran, obtenemos más datos sobre la eficacia, el efecto sobre la transmisión, la seguridad, etcétera. ¿Qué buscan ustedes en especial en esos datos?

O. T. Conocer la eficacia en la población en general es muy importante. Los datos parecen confirmar una eficacia elevada en la población general y en subgrupos poblacionales.

Ya hemos demostrado en nuestro ensayo clínico que nuestra vacuna funciona, con independencia del sexo o la edad. Pero en un ensayo clínico no podemos incluir todas las subpoblaciones –como pacientes inmunodeprimidos, o pacientes con enfermedades renales que se someten de manera regular a hemodiálisis– con tamaños de muestra que nos permitan sacar conclusiones. Esto lo obtendremos con los estudios sobre la vacunación general, y nos ayudará a comprender en qué niveles y a qué subconjuntos de la población protege la vacuna.

“Creemos que las vacunas de ARNm provocarán una transformación. Claramente vemos por delante una era de vacunas de ARNm”

P. El objetivo es alcanzar la inmunidad de grupo.

U. S. Por el momento, uno de los retos es que la gente piensa “esto es nuevo y me produce escepticismo, me gustaría recibir una vacuna tradicional”. Pero es muy probable que rápidamente se produzca un cambio, a medida que vayamos teniendo datos. Seguiremos explicando cómo funcionan estas vacunas de ARNm. En menos de un año hemos publicado ocho artículos sobre la vacuna contra la covid-19. Y vendrán algunos más.

P. ¿Piensan que algún día todas las vacunas serán de ARNm?

O. T. Creo que podemos decir que creemos que las vacunas de ARNm provocarán una transformación. Claramente vemos por delante una era de vacunas de ARNm. Sin embargo, hay límites en los que, debido a la biología del patógeno correspondiente, el ARNm no es el formato adecuado.

U. S. Por el momento, las vacunas de ARNm no pueden suministrar antígenos de carbohidratos bacterianos. De modo que todas las vacunas neumocócicas [que ayudan a proteger contra las bacterias causantes de neumonía o de meningitis, por ejemplo] en las que realmente se necesitan estos carbohidratos no pueden sintetizarse por ARNm. Ningún tipo de diseño de antígeno que no pueda ser codificado por ARNm, que la célula humana traduce en proteínas, puede abordarse mediante una vacuna de ARNm. De modo que creemos que seguirá habiendo espacio para otras vacunas.

P. Al comienzo de su trabajo, recibieron ustedes financiación de la UE para investigación básica. ¿En qué medida les ha sido de utilidad?

U. S. La financiación de la UE, y también del Estado alemán, nos permitió generar un conocimiento científico profundo sobre el reconocimiento del cáncer por el sistema inmunitario. Las ayudas también han permitido financiar las primeras fases de investigación de nuestra vacuna de ARNm. Nos ayudó a mejorar nuestras vacunas y a generar datos preclínicos y clínicos sobre nuestro método concreto de vacuna de ARNm individualizada contra el cáncer. Los resultados obtenidos de estos proyectos nos ayudaron a encontrar inversores que creyeran en nuestra idea. El desarrollo farmacéutico de nuevos fármacos es muy caro, y, en comparación con la financiación que reunimos, la mayor parte en forma de capital riesgo, la cantidad que recibimos de la UE es insignificante. Sin embargo, es importante entender que el desarrollo de innovaciones es un proceso acumulativo. Los resultados clínicos que hemos generado con estas vacunas de ARNm plantean nuevos interrogates y abrirán nuevas áreas de investigación.

Este artículo ha sido originalmente publicado en inglés en Horizon, la revista de investigación e innovación de la UE. La investigación de este artículo fue financiada por la UE.

Traducción de NewsClips.

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