Las bases sobre las que Almeida construye su modelo alternativo a Madrid Central

El modelo alternativo a Madrid Central que ultima el gobierno de José Luis Martínez-Almeida es el secreto mejor del Palacio de Cibeles. Está casi terminado, aseguran fuentes municipales, y en cuestión de días comenzarán a desgranarse las medidas que contiene. A falta de conocer los detalles, que incluirán la simplificación de las normas de acceso, lo que sí sabe es que el Ayuntamiento quiere poner en marcha "medidas estructurales" que vayan más allá del centro de la ciudad, donde, como le gusta repetir al alcalde popular, "solo opera el 1,5% de los desplazamientos en vehículo privado de la ciudad". Estas son las bases sobre las que el Ayuntamiento construye su modelo de movilidad, que según dijo el alcalde este viernes, quiere que "garantice un desarrollo económico, pero que esencialmente sepa tratar uno de los principales problemas que tenemos en Madrid como en otras grandes ciudades, que es la calidad del aire, y por tanto la lucha contra la contaminación".

Alternativas más allá de la M-30

El alcalde insistió este viernes en que "Madrid Central es un concepto superado" que no preocupa al equipo de gobierno. "A este equipo le preocupa Madrid, a secas, los 21 distritos", que "también tienen derecho a respirar" aire limpio, enfatizó. Según Almeida, el Ayuntamiento quiere extender fuera del perímetro de la M-30, "en la medida de lo posible", las alternativas al vehículo privado, entre las que ha mencionado el metro, los autobuses de la EMT, el taxi, las motos eléctricas, el carsharing, los patinetes de alquiler y el servicio municipal BiciMAD. Para el alcalde, se trata de medios de transporte "menos costosos en términos de tiempo y económicos, que la de la utilización del vehículo privado".

"Si conseguimos eso y no actuamos únicamente sobre la base de las prohibiciones y restricciones en un ámbito espacial que no es el que genera los problemas de tráfico en la ciudad de Madrid, como hizo el anterior equipo de gobierno, creo que triunfaremos allí donde ellos han fracasado", afirmó Almeida este viernes en la presentación de la Semana de la Movilidad Sostenible, que se celebra entre el 16 y el 22 de septiembre.

Líneas exprés

En el acuerdo de gobierno entre PP y Cs, los dos partidos se comprometieron a reordenar la estructura de la red de autobuses de la Empresa Municipal de Transporte (EMT) para crear líneas exprés, que circulen por los principales nudos de acceso a la ciudad y realicen menos paradas, para que la frecuencia y la velocidad del trayecto sean mayores.

Dentro de esa revisión del mapa de líneas urbanas, el Ayuntamiento quiere garantizar también la conexión de todos los barrios con su hospital de referencia y que todo centro educativo tenga una parada de autobús a menos de 100 metros.

Renovación de la flota

El gobierno de Almeida trabaja en una línea de subvenciones para incentivar la renovación del parque móvil de los madrileños hacia vehículos menos contaminantes. Para promover el uso de vehículos eléctricos, la Corporación local promete aumentar el tamaño de la red de puntos de recarga rápida en toda la ciudad, incluyendo a los aparcamientos públicos y en régimen de concesión. También se darán ayudas para la instalación de estos puntos en aparcamientos privados, de viviendas y empresas. 

Bus-VAO y aparcamientos disuasorios

La idea es reducir el número de vehículos que acceden a Madrid desde la corona metropolitana, unos 400.000 al día. Para que compense ir en transporte público al centro, los tiempos de traslado y las frecuencias tienen que mejorar considerablemente. Una de las medidas con las que el Consistorio quiere contribuir a incentivar el uso de los autobuses interurbanos es la construcción de carriles Bus-VAO que son para uso exclusivo de los estos y de vehículos de alta ocupación. Pero no es competencia suya. Las carreteras de acceso a Madrid dependen del Ministerio de Fomento y de la DGT. Igual que la red de Cercanías, que también es cosa de Fomento. El gobierno local necesitará a la Administración del Estado y deberá cooperar con el gobierno autonómico para conseguir este objetivo.

Como medida complementaria, PP y Cs se han comprometido a crear 10.000 plazas de aparcamientos disuasorios al pie de las estaciones de transporte público, con sistemas de aparcamiento gratuito para quienes tengan el abono transporte.

Reversión de carriles bici

"Nuestra intención es revertir aquellos carriles que no obedecen a satisfacer a los usuarios de la bici", ha dicho Almeida, que cree que esos carriles sirven para "entorpecer a otros modos de movilidad creando situaciones de peligro e inseguridad". El alcalde se refiere a los carriles bici separados del tráfico solo por líneas pintadas en el suelo, como los que se encuentran en los bulevares, en Gran Vía de Hortaleza y la calle Toledo. Preguntado específicamente por el de los bulevares, el alcalde ha confirmado que la reversión "está en estudio" y que esperan poder llevarla a cabo.

Otros como el de Santa Engracia, que sí está segregado del resto de vehículos, están también en estudio. Ciudadanos, el socio de gobierno de Almeida, es un firme defensor de la convivencia en el mismo carril de la bicicleta junto a coches, camiones o autobuses, pese a la inseguridad que esto genera. Para ellos, los "carriles peligrosos" son los segregados. El PP tendrá que decidir si satisface su compromiso con Cs o con Vox, con quien firmó lo opuesto y prometió eliminar los que "actualmente coexisten con los vehículos a motor, creando carriles diferenciados del tráfico". Entre estos estaría uno que recorra el paseo de la Castellana desde plaza de Castilla hasta la glorieta de Carlos V en Atocha.

Peatonalizaciones

La vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha mencionado varias veces la posibilidad de cerrar al tráfico más calles de Madrid y de ampliar las zonas peatonales de vías como Fuencarral. El alcalde aseguró este viernes que están en estudio diversas peatonalizaciones. "No solo en el centro, sino también en distritos periféricos", añadió.