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Álvarez de Toledo acusa a los independentistas de tener un sentimiento xenófobo

La candidata del PP por Barcelona sostiene que el procés ha sido un desafío a la democracia peor que el del 23-F

Àngels Piñol
Cayetana Álvarez de Toledo, candidata del PP por Barcelona, en un momento del acto.
Cayetana Álvarez de Toledo, candidata del PP por Barcelona, en un momento del acto.Albert Garcia (EL PAÍS)

Cayetana Álvarez de Toledo, cabeza de lista del Partido Popular por Barcelona, presentó ayer su candidatura haciendo una apasionada defensa de la Constitución como generadora de “paz civil” y acusando a los más de dos millones de electores independentistas de tener un sentimiento “oscuro” de xenofobia. Ante unas 400 personas y arropada por Pablo Casado y la dirección del PP catalán, incluidos los que quedan descabalgados de la lista, la periodista defendió su derecho a ser candidata y reiteró que el procés ha sido un “golpe” a la democracia española peor que el 23-F. “Cataluña”, dijo, “no está condenada a ser una tribu amarilla”

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Con voz serena y pausada, que contrasta con su mensaje implacable que tanto recuerda a Aznar, Álvarez de Toledo planteó qué hacer con los dos millones de electores secesionistas. Les pidió una “profunda reflexión” en la línea del “magnífico” discurso del Rey el 3-O: “¿Por qué no quieren vivir con otros españoles o catalanes? ¿Porque les humillan? ¿Porque se sienten explotados? No”, dijo con contundencia. “Es por un sentimiento muy oscuro que se llama xenofobia, debemos encararlo, denunciarlo y exigirles que si sienten ese odio en sus vísceras lo aparten y opten por la paz civil y el respeto al diferente”.

La candidata y aristócrata presentó en esos términos su candidatura en un pequeño salón de actos de un hotel de Barcelona. El local fue una metáfora de la situación del PP catalán: los tiempos han cambiado y ya no es el que arrendaba grandes complejos. No lo dijo ayer pero la propia Álvarez admitió en entrevistas que el partido estaba —entiende que ya no— en riesgo “real” de desaparición. Los militantes, al menos los que acudieron ayer, y buena parte de los políticos descartados como candidatos —Alicia Sánchez-Camacho o Enric Millo— no faltaron al acto. El primero que se rindió fue Josep Bou, cabeza de lista por Barcelona, que la antecedió en el mitin y alabó su fichaje: “Se ha dado un paso desde Génova [la dirección nacional] y se ha aceptado por aquí”. Alejandro Fernández, el presidente del PP, abundó en a idea en que los independentistas son “supremacistas” y afirmó que la Generalitat está “putrefacta”.

“Quieren hacer un golpe de Estado y que sea  políticamente correcto; convertir a la mitad de sus ciudadanos en extranjeros y que les den el Nobel de la Paz", afirma

En el escenario, se vio una imagen con un cielo azul con la palabra “populares”, a secas, y una enorme bandera española al viento. Ni rastro ya de la senyera. “Soy una española que se presenta a unas elecciones generales españolas por una provincia española”, arrancó la aristócrata que defendió su derecho de no pedir permiso para defender la Constitución. “Cada centímetro de Cataluña pertenece a los españoles y Madrid es tan vuestra como mía Barcelona”, afirmó recordando su triple mezcla identitaria argentina-franco-española además de haber vivido su infancia en Inglaterra.

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Su discurso se centró en glosar por igual la Constitución y cargar contra el independentismo, al que definió como un “gigantesco proyecto de extranjería”. “La Constitución es la paz civil española. Ni excluye ni expulsa. Es la verdadera tercera vía y una monumental obra de civilización”, afirmó. “Vox desiste pero no tenemos que tirarla por la borda”. Tras esa premisa, acusó a los líderes independentistas que están siendo juzgados en el Tribunal Supremo de haber realizado un desafío a la democracia mayor que el del 23-F. “Es más grave y complicado”, dijo recordando que Tejero, a diferencia de lo sucedido con el proces, no tuvo el apoyo de las instituciones, ni manifestaciones ni nadie pidiendo indultos. “Quieren hacer un golpe de Estado y que se políticamente correcto; convertir a la mitad de sus ciudadanos en extranjeros y que les den el Nobel de la Paz. Es un profundo acto de violencia”.

Yo sí me habría presentado a la investidura", afirma en un claro mensaje a Inés Arrimadas, su rival el 28-A

La operación del PP está concebida para arañar votos a Inés Arrimadas y ya le lanzó un pequeño dardo: “Yo sí me hubiera presentado a la investidura”. Su solución, en una fórmula que recordó paradójicamente a ERC, es la de “ampliar la base” constitucionalista. Casado riñó a sus antiguos electores que opten ahora por Vox —“¿Qué excusa tienes para no votarnos?”— y tuvo palabras de consuelo para Andrea Levy y Dolors Montserrat: “Exportamos talento y tendrán que jugar en otros campos y también hacemos fichajes”.

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