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Una cianobacteria hace peligroso bañarse en el río Manzanares

La Comunidad de Madrid aconseja evitar que los niños y mascotas accedan al río porque el micoorganismo produce una toxina que afecta al sistema nervioso en caso de ser ingerida

Esther Sánchez
Una piedra colonizada por la cianobacteria.
Una piedra colonizada por la cianobacteria.

Las condiciones meteorológicas de este año, con altas temperaturas y falta de lluvia, han incrementado la presencia de la cianobacteria (Phormidium) en el lecho del río Manzanares, en la zona de La Pedriza. El microorganismo es capaz de producir una neurotoxina -todavía no hay constancia de que haya ocurrido- que si es ingerida podría causar daños en el sistema nervioso e incluso mortandad si se toma en mayor cantidad, advierten desde el Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama. El lugar está muy concurrido en verano. 

Como medida preventiva, la Comunidad de Madrid aconseja evitar que los niños accedan al río para jugar o que las mascotas beban en él en la medida de lo posible "para evitar riesgos en esta situación temporal". En este momento, están elaborando unos carteles de advertencia que distribuirán en los diferentes centros de visitantes de La Pedriza, además de en la barrera de entrada. También están colocando cartelería en la zona, han advertido a los agentes forestales y al área de Información Ambiental. El peligro aparece cuando los animales acceden al agua para beber y pueden ingerir accidentalmente estas acumulaciones de la cianobacteria, siendo peligroso también para los niños si están jugando con el agua por el mismo motivo.

Las cianobacterias, con forma de algas verdiazuladas, se encuentran de forma natural en otoño en este y otros ríos, pero en menor cantidad. "Las analíticas indican que más del 25% del cauce en la Cuenca Alta del Manzanares, de Canto Cochino hacia arriba, contiene la cianobacteria, cuando lo habitual es que sea un 5% junto con otras bacterias", explica Elvira Perona, experta en estos organismos microscópicos del departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid.

"Cada dos años analizamos el Manzanares y nunca las habíamos encontrado esas proporciones", explica Perona. El problema se origina cuando aparece en grandes cantidades, "porque si solo se encuentra en una piedra, es muy complicado que entre en contacto con personas o mascotas".  "Si la cianobacteria produce toxinas, estas atacan al sistema nervioso y pueden llegar a causar la muerte. A los perros les puede afectar en un par de horas o en un par de días", añade la científica.

La web del Parque Nacional indica que se han descrito casos de trastornos neurológicos por ingesta de cianobacterias en Francia, Nueva Zelanda y recientemente en Andalucía. "Son lugares donde se ha dignosticado su alta peligrosidad", añade Perona. Crecen en las rocas sumergidas a modo de costras, y cuando se desprenden de ellas pueden acumularse en las orillas del río. La científica advierte que: "De momento, hay que esperar a vigilarlas y avisar del riesgo, porque no hay ningún procedimiento descrito para combatirlas".    

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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