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La estación fantasma se abre 20 años después

La única nueva parada de metro para esta legislatura, Arroyofresno, se inaugurará en marzo pero se construyó hace dos décadas

Materiales de obra junto a la estación de metro de Arroyofresno, cuya apertura está prevista para el 23 de marzo.
Materiales de obra junto a la estación de metro de Arroyofresno, cuya apertura está prevista para el 23 de marzo.KIKE PARA
Miguel Ángel Medina

La única nueva estación de metro que se abrirá antes de las elecciones no se ha construido en esta legislatura. Ni en la anterior. Ni en la anterior. Arroyo del Fresno fue edificada hace dos décadas. Así que podríamos decir que el adjetivo nueva le viene un poco grande. Desde que Alberto Ruiz-Gallardón —entonces presidente regional— ampliara la línea 7 de Metro de Madrid en 1999, ha permanecido como una auténtica estación fantasma, atravesada a diario por los convoyes que circulaban hacia Pitis sin detenerse en sus solitarios andenes.

Los dos años que iba a pasar sin uso se convirtieron en 20, su nombre se cambió por Arroyofresno sin que nadie sepa muy bien por qué y sus instalaciones, cerradas, se llenaron de basuras y grafitis, mientras diferentes políticos anunciaban su apertura inminente. La inauguración llegará, si nada se tuerce, el próximo 23 de marzo, tal y como anunció ayer el presidente regional, Ángel Garrido (PP), acompañado de la consejera de Transportes, Rosalía Gonzalo.

El 29 de marzo de 1999 los madrileños pudieron disfrutar de la extensión de la línea 7 hacia el norte, entre las estaciones de Valdezarza y Pitis. El consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes del momento, Luis Eduardo Cortés (PP), decidió que la penúltima parada, entonces Arroyo del Fresno, permaneciera cerrada “para evitar deterioros”. “La estación está prácticamente finalizada, igual que todas las demás de la línea. Solo he ordenado que no se instalen los remates finales”, explicaba entonces Cortés. Abrir la boca de metro cuando todavía no habían llegado las casas solo serviría “para convertirla en cualquier cosa desagradable”, añadía. El consejero y Gallardón se detuvieron en la estación durante el recorrido inaugural de la ampliación de la línea 7 y anunciaron que se abriría “a finales de 2000 o en 2001”. Como bien saben los vecinos, se equivocaban.

La directora de Carreteras e Infraestructuras, Consolación Pérez, junto al presidente regional Ángel Garrido, este jueves, en Arroyofresno.
La directora de Carreteras e Infraestructuras, Consolación Pérez, junto al presidente regional Ángel Garrido, este jueves, en Arroyofresno.Comunidad de Madrid

La parada daría servicio a dos zonas Arroyofresno 1 y Arroyofresno 2. La primera se construyó durante los noventa, pero el desarrollo de la segunda, donde se sitúa la boca de metro, se retrasó durante años porque los tribunales tumbaron el plan urbanístico del Ayuntamiento tras una denuncia de Ecologistas en Acción y PSOE. Las viviendas no comenzaron a llegar hasta 2015.

“Se ha contado muchas veces que la estación se iba a abrir, pero no tenía sentido mientras no había población en esa zona, que estaba vallada y a la que no se podía acceder”, explica Jaime Alonso-Iñarra, presidente de la Asociación de Vecinos Arroyo del Fresno desde hace 12 años. El programa electoral del PP de Cristina Cifuentes para las elecciones de 2015 ya se comprometía a la apertura de la estación fantasma, y su consejero de Transportes, Pedro Rollán, prometió que llegaría en 2017. La propia Cifuentes retrasó luego la promesa hasta 2018 y 2019. Tras dimitir por el caso máster, será su sucesor, Ángel Garrido, quien la ponga en marcha. Un balance escaso para un partido que en 2007 inauguró la ampliación de nueve de las 12 líneas del suburbano. Ahora tendrá que conformarse con la preinauguración de ayer, ya que las obras finalizarán en periodo preelectoral, cuando las inauguraciones están prohibidas.

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“Hemos invertido 4,9 millones en esta ampliación de la línea 7. Cumplimos”, dijo ayer Garrido. La alta inversión para una obra que hace dos décadas estaba “prácticamente finalizada” no solo se debe a los remates finales —accesos, salidas de emergencia, señalización— sino a paliar el resultado de tantos años de abandono. Y es que en este tiempo los grafiteros se han colado en la estación a través de los túneles de las estaciones cercanas —Pitis y Lacoma— para pintar sus instalaciones y llenarlas con sus diseños. También han accedido personas que han deteriorado las instalaciones, ya que había escaleras mecánicas rotas y lámparas y puertas arrancadas. Todo ello se ha solucionado con las obras que arrancaron hace un año.

¿Qué falta por hacer? “La nueva estación de metro tiene un gran desnivel con la zona de Arroyofresno 1, hacen falta conexiones peatonales”, avisa el portavoz vecinal Alonso-Iñarra. “La nueva estación cumple con todos los requisitos de accesibilidad”, responde un portavoz de Transportes. Los vecinos de la zona verán la luz al final del túnel 20 años después.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad -es un apasionado de la bicicleta-, consumo y urbanismo. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha ganado los premios Pobre el que no cambia su mirada y Semana Española de la Movilidad Sostenible. Ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’.

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