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Explicamos la guerra de cifras de Madrid Central

Desde el Ayuntamiento, los concejales de PP y Ciudadanos no están utilizando los periodos habituales de referencia para hablar de atascos o contaminación

Varias personas se concentran en apoyo de Madrid Central durante la reunión de la Plataforma en Defensa de Madrid Central con el Ayuntamiento de Madrid.
Varias personas se concentran en apoyo de Madrid Central durante la reunión de la Plataforma en Defensa de Madrid Central con el Ayuntamiento de Madrid.Luca Piergiovanni (EFE)
Pablo León

Este lunes arrancó la moratoria de multas a Madrid Central. Con la paralización de la zona de bajas emisiones impulsada por el alcalde Almeida, que gobierna en coalición con Ciudadanos y que necesitó el apoyo de la ultraderecha de Vox para llegar al poder, ha comenzado una guerra de cifras con respecto al atasco y la contaminación. Explicamos a continuación esta guerra cifras: todas provienen de bases de datos municipales y la principal diferencia está con el periodo que se usa para hacer la comparativa. Desde el Ayuntamiento, los concejales de PP y Ciudadanos no están utilizando los periodos habituales de referencia para hablar de atascos o contaminación.

1. “Los datos de contaminación ha aumentado en 19 de las 24 estaciones desde la puesta en marcha de Madrid Central”. José Luis Martínez-Almeida (PP), alcalde de Madrid.

El miércoles el Ayuntamiento presentó un balance sobre la evolución de la contaminación. Para ello el Consistorio comparaba las mediciones realizadas entre el 30 de noviembre y el 18 de junio de los años 2017-2018 y 2018-2019. Madrid Central arrancó el 30 de noviembre de 2018, pero hasta el 16 de marzo no hubo sanciones para que la ciudadanía se adaptase a la nueva norma.

La contaminación sí que subió el primer trimestre de este año, pero descendió cuando empezaron las multas, registrando cifras históricas. Esa es una de las conclusiones del informe de Ecologistas en Acción, que analiza mensualmente los datos de las estaciones de medición municipales. En el segundo trimestre del año, el único con el sistema de multas de Madrid Central funcionando, las estaciones registraron los niveles más bajos de contaminación por dióxido de nitrógeno de la última década. El valor medio de la red correspondiente al mes de junio de 2019 -cuando el registro alcanzó los 25 µg/m3 (microgramos de contaminante por metro cúbico de aire)- fue el segundo más bajo para un mes de junio de los últimos 10 años.

Por otro lado, la meteorología afecta -y mucho- a la contaminación. Mientras el año pasado llovió bastante (en el Retiro, donde la Agencia Estatal de Meteorología tiene una estación de medición, hubo 19 días de lluvia durante el invierno); 2019 es el tercer año con menos lluvias del siglo (la capital recibió el pasado invierno solo 31 litros de agua por metro cuadrado; lo normal, según los registros de la Aemet, son 115). “Sin Madrid Central, los datos de contaminación de Madrid hubiesen sido mucho peores. Como funciona, no tiene sentido la moratoria de multas”, explican los ecologistas. En los análisis de datos, cuanto mayor es la serie analizada, más representativa es la información obtenida.

2. “El sistema de multas de MC es deficiente”. Begoña Villacís (Cs), vicealcaldesa de Madrid.

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Uno de los argumentos del Ayuntamiento para paralizar Madrid Central fueron los problemas en el sistema de imposición de multas. La exalcaldesa Carmena tuvo que anular más de 6.000 multas por un problema en el registro horario (por un problema con el formato AM/PM y otro debido al cambio de hora). El 24 de junio, con el nuevo alcalde en el cargo y unos días antes de que se aprobase la moratoria en Junta de Gobierno, la Dirección general de sostenibilidad y control ambiental elaboró un informe, al que tuvo acceso EL PAÍS, sobre ese problema con las multas: “Se han corregido dichos errores”, explicaba el documento, que recomendaba realizar una auditoría sobre la gestión de los datos de las infracciones.

3. “Con Carmena hubo barra libre de acceso a Madrid Central”. Borja Carabante (PP), delegado de Medioambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid.

Madrid Central sacaba del centro a los vehículos más contaminantes. Para ello, utilizó el sistema de etiquetas ambientales de la Dirección General de Tráfico. Los que no tenían etiqueta (los más contaminantes), no podían entrar en la zona. Los B y C podían acceder, pero aparcando en un parking. Los Eco y Cero podían cruzar la zona y estacionar en la calle.

Basándose en el informe elaborado por su departamento, Carabante habló de una “moratoria oculta" porque, según explicó, solo se multaba a los vehículos sin distintivo ambiental y no se controlaba a las etiquetas B y C . El texto recoge que en periodo de aviso (los tres primeros meses de MC, cuando no se multaba), los vehículos B y C -que podían acceder, pero aparcando en parking- no fueron informados de haber cometido una infracción. Por eso, en este informe del nuevo Ayuntamiento se recomendaba realizar una campaña informativa. En ninguna parte de ese texto se habla de multas.

4. “Madrid Central no ha funcionado”. Martínez-Almeida.

No solo el Ayuntamiento tiene una red de sensores de la polución, la Comunidad también tiene el suyo propio. Si se comparan ambas redes, puede dar una idea sobre si Madrid Central ha funcionado. El pasado marzo, un mes con solo dos días de lluvia, subieron los niveles de polución en la región. Mientras el dióxido de nitrógeno (NO2) creció un 24% en las estaciones de medición de la capital, en las de la Comunidad aumentó casi el doble (41%). El pasado abril, con más lluvias, hubo una reducción del NO2 en todas las estaciones: en la capital el descenso quedó registrado en 21 de las 24 estaciones (un 16% menos en toda la red); en la Comunidad la bajada se quedó en el 6%.

5. “En estos cuatro primeros días no ha habido repercusión negativa en el tráfico”. Borja Carabante (PP), delegado de Medioambiente del Ayuntamiento de Madrid.

Para calcular si la ciudad está más atascada se usan dos parámetros: intensidad y carga vehicular (es decir, el número de coches por hora y la densidad de los mismos, respectivamente). Si ambos valores crecen, el atasco es mayor. Desde el arranque de la moratoria, ambos valores han aumentado, según los datos del Centro de Gestión de la Movilidad del Ayuntamiento (CGM). El lunes la carga de coches aumentó en torno a un 2% mientras que las intensidades de vehículos por hora subieron entre el 4 y el 9%. Unas cifras que se han repetido todos los días de la semana.

El CGM elabora un informe diario sobre el estado del tráfico. Para ello usa como referencia un día tipo del mismo mes del año anterior. Ese dato se corrige valorando datos de la semana anterior al día medido. Tras constatar las malas cifras del lunes, el Consistorio comenzó a usar otra referencia de base: el mismo día de la semana anterior. Con esta nueva referencia, para el equipo de Gobierno el atasco descendía en el interior y exterior de la M-30 (un 1%) mientras que aumentaba un 0,6% en la circunvalación. El año pasado, sin Madrid Central activo, el tráfico descendió un 8% entre junio y julio.

Por otro lado, todos los autobuses de la EMT han registrado incidencias y retrasos durante toda la semana (hay que tener en cuenta que el miércoles y el jueves hubo más incidencias porque ya habían arrancado los preparativos del Orgullo). “La semana pasada me sobraban 3 o 4 minutos por trayecto y ahora voy apurado”, contaba el martes un conductor de una de las líneas que atraviesa el centro.

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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