_
_
_
_
_

Cuando quejarse de las molestias de un piso turístico acaba en una paliza

Un vecino de un apartamento de Barcelona resulta agredido por un empleado, mientras el Ayuntamiento denuncia "prácticas mafiosas"

Clara Blanchar
Entrada al edificio donde se halla el piso turístico ilegal.
Entrada al edificio donde se halla el piso turístico ilegal.Albert Garcia

En Barcelona es habitual escuchar el testimonio de vecinos de pisos turísticos ilegales que se ven obligados a convivir con trajín de maletas a todas horas, incivismo y juerga día sí, día también. Lo insólito del caso de una pareja de vecinos del barrio del Born es que la historia acaba en una paliza a uno de ellos por parte de un empleado del piso turístico. El Ayuntamiento, que estaba al corriente del caso y había intentado cerrar el piso, habla de "prácticas mafiosas" por parte de algunos actores y pide que los jueces colaboren para agilizar la clausura de estos apartamentos. También arremete contra la plataforma de alquiler vacacional Airbnb, donde se anunciaba el piso, que no retiró el anuncio pese a los múltiples avisos de los vecinos.

Todo empieza cuando la pareja (30 y 34 años, profesor uno, productor cultural el otro) se mudó a un apartamento de alquiler en la calle de Tiradors. Fue el pasado mes de mayo y la primera noche ya tuvieron que soportar una fiesta en el piso de al lado. Esa noche y las tres siguientes, relata Xavi Buxeda. Es quien pone voz al relato de su pareja, que se recupera del susto y de la paliza, con golpes y contusiones por la cara y el tronco, que recibió el sábado pasado.

Más información
Barcelona alquila a través de Airbnb 12 pisos por cada 1.000 habitantes
El TSJC obliga a Airbnb a retirar 12.000 pisos turísticos ilegales en Cataluña de su portal
Colau cierra 3.000 pisos turísticos ilegales

Son pisos pequeños, de una habitación, explica Buxeda, y en teoría no deberían alojar a más de dos personas, "pero a veces son cuatro o cinco". La pareja comprobó en la página web oficial que el piso era ilegal, no tiene licencia, y lo denunció en junio, pocas semanas después de llegar. Pero las sucesivas visitas de inspectores municipales no han surtido efecto. Y no solo eso, sino que otro empleado del apartamento increpó en una ocasión a dos inspectoras.

También la Guardia Urbana ha sido avisada periódicamente durante este tiempo. Pero, informados por la propiedad del piso, cuando llegaba la patrulla los turistas no les abrían la puerta. "Si yo estoy en Londres de turista y se presenta la policía británica abriría enseguida, pero aquí ha llegado un punto en que se toman Barcelona a cachondeo y pasan de todo, se comportan con total impunidad", denuncia Buxeda.

La pareja, en paralelo, contactó en varias ocasiones con Airbnb para que retirara el anuncio. "Les contactamos por Twitter, por mail, tengo todas las copias", asegura Buxeda: "pero nada". Esta noche Airbnb ha respondido en un comunicado que al conocer el caso "a finales de diciembre , investigó el caso y se tomaron medidas, incluida la eliminación de usuarios de nuestra plataforma", sin concretar cuáles. "No toleramos la violencia de ningún tipo y estamos listos para apoyar a las autoridades en su investigación", ha añadido el portal.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Han pasado las semanas y los meses, hasta que Buxeda y su pareja se hartaron y colocaron un cartel informativo en la puerta del piso alertando de la ilegalidad. Un folio que empleados del piso han retirado sucesivamente hasta el sábado pasado. Cuando su pareja se dispuso a volver a pegarlo en la puerta, Buxeda oyó gritos y golpes y, al salir al rellano, encontró "un matón golpeándole". "No paró hasta que saqué el móvil y llamé a la policía", relata: "Al ver que hablaba con los Mossos se encerró en el piso". Desde entonces, la pareja está viviendo en casa de unos amigos. Tienen miedo de volver.

La teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento, Janet Sanz, ha denunciado este lunes la existencia de una veintena de propietarios de varios pisos, que son "multiinfractores", y de las "prácticas mafiosas" de alguno de ellos, que amenaza a los vecinos. "Que lo que [la pareja] lleva meses denunciando acabe en una agresión es muy grave", ha dicho. Sanz ha apelado a la justicia para que busque la fórmula para poder cerrar los pisos turísticos ilegales cuando el Ayuntamiento lo ha constatado. Una manera, ha dicho, sería pasar de la vía administrativa a la penal, y que pudiera haber una orden judicial y la policía los clausurara.

Por otra parte, la edil ha apelado a Airbnb como "plataforma que da cobertura a estas prácticas mafiosas". "Que nos digan si están a favor de la mafia o del Ayuntamiento". En el mandato pasado, el Ayuntamiento ya se enfrentó al principal portal de pisos turísticos y consiguió que, en teoría, retirara los anuncios de viviendas que no tienen número de registro de Turismo de Catalunya.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_