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Las protestas impiden la normalidad en los campus

La Facultad de Derecho de la UB suspende la actividad académica por la presencia de piquetes

Los piquetes colocaron contenedores en los accesos de la Facultad de Derecho.
Los piquetes colocaron contenedores en los accesos de la Facultad de Derecho.MAR SIFRE

Las protestas contra la sentencia del procés han bajado de intensidad, pero siguen alterando la actividad académica en las universidades. El enfrentamiento verbal entre un grupo de 40 estudiantes que quería parar las clases y otro que reclamaba normalidad en la Facultad de Derecho de la UB protagonizó la jornada de este miércoles. Provocó que el rectorado decidiera cerrar el edificio todo el día. Los claustros siguen aprobando manifiestos contra la “violencia policial” y el fallo del Supremo.

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“Hemos crecido con una crisis económica, injusticias sociales y un mundo laboral cerrado”, denunciaba Pol, estudiante de primero de Ciencias Políticas. Según el joven, que formó parte del grupo que pernoctó la madrugada de ester miércoles en la Facultad de Derecho, las movilizaciones van más allá de la sentencia y pone énfasis en su “autodefensa” ante la “violencia policial”. En ese sentido, la UB condenó las cargas que provocaron la pérdida de un ojo a un alumno de Matemáticas.

Àlex, estudiante de Relaciones Laborales, quiso, sin éxito, acudir a clase en la Facultad de Derecho, que cuenta con 8.000 alumnos matriculados. Según él, eran más los que querían entrar que los que bloqueaban la puerta. “Si quiero puedo ir por la mañana a clase y por la tarde a una mani”, aseguró. Asimismo, denunció que no se respetara la libertad de cátedra de los profesores.

Ante la tensión entre estudiantes que querían bloquear el campus y otros que reclamaban normalidad, el personal de seguridad de la UB alertó de “peligro de posibles enfrentamientos físicos”, por lo que el rectorado decidió “anular las actividades académicas para evitar males mayores”, informó el rector de la UB, Joan Elias en una rueda de prensa. Aprovechó para dejar claro que el Consejo de Gobierno de la universidad no avisó a los Mossos d'Esquadra, que acudieron a las puertas del edificio de Derecho durante la madrugada tras recibir, según la policía catalana, un aviso “según el cual se estaban produciendo daños en un bar de la facultad”, el único espacio del edificio que seguía abierto este miércoles por la mañana.

Los puntos clave de los manifiestos

La sentencia. Los poderes del Estado han forzado el ordenamiento jurídico, con la aplicación abusiva de la prisión preventiva y la condena por sedición, un delito que ya no existe en otras democracias".

Libertad y amnistía. Exigencia de la "inmediata puesta en libertad de las personas injustamente condenadas". Petición de una "Ley de Amnistía" para "retomar el diálogo".

Actuaciones policiales. Rechazo a "cualquier forma de violencia, también la represión y la violencia policial, que ya ha ocasionado graves lesiones".

Autodeterminación. Convicción del "respeto a la expresión democrática de la voluntad popular".

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Mientras el rector daba explicaciones, otros alumnos cortaban la Gran Via en plaza Universitat. Algunos de ellos aprovechaban para comer de tupper sentados en el asfalto. Allí sí hubo clases, aunque con varios espacios cerrados por seguridad, que acentuaron la condición laberíntica del edificio. Quedó inaccesible la zona de la escalinata de la entrada, escenario de la larga acampada de estudiantes en contra del plan Bolonia el curso 2008/2009. Ante el vicerectorado se concentró otro pelotón de alumnos para apoyar a los portavoces que se reunieron con el equipo de gobierno para trasladar las peticiones de los concentrados. “Solo condenan hechos, no el abuso de poder”, denunciaba Ana Algarra, estudiante de cuarto de Historia, a modo de resumen de algunas de las peticiones. “Sería una falsa normalidad acudir a clase, los jóvenes tenemos que liderar las protestas en la calle”, añadió la alumna, que estudia en el edificio del Raval, que suspendió la actividad el martes por la presencia de piquetes que impedían el acceso.

Los claustros —máximo órgano representativo de los estudiantes pero sin poder ejecutivo— están aprobando, en sesiones extraordinarias, manifiestos simbólicos —casi idénticos— que piden la libertad de los políticos encarcelados. La UB, la UAB, la UdL y la UPC ya lo han hecho. La UPF y la URV lo votan este jueves. La Politécnica sacó adelante su texto este miércoles con 91 votos a favor, 8 en contra, 4 en blanco y una abstención. Su claustro está compuesto actualmente por 252 miembros. Durante la sesión, un alumno leyó un comunicado que solicitó la puesta en libertad de un estudiante del campus de Terrassa, en prisión por los altercados, y facilidades para que no pierda el curso. Durante el debate se mencionó el caso de un estudiante de máster de la universidad que ha perdido un ojo.

El claustro de la UPC votó a favor de habilitar medidas para que los estudiantes puedan aprobar este semestre las asignaturas con un examen final en vez que siguiendo una evaluación continua. Es una demanda común en las facultades, ya que los alumnos prevén que faltarán a más clases, como los próximos días 30 y 31, fechas en las que el Sindicato de Estudiantes ha convocado nuevos paros. En la UdG el rectorado pidió a los profesores que durante las protestas no se realicen exámenes ni se tengan en cuenta las faltas de asistencia. “La decisión final depende de cada profesor”, aclaran fuentes de la UAB.

La UdG, la más movilizada

En los campus de la UdG, que votará el manifiesto el viernes, es donde las protestas han tenido mayor seguimiento. Tras el fallo, la mayoría de universitarios no volvió a las aulas hasta este martes y durante la semana pasada solo asistió un máximo del 20% del alumnado. En Lleida, los estudiantes ocuparon el edificio del rectorado, donde se halla la Facultad de Letras, durante toda la semana, lo que impidió impartir clases. Esta semana sí ha vuelto a la tranquilidad, como en la Rovira i Virgili, que concentró las protestas durante la huelga del jueves y viernes, igual que la UPF, donde, pese a que este miércoles unos estudiantes intentaron impedir las clases en el Campus del Mar, la normalidad se restableció a partir de las diez de la mañana. En la Autónoma, las protestas han tenido menos intensidad que en otras ocasiones.

“El Claustro no se tiene que decantar así políticamente”

j.p.

El rector de la UB, Joan Elias, puntualizó este miércoles que es difícil que los manifiestos contra la sentencia contenten a toda la comunidad. “Algunos profesores se han quejado porque el texto es demasiado moderado y otros lo ven demasiado duro”. “El Claustro no se tiene que decantar así políticamente”, opina el profesor asociado de Historia Contemporánea de la UAB Steven Forti. Considera que el texto no le representa: “En temáticas tan resbaladizas y de gran sensibilidad hace falta buscar consensos”. Valora que “no compete” a la universidad defender la autodeterminación.

“¡Queremos dar clase”, denunció la profesora de la Facultad de Derecho de la UB Chantal Moll. Lamentó que el rectorado cediera “ante la coacción de cuatro encapuchados”. La cabeza de lista del PP en Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, propuso que la Policía Nacional pueda entrar en las facultades para “garantizar” el derecho de los alumnos a recibir clase. Históricamente, los agentes necesitan permiso del rector para actuar en las facultades.

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