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Al Manzanares le crece un rascacielos

La estructura de una torre de 20 plantas aprobada al final del mandato de Ana Botella cambia la postal del río en Legazpi ante las dudas de si será un icono o romperá el paisaje

Miguel Ángel Medina
La torre Riversides Homes, un nuevo rascacielos junto a Madrid Río, en la zona de Legazpi.
La torre Riversides Homes, un nuevo rascacielos junto a Madrid Río, en la zona de Legazpi. KIKE PARA
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Si ha paseado últimamente por la orilla de Madrid Río frente al Matadero, habrá notado que al Manzanares le ha crecido un rascacielos. La construcción vertical llama la atención porque se sitúa en Legazpi, un lugar donde la mayoría de los inmuebles son bajos (tienen solo cuatro o cinco alturas), y junto al Mercado de Frutas y Verduras, un edificio muy horizontal que el Ayuntamiento va a rehabilitar. Se trata de la estructura de una torre de 20 plantas cuya construcción se aprobó al final del mandato de Ana Botella y que cambiará la postal que puede verse de la zona desde el sur. Está por ver si se convertirá en un nuevo icono de la capital, como pretendió la alcaldesa del PP y como espera Julio Touza, el arquitecto que la ha diseñado, o supondrá alterar negativamente el paisaje del río.

Según fuentes de Desarrollo Urbano Sostenible, el plan general de ordenación urbana (PGOU) de 1997 marcaba que en ese solar de la calle del Maestro Arbós, en Legazpi, había que desarrollar un planeamiento. La entonces alcaldesa, Ana Botella (Partido Popular), lo hizo con un plan especial que permitía la creación de una torre destinada a convertirse en un icono de una zona hasta entonces de nivel adquisitivo medio-bajo. Aquel plan especial se aprobó en febrero de 2015 y se publicó en marzo de ese año, tan solo dos meses antes de las elecciones en las que cambió el signo político del Ayuntamiento. “Nosotros no habríamos permitido construir tantas alturas”, reconocen fuentes del departamento que dirige José Manuel Calvo (Ahora Madrid).

Recreación de la torre Riverside Homes cuando esté finalizada en Legazpi.
Recreación de la torre Riverside Homes cuando esté finalizada en Legazpi.Neinor Homes

En un primer momento, la operación despertó los recelos de los vecinos de la zona. “La venta de una parcela en la calle Maestro Arbós, junto al Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi, descubre los planes de construir una torre de 72 metros de altura. La discreta tramitación ha conseguido que la operación se culmine sin que haya habido ninguna alegación ciudadana ni ninguna discusión política en el Ayuntamiento de Madrid. Un nuevo gol que nos deja el gobierno municipal saliente”, se quejaba entonces la asociación de vecinos Nudo Sur. “En su día, cuando se aprobó el plan, lo denunciamos”, explica Ana Díaz, vicepresidenta de la asociación vecinal. “Pero luego estuvimos hablando con los vecinos de la zona y vimos que la mayoría no se oponían, y que los comerciantes estaban encantados, así que al final no dimos la batalla”, añade Díaz. “Nuestra preocupación era lo que podía suponer un edificio tan grande en Legazpi, si iba a suponer un aumento del tráfico y de la contaminación. Eso todavía está por ver”, comenta.

La torre se denomina Riverside Homes, tiene 72 metros de altura (6.400 metros cuadrados de edificabilidad sobre rasante y otros 3.870 bajo el suelo) y su estructura ya está finalizada, aunque el resto de la construcción se extenderá hasta final de este año. Cuando termine, albergará 51 viviendas de dos a cuatro dormitorios (con superficies de entre 107 y 160 metros cuadrados), otros tantos trasteros y 102 plazas de garaje. Además, tiene tres áticos con terrazas de 50 metros cuadrados situados en las plantas 16, 18 y 19. Según la constructora Neinor Homes, las viviendas (a partir de 370.000 euros) se vendieron en muy poco tiempo y solo falta por salir a la venta el ático de lujo de la última planta.

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Vicente Pérez Quintana, responsable de Urbanismo y Vivienda de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), considera que la torre cambia el paisaje de la zona. “Estas cosas no se deberían permitir. La torre proyecta sombras en los edificios de al lado, rompe la tranquilidad del río, introduce una ruptura en el paisaje y la armonía de la zona. No me parece una buena idea construirla aquí”, explica.

