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Opinión
Columna
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El glamur de la ‘costa marrón’

El ascenso del Fuenlabrada a LaLiga 123 ha vuelto a poner el foco sobre el fútbol de la Comunidad

Aficionados del Fuenlabrada celebran el ascenso del club a Segunda División
Aficionados del Fuenlabrada celebran el ascenso del club a Segunda División Ayuntamiento de Fuenlabrada

El ascenso del Fuenlabrada a LaLiga 123 ha vuelto a poner el foco sobre el fútbol de la Comunidad. El fútbol madrileño goza de buena salud porque el trabajo en la base se ha hecho bien desde hace muchos años. No es casualidad que el Getafe haya estado a un partido de meterse en la Champions. No es casualidad que el Leganés se haya asentado en Primera quitando el sitio a los históricos Zaragoza, Oviedo o Sporting. No es casualidad que el Alcorcón haya estado líder en Segunda un buen rato este curso. No es casualidad que el Rayo Vallecano sea el equipo más simpático y auténtico de Primera. No es casualidad que el Rayo Majadahonda sea ejemplo con Iriondo en el banquillo. No es casualidad que Real Madrid y Atlético hayan jugado dos finales de Champions, en 2014 y 2016, siendo los dos únicos equipos de la misma ciudad que lo han hecho en la historia. Y no es casualidad que el Fuenlahaya ascendido a Segunda. Y ojo al Móstoles, que se puede meter en Segunda B.

El Móstoles ha entrado en este artículo al pensar en el siguiente párrafo. Porque los madrileños, de la capital o de la provincia, son muy vacilones y vacilan cuando se les complican sus vacaciones. “Vamos a la costa marrón:Getafe,Móstoles y Alcorcón”. (En este chascarrillo cheli entre localidades del sur mezcladas con Alcorcón, rotunda rima consonante). Quienes más hacen este chiste son los habitantes de estas ciudades-dormitorio, que en su día fueron pueblos; y los madrileños de pueblo juntan lo mejor del paleto y del madrileño.

Esa costa marrón,humor negro del desencanto, chiste propio de una película de Ken Loach, adquiere glamur cuando se habla de sus equipos de fútbol. Porque ahora todos esos habitantes de esas localidades que se comen cada día un atasco por la M-50, la M-45, la M-40 o la M-30, que muchos son del Madrid o del Atleti, se sienten orgullosos de su Geta, de su Lega, de su Fuenla y de su Alcorcón.

No es casualidad porque en Madrid cualquier equipo de base, cualquier equipo de barrio cuenta con educadores, con entrenadores muy preparados, con método, que son expertos en su materia. El ascenso del Fuenla, ciudad cuyo Ayuntamiento es ejemplo de gestión y de ofrecer buenos servicios a sus ciudadanos, está fundamentado en el trabajo del fútbol base. Decenas de escuelas, decenas de clubes, decenas de gente de fútbol —también por el buen hacer de la Federación Madrileña— han provocado el éxito del Fuenla. Hay nombres propios si acercas la lupa como Miguel Melgar, el director deportivo delFuenla, exfutbolista producto de la cantera madrileña, que decidió fichar a Mere, el mejor entrenador de la escuela andaluza, para meter al Fuenla en la élite del fútbol español. Y para que Getafe, Leganés, Fuenlabrada y Alcorcón den glamur a la costa marrón.

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