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El precio de la vivienda ha subido el doble que la renta familiar en Cataluña desde el año 2000

El Observatorio Metropolitano de la Vivienda alerta de la creciente dificultad para acceder a un piso

Clara Blanchar
Bloque de pisos sociales en Barcelona junto al Institut Municipal de l'Habitatge.
Bloque de pisos sociales en Barcelona junto al Institut Municipal de l'Habitatge.Carles Ribas
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Van dos datos conocidos y otro agregado que revela la magnitud del drama de la vivienda en Barcelona, las ciudades de su entorno y el resto de Cataluña. Sabíamos que el acceso a una vivienda en la capital catalana y su área de influencia es cada vez más difícil, porque el precio de los pisos, de alquiler y de compra, encadena cuatro años de subidas. Y sabíamos que en Barcelona los que viven de alquiler destinaban en 2017 que un 43,5% de sus ingresos a pagarlo (ahora debe ser más). Pero, además, si echamos la vista atrás, se observa que desde el año 2000 el precio de la vivienda tanto en Barcelona como el resto de Cataluña ha subido el doble que la renta de las familias.

Una brecha que en el caso del alquiler empobrece a la población, que ve como lo que necesita para pagarse un techo es mucho más de lo que suben sus ingresos. En el caso de la compra, la diferencia es incluso mayor, pero se atenúa alargando la vida de las hipotecas para que las familias puedan pagar cada mes. “Cuando hablamos de acceso a la vivienda la clave es la evolución de los precios de la vivienda y los ingresos de las familias. Se llegó a máximos intolerables durante la burbuja, que se atenuaron con las cuotas hipotecarias. Luego la crisis moderó los precios pero cuando ha vuelto la recuperación y la renta familiar ha mejorado, los precios vuelven a crecer más”, ha afirmado este miércoles la presidenta del Observatorio Metropolitano de la Vivienda, Carme Trilla, que ha advertido de que “vamos a un escenario en el que cada vez es más difícil acceder a una vivienda”.

El mercado en Barcelona y su área

Censo de viviendas en el Área Metropolitana. 1,4 millones en 2018, de las que 774.000 están en Barcelona.

Pisos vacíos en Barcelona. 10.052, el 1,22% del total.

Propiedad del parque. En Barcelona el 97,1% de los propietarios son personas físicas, que tienen el 84,6% de las viviendas.

Los grandes tenedores. En el mercado del alquiler de Barcelona son 547 personas jurídicas que acaparan el 5% del parque, con una media 74 viviendas cada uno.

Porcentaje de inquilinos. En Barcelona son el 35%. En el resto del Área, el 20%.

Las cifras las revela el informe 2018 del Observatorio, que muestra como la brecha entre la Renta Familiar Disponible Bruta y el coste de la vivienda se ha ensanchado en las últimas casi dos décadas, entre 2000 y 2018. En Barcelona, la renta ha subido el 63,4% y el precio medio del alquiler un 127,7 (dos veces más). Y los pisos de venta (obra nueva y segunda mano) han aumentado 2,3 veces más que la renta familiar. En el conjunto de Cataluña la diferencia es todavía mayor: la renta por habitante ha crecido un 38,2% y el alquiler 2,4 veces más, el precio de segunda mano 2,5 y los pisos de obra nueva 3,1 veces más.

“Acceder a una vivienda en propiedad y en alquiler está lejos de las posibilidades de cada vez más hogares”, incluso si estuvieran dispuestos a desplazarse fuera de Barcelona. Para comprar un piso de segunda mano, un hogar con unos ingresos de 2,5 veces el Salario Mínimo (2.146 euros netos al mes) tendría que destinar una cuota que supondría el 43% de sus ingresos mensuales, suponiendo que tuviera unos ahorros de 83.603 euros. Si los ingresos fueran de 3.005 euros al mes, la cuota se llevaría el 30%.

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Pero si esta familia estuviera dispuesta a cambiar el lugar de residencia, solo podría pagarla en 12 de los 36 municipios metropolitanos o a uno de los diez distritos de Barcelona. En el caso del alquiler, si la familia estuviera dispuesta a pagar un 30% de sus ingresos en la vivienda, tendría que marcharse de la ciudad y solo podría vivir en cinco de los 36 municipios.

El informe también muestra como los hogares que viven de alquiler han incrementado notablemente, sobre todo en Barcelona, donde ya son el 35%. En el conjunto del Área Metropolitana, sin contar con Barcelona, el peso del alquiler es menor, del 20%. Ante estas cifras, y el hecho de que las viviendas de alquiler siempre han sido muchas menos que las de compra, Trilla ha apuntado que el aumento podría explicarse por la cantidad de desahucios hipotecarios que hubo al estallar la burbuja, que obligaron a las familias a “cambiar el régimen de tenencia”.

Sobre la posibilidad de regular el mercado del alquiler, Trilla ha valorado que podría facilitar que los crecimientos futuros fueran menores, pero descartó que consiguieran descensos de precio. Por ello ha apostado por programas públicos de concertación, incrementar el parque de viviendas asequibles y por ayudas al pago del alquiler.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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