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¿Me envuelve la tortilla de patatas para regalo?

La tienda 'Memories of Madrid' vende en la Plaza Mayor uno de los platos más reconocidos de la gastronomía española de una forma nunca vista: enlatado

Guillermo y Patricia, en el establecimiento 'Memories of Madrid', en la plaza Mayor.
Guillermo y Patricia, en el establecimiento 'Memories of Madrid', en la plaza Mayor. JULIÁN ROJAS

“Son cintas de películas antiguas, ¿no?”, pregunta Carmen Pérez mientras pasa al lado de la tienda Memories of Madrid, situada en los soportales de la Plaza Mayor. Atraída por el colorido de las latas que llenan el establecimiento, se decide a entrar junto con su marido, Juan Pérez, que exclama: “¡Pero si son tortillas de patatas! Si no lo veo no lo creo”. Desde octubre, el número 24 de la plaza- uno de los lugares más turísticos de la capital- sorprende a españoles y extranjeros con la venta de tortillas de patatas enlatadas.

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A pesar de que en un primer momento el negocio estaba enfocado como un producto para clientes extranjeros, sus dueños indican que la mayor parte de ventas corresponde por el momento a clientes nacionales, madrileños o de otras regiones. “Es algo que nos ha sorprendido. La compran para cumpleaños, amigos invisibles... Por ejemplo, ahora con la llegada de la Navidad se está vendiendo mucho para regalar entre los madrileños”, indica Patricia Álvarez, cofundadora del negocio. Son latas redondas pequeñas, de unos 12 centímetros de diámetro, y personalizables, con distinta serigrafías temáticas por año, de 1939 a 2018, por lo que algunos clientes eligen fechas relacionadas con el año de nacimiento.

“Somos los primeros que entendemos que la gente se sorprenda. Nos parece incluso normal que no todo el mundo lo acepte, porque es algo que no han visto. Hasta que la pruebas y ves que esta buena de verdad”, afirma Álvarez.  Esta vitoriana de 26 años y su socio, el burgalés de 29 años Guillermo Pérez, han dado una vuelta de tuerca a uno de los productos gastronómicos más populares más convirtiendo la tortilla de patata en un souvenir de nueve euros.

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“Siempre que vas fuera encuentras que te puedes llevar un plato típico. Y aquí no había nada, aparte del jamón. Le dimos vueltas y se nos ocurrió esto”, cuenta Álvarez, que estudió Recursos Humanos y Relaciones Laborales. Ambos montaron juntos hace tres años un negocio de alquiler de apartamentos de corta estancia en Madrid y con el capital generado y pidiendo financiación han creado el negocio Memories of Madrid.

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“Nosotros le hemos comprado una lata a cada uno de nuestros tres hijos. Es un detalle para cuando vengan a vernos, aunque no sabemos cuando será porque viven lejos”, cuentan Luis Ruiz y Yolanda Herrador en la puerta del establecimiento. No se tendrán que preocupar por la fecha, porque la caducidad de estas tortillas es de cinco años. “Son 100 por 100 naturales. Solo llevan patata, cebolla, huevo, sal, y por supuesto el aceite de oliva, que es lo que las protege y permite que aguanten tanto tiempo con el mismo sabor”, señala Álvarez.

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Tortilla sin cebolla

Las más de 3.000 latas que alberga la tienda no escapan de uno de los debates más antiguos de la historia de la humanidad: la tortilla, ¿Con o sin cebolla? Para algunos de los que se acercan, que todas lleven es un problema. “Yo no lo compro porque tiene cebolla, y para mí la tortilla no lleva. Es algo rarísimo, pero si la tuvieran sin cebolla, la compraría. Para quien le guste será una buena idea”, dice Lola Carrasco, una cordobesa que está pasando unos días de vacaciones por Madrid. “Sabemos que hay mucha gente que no le gusta, pero el motivo por el que lleva es por un tema de jugosidad. Está pensado para que la tortilla se conserve bien”, asegura la propietaria.

El escaparate de la tienda llama la atención por el colorido empaquetado. Todas las latas están serigrafiadas con un año -desde 1939 hasta el 2018- y cada fecha reseña un evento y varios personajes que nacieron por aquel entonces. "He entrado pensando en regalárselo a una sobrina, pero dentro me he dado cuenta de que no recuerdo el año en que nació. Preguntaré y volveré cuando esté seguro”, afirma Joaquín Muñoz. Según la fundadora del negocio, es un problema que suele darse bastante a menudo, pero no el único: “Estos días nos van a llegar más años, hasta el 1939, porque han venido bastantes personas de más de 80 años y hasta ahora no teníamos su año”, cuenta  Álvarez, que comenta que están en negociaciones para abrir una segunda tienda en el aeropuerto. Y, en el futuro, además de planear ediciones especiales de tortillas con latas temáticas, añade: "Quizás nos decidamos a hacer alguna sin cebolla".

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