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Barcelona es la “ciudad de las luces” durante tres días

Poblenou acoge una nueva edición del festival Llum BCN con 45 instalaciones artísticas

José Ángel Montañés
Polu Nùvol de Aquí Houston, en el festival Llum BCN.
Polu Nùvol de Aquí Houston, en el festival Llum BCN.Albert Garcia

La respuesta ciudadana a cualquier actividad cultural gratuita es masiva. En Barcelona y en cualquier otro lugar. Y si es al aire libre, más. Ahí radica gran parte del éxito del festival de la luz de Barcelona, el Llum BCN, que cada año convoca a mayor número de personas (el año pasado 170.000) para ver las últimas novedades en el arte que protagoniza a luz en movimiento y convierten a Barcelona, con permiso de París, en la ciudad de la luz durante tres días.

El año pasado, tras seis ediciones, se apostó por cambiar los entornos históricos del centro de la ciudad por los industriales de Poblenou. Y el festival sumó un nuevo éxito, pese a que la lluvia hizo acto de presencia varias noches. El DHUB es el epicentro. Del museo de Glòries parten las rutas donde pueden verse las 45 propuestas: 20 instalaciones de artistas y 15 de escuelas de arquitectura, arte y diseño.

Entre las iniciativas destacadas del festival comisariado este año por Maria Güell, la de Xavi Lloses que presenta Nautilius, una escultura sonora en el Centre Comercial Glòries. Alex Posada y Xavi Bayona proyectan Polyedra en el edificio de los Encants; Francesca Llopis lanza la pregunta I tu, què posaries sota el focus? en el Espai Omnium; Tilt ha instalado un bosque de gigantes peonías, Colour Peonies, en la calle Almogàvers; Manolo Laguillo propone múltiples salidas a través de su Emergències, ocupando algunas de las escaleras de emergencia de la zona. También, la proyección sobre agua de Joanie Lemercier en el lago del DHUB que provoca comentarios de admiración pero también del tipo: “es como Port Aventura” de los primeros visitantes. Ligh Leaks, de Kyle McDonals y Jona Jongeljan transforman en una enorme discoteca sesentera Can Framis; Cube.BZ con Réquiem por una fábrica, muestran la necesaria memoria, teñida de rojo, del pasado fabril del barrio, mientras que Protopixel permite controlar el aspecto de la enorme Torre Glòries con la mano y Aquí Houston nos adentra con Plou núvolen una nube sensorial en la plaza de Glòries.

Por su parte, las 15 escuelas participantes presentan trabajos tan interesantes como el cubo sin fin Alice (Elisava); la onírica e interactiva Noctulica (Eina) y Fils d’història (ETSA), representación física de las redes sociales que nos controlan.

La cantidad de propuestas hacen que sea necesario un mapa para no perderse y para verlo todo. Pero no hay pérdida. Antoni Arola ha creado un enorme rayo verde de láser que delimita el perímetro de todo el festival. Solo hay que seguirlo. Hay alguno que nunca tiene bastante y fotografía incluso las estructuras multicolores del centro comercial de Glòries hasta que alguien le dice: “¡Qué eso lleva toda la vida aquí!”

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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