Dos ciclistas pedalean por Madrid Río ante la nueva torre de Legazpi.
Dos ciclistas pedalean por Madrid Río ante la nueva torre de Legazpi.KIKE PARA

El arquitecto del proyecto, Julio Touza, se defiende: “Había que hacer un edificio en altura porque el plan de la zona obligaba a que en esa parcela hubiera un elemento iconográfico, un elemento singular, que devolviera Legazpi a un primer plano de la arquitectura madrileña. Por eso buscamos una torre que fuera como enamorándose del río y de la ciudad, de tal manera que es un edificio alto, pero a la vez un reclamo arquitectónico que ha puesto en valor el barrio, sin ningún artificio estúpido”, cuenta. Para Touza, "un icono es una referencia singular y distinta, que no tiene que ser estridente, es más, puede ser casi silenciosa. Esto está a caballo entre el silencio de algo que pretende no enfrentarse a la arquitectura de al lado, sino respetarla, y la iconografía más atrevida". Por eso, aventura que su torre "va a ser icónica pero sin estridencias" porque "la arquitectura puede y debe ser espectacular, pero no convertirse en un espectáculo".

El arquitecto del rascacielos señala que, cuando pasea por el río para ver la construcción del inmueble, suele encontrarse a muchas familias haciendo fotos de la torre. “Están encantados de que el barrio se convierta en una zona donde también puede haber viviendas de lujo, de que aquí también puede haber arquitectura singular”, añade.

José María Ezquiaga, decano del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), coincide en valorar este último aspecto: “Me parece positivo que haya viviendas de alto precio en el Manzanares, igual que veo positivo que se hagan viviendas sociales en el norte para reequilibrar la ciudad”. En cambio, para Pérez Quintana, de la FRAVM, “esto no tiene nada que ver con reequilibrar la ciudad. Eso se hace potenciando la actividad económica en el sur y en el este y haciendo vivienda protegida en el norte”.

En cualquier caso, el decano del COAM señala que cuando se construyen torres con valor icónico “hay que tener mucho cuidado”: “Es muy importante hacer un estudio visual y paisajístico muy detallado de lo que van a suponer los edificios en su entorno. Tenemos los ejemplos de la torre del Retiro, de Luis Gutiérrez Soto, y de la Torre de Valencia, de Javier Carvajal. La primera no ha tenido ningún problema, pero la torre de Valencia resultó frustrante porque terminó descubriéndose cuando ya estaba construida que se convertía en la peineta de la Puerta de Alcalá”, señala Ezquiaga.

En su opinión, “con la nueva torre de Legazpi no parece que vaya a producirse un problema grave en el sentido visual, pero es muy importante acreditar que se acierta haciendo todo tipo de perspectivas para saber cómo se va a ver desde el mercado, cómo se va a ver desde el Manzanares, desde la zona de Antonio López”. En su opinión, la torre de Julio Touza “no va a competir con ningún otro elemento valioso, no tiene un impacto negativo, pero no cabe duda de que la mejor demostración es realizar toda la secuencia completa de infografías posibles”, concluye.

El arquitecto: “El edificio coge el río y lo pone de pie”

Julio Touza, de Touza Arquitectos, explica cuál es la idea tras la torre Riverside Homes: “Lo que hemos hecho es coger el río y ponerlo de pie. Ese río puesto de pie rodeado de plantas que caen es el edificio, como si le pusiéramos un espejo al Manzanares”.

Touza señala que el diseño hace una concesión al romanticismo, porque “es importante que la arquitectura tenga sentimiento”, por eso ha ideado una gran terraza de acceso común a todos los vecinos con un jardín y un telescopio, “para que desde ahí los vecinos del edificio o quienes los visiten puedan ver el río Manzanares y toda la zona sur”. Arriba hay otro telescopio, el mirador de las estrellas, desde donde se verá el cielo de Madrid. Para Touza, la torre “es icónica porque es distinta, porque será muy elegante, porque se verá desde muchos sitios, porque está en medio de arquitecturas más bajas y porque es respetuosa con el medioambiente, está llena de plantas y de jardines que cuelgan, y es un edificio sostenible que introduce algunos elementos de vanguardia constructiva".

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad -es un apasionado de la bicicleta-, consumo y urbanismo. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha ganado los premios Pobre el que no cambia su mirada y Semana Española de la Movilidad Sostenible. Ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’.

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