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“Fui mantero y ahora soy imagen de la integración”

Mamadou Thiaw lleva más de 20 años en España, donde comenzó trabajando como mantero durante ocho meses. Ahora dirige la institución Más Humano de Casa de Senegal

Mamadou Thiaw.
Mamadou Thiaw.INMA FLORES
Miguel Ángel Medina

Viste pantalones vaqueros, chaqueta impecable y camisa a cuadros. Habla un español muy correcto con marcado acento africano. Como se ve en la sesión de fotos, es coqueto. Luego se comprueba cuando se niega a desvelar su edad. Mamadou Thiaw nació en Dakar (Senegal) y lleva más de 20 años en España, donde comenzó trabajando como mantero durante ocho meses, luego encadenó varios trabajos y ahora dirige Más Humano Casa de Senegal, una institución que asesora a subsaharianos cuando llegan a Madrid. “Soy una buena imagen de la integración”, resume ante una bandera de su país y otra de su país de acogida.

¿Cómo llegó a España?

Con un visado de turista, pero cuando llegué no fue como yo esperaba: mis conocidos me dijeron que en Europa sobraba el trabajo, pero me costó encontrar uno. Vi que era difícil conseguir trabajo porque para eso tienes que tener permiso de residencia. Y no te dan permiso de trabajo si no tienes trabajo. Es la pescadilla que se muerde la cola.

¿Qué hizo entonces?

Varios compatriotas me dijeron que lo único que se podía hacer era la venta ambulante. Te llevamos a una tienda, compras cosas y las vendes en la calle. Yo no lo había visto antes. Y así empecé. Trabajé unos ocho meses de mantero. Es la única manera de ganarte la vida cuando no tienes papeles. Mi primer puesto de mantero fue en el metro de Ópera, lo que llamaba mi oficina estaba en las escaleras.

¿Cómo es la vida de mantero?

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Los manteros son muy solidarios entre ellos, porque su vida no es nada fácil. Es una manera de ganarse la vida, de sobrevivir. Siempre estás pendiente de la Policía Municipal y de la Policía Nacional, unos requisan la mercancía y otros te pueden llevar a comisaría varios días por no tener documentación en regla. Puedes estar tres o cuatro días detenido, pero al día siguiente estás otra vez en la calle vendiendo. La vida de un mantero es así, no tenemos nada claro de hoy a mañana. Solía ganar unas 2.000 o 3.000 pesetas al día [entre 12 y 18 euros].

¿Por qué no hay mujeres manteras?

Cuando yo era mantero, había mujeres, sobre todo en la estación de Atocha, porque era más amplia. Pero las cosas han cambiado mucho. Algunas mujeres, sobre todo las más mayores, siguen trabajando en algo similar, pero vendiendo en rastrillos o mercadillos, y con su licencia. Es un trabajo como cualquier otro. En cuanto a las mujeres jóvenes, algunas optan por vías que dan más dinero, como la prostitución.

¿Por qué se considera imagen de la integración?

Porque llevo más de 20 años aquí, he sido mantero, he trabajado por cuenta ajena, y luego impulsé la Casa de Senegal, una asociación cuyo objetivo es ayudar a los senegaleses y africanos a integrarse. Nuestras puertas están abiertas para todos.

¿Cómo surge Casa de Senegal?

De 2006 a 2008 hubo una gran llegada de cayucos a España. En ese momento pensamos, ¿por qué no abrimos un lugar donde asesorar a aquellos senegaleses o subsaharianos que llegan a España? Tomamos la decisión de abrir Casa de Senegal como una palanca donde todos pueden acudir para asesorarse y orientarse sobre cuáles son sus derechos y deberes en el plano social, laboral…

¿Cómo es la situación de los senegaleses en Madrid?

En general, buena. Son gente trabajadora, que trata de integrarse, no son problemáticos. Algunos se ven obligados a vivir en pisos con mucha gente.

¿Cómo abordaría usted el tema de la inmigración?

La inmigración no es un problema de los países africanos y de España, sino un problema global. Por eso debe tener una solución global. Abogo por una inmigración regular, ordenada y segura. Así no perderíamos nuestra dignidad. Pero si tenemos que saltar las vallas y venir con cayucos de modo irregular, una vez que estamos en la sociedad nos miran con otros ojos y nos despojan de dignidad.

¿Cree que la sociedad española es racista?

El racismo no se puede generalizar. Hay algunos casos, pero los racistas son personas inconscientes. El racismo existe también en Senegal y en África, como hemos visto con guerras absurdas entre etnias. En España no veo racismo en general. Yo lo he sufrido poco, alguna discusión, pero poco más. Incluso cuando no tenía papeles me pidieron pocas veces la documentación.

El impulso a la Casa de Senegal

El senegalés creó hace una década Mas Humano Casa de Senegal, una ONG situada en el distrito de Tetuán para ayudar a los migrantes africanos (pasan unos 200 al año). “La mayoría de los senegaleses que llegan a Madrid saben dónde está la Casa Senegal, o preguntan por ella, nos encuentran por la web”, dice.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad -es un apasionado de la bicicleta-, consumo y urbanismo. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha ganado los premios Pobre el que no cambia su mirada y Semana Española de la Movilidad Sostenible. Ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’.

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