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La Generalitat da 10 días a Cabify para que aclare su nuevo negocio

Las policías locales denuncian que no tienen mecanismos para controlar que la empresa respete los 15 minutos de precontratación

Alfonso L. Congostrina
Un conductor de Cabify en Barcelona.
Un conductor de Cabify en Barcelona.ALBERT GARCÍA

Cinco días después del regreso de Cabify a Barcelona, la Generalitat ha movido ficha. En un comunicado difundido este lunes por la noche, el departamento de Territorio ha anunciado la apertura de un expediente informativo a la empresa y le da diez días para que “acredite los términos en que contrata y presta servicios de alquiler de vehículos con conductor”. La Generalitat pone en duda la publicidad que Cabify ha hecho a sus clientes donde ahora informan de que solo deberán contratar el servicio con 15 minutos de antelación en el primer trayecto, no en cada uno de ellos como fijó el Govern.

La aplicación Cabify —y la de Uber— que utilizaban los chóferes de las empresas de vehículos de transporte con conductor (VTC) para recoger pasajeros operaba como agencia de viajes. A finales de enero, tanto Cabify como Uber anunciaron que abandonaban la ciudad después de que la Generalitat aprobara un decreto ley que obligaba a precontratar con 15 minutos de antelación los servicios de VTC.

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Cabify puso entonces a trabajar a sus servicios jurídicos ya que Barcelona es una de sus ciudades clave. Hace unas semanas que Cabify adquirió la empresa Prestige & Limousine. De esta manera, Cabify en Barcelona deja de ser una agencia de viajes para convertirse en una empresa de transporte. Se trata de una VTC clásica que, además, dispone del uso de la aplicación de Cabify para contratar servicios. Los clientes que quieran contratar Cabify aceptan ahora un pliego de condiciones —en definitiva, un contrato— con la empresa: Prestige & Limousine. Cabify sostiene que en el momento en que los clientes aceptan esas condiciones se da por iniciado el precontrato y es entonces cuando se debe dar el intervalo mínimo de 15 minutos para empezar a utilizar el servicio. Se trata de un plazo que, según Cabify, no es aplicable al momento de la solicitud de cada viaje sino en la aceptación del contrato por lo que, una vez aceptado, se puede seguir usando el servicio sin necesidad de esperar 15 minutos cada vez que se utiliza Cabify.

La empresa anunció el pasado jueves que con esta nueva entidad jurídica sacaba a la calle 300 vehículos en la capital catalana. Han tenido que pasar cinco días para que la Generalitat se pronuncie. El departamento de Territorio ha anunciado la apertura de un expediente informativo a Prestige & Limousine. La Generalitat sostiene que el contrato que aprueban los nuevos clientes de Cabify no especifica que los 15 minutos se aplican tras la firma del documento, por lo que da diez días a la empresa para que acredite qué se contrata y qué servicios se prestan. Territorio pide, además, que la empresa aporte el listado de servicios realizados entre el 7 y el 10 de marzo así como “la hora de contratación y de inicio de prestación de servicio”.

La Guardia Urbana de Barcelona ha asegurado que el decreto ley es claro pero que no aporta ningún tipo de mecanismo que permita comprobar si se ha cumplido o no el plazo de 15 minutos de antelación en el servicio de contratación. Por ese motivo, ningún cuerpo policial ha puesto en marcha ningún operativo específico para controlar a Cabify ni el resto de VTC. Por otro lado, el Área Metropolitana de Barcelona aprobó a finales de febrero ampliar el plazo de espera de precontratación hasta una hora. Una medida que se encuentra ahora en el plazo de alegaciones pero que tampoco incluye mecanismos de control.

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Tito Álvarez, portavoz de Élite Taxi en Barcelona, ha asegurado este lunes a EL PAÍS que el sector del taxi cree que se trata de una “trampa” orquestada por Cabify. “Es mentira que haya 300 coches en Barcelona, como mucho son 60, ahora lo que pretenden es ser sancionados para así poder llevar a los tribunales el decreto ley de la Generalitat y recurrirlo hasta llegar al Constitucional”.

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