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El monólogo de Pamela Palenciano contra la violencia machista retumba a las puertas de la Asamblea

Tras no poder actuar dentro de la Cámara, la activista reúne a cientos de espectadores en la acera

Pamela Palenciano, rodeada de mujeres a las puertas de la Asamblea.Vídeo: KIKE PARA
Juan José Mateo

El frío de enero se combate con aplausos, cánticos y la energía de Pamela Palenciano (Andújar, Jaén, 1982), activista feminista y víctima de la violencia de género. Da igual que el gabinete del presidente de la Asamblea de Madrid, Juan Trinidad (Cs), haya denegado el permiso para que la activista represente un monólogo contra el machismo dentro de la Cámara, aduciendo que la petición de Unidas Podemos incumplía las normas. No importa que Vox haya señalado a esta feminista en sus redes sociales, descalificando como "chorradas" su trabajo, y apuntando que sus visitas a los colegios de secundaria podrían impedirse con el veto parental educativo. Y tampoco pesan las rachas de viento frío, ni el cielo nublado: cientos de personas abarrotan la acera opuesta a la Asamblea regional mientras Palenciano representa No solo duelen los golpes, el monólogo expulsado de la Cámara. 

"Hola, buenos días, soy Pamela, y me encantaría empezar mi monólogo como cualquier actor o actriz", arranca Palenciano, que se mueve con un banco de madera como todo punto de referencia y la Asamblea como telón de fondo. "Pero por esta obra tengo dos denuncias, las dos archivadas, no os preocupéis", sigue. "Y mi abogada me ha pedido que diga tres cosas antes de empezar, porque trabajo con menores de edad, hay que cuidar a los adolescentes... y sobre todo, ahora, para que no me pongan el pin parental", remata, en referencia a Vox.

El público acompaña la interpretación con constantes muestras de apoyo. Fila tras fila, se agolpan los espectadores. También hay gente sentada en el suelo. Nadie quiere perderse ni una palabra. "Nos quieren ignorantes", se lee en un cartel enarbolado entre el público. "¡Ánimo Pamela! ¡Aquí está tu manada!", se grita. "¡Tú sí que vales!", se escucha. "¡Tocan a una, tocan a todas!".

"Hay puntos en común y hay que aliarse", pide la activista durante su monólogo, convocando a todas las mujeres a unirse para combatir el machismo, la violencia de género y la estructura que le atribuye a la sociedad, que describe gráficamente separando en vertical sus dos manos: los hombres, arriba; las mujeres, abajo. "Esto que me está pasando a mi es en realidad un mensaje para todas, quieren atacar al feminismo", asegura. "Nos están atacando a todas, quieren atacar los derechos que tantos siglos nos ha costado conseguir. Hay que estar en las calles. No nos queda otra que unirnos".

"Ha sido un veto ideológico", lamenta Isabel Serra, la portavoz de Unidas Podemos IU Madrid en Pie, el grupo que invitó a la activista al Parlamento regional. "Frente al acoso de la extrema derecha, le dijimos que íbamos a apoyarla, que iba a ser acogida en la Asamblea, y ha sido todo lo contrario".

Dentro del Parlamento, los pasillos permanecen semivacíos. Silenciosos, mientras retumban por las calles de Vallecas las intervenciones con las que termina el monólogo de Palenciano. 

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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