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Madrid vigila 500.000 árboles para evitar accidentes

El Ayuntamiento pone en marcha Server, un programa de control y de respuesta urgente para el arbolado que supone un riesgo potencial

Gloria Rodríguez-Pina
Un podador corta una rama de un olmo del parque Tierno Galván de Madrid.
Un podador corta una rama de un olmo del parque Tierno Galván de Madrid.KIKE PARA

En Madrid hay más de dos millones de árboles. Uno de cada cuatro está maduro, viejo o decrépito y presenta un riesgo potencial para la población. Para vigilar esos 545.000 árboles de forma sistemática el Ayuntamiento ha puesto en marcha un programa de inspecciones que ya está funcionando y que trabajará 24 horas al día para responder a las llamadas de emergencia.

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Los cambios en las condiciones climatológicas y el entorno urbano son poco favorables para el arbolado de la ciudad, como ha explicado la concejala de Medio Ambiente, Inés Sabanés, en un acto el parque Enrique Tierno Galván de Madrid. El Consistorio quiere tener un conocimiento exhaustivo sobre su situación para mejorar la prevención del riesgo que supone la caída de ramas o de ejemplares enteros. “El riesgo cero no existe”, ha advertido Sabanés, que describe el programa como "pionero".

El Servicio de Evaluación y Revisión Verde (Server) -que ya adelantó el gobierno municipal en diciembre de 2017- tiene un presupuesto de 30,6 millones de euros para cuatro años, con posible prórroga de dos años. En los tres primeros, 21 inspectores controlarán de forma sistemática y continúa cada uno de los árboles maduros y decrépitos que tiene catalogado el Ayuntamiento. Cuando se observe peligrosidad, se actuará de forma urgente. El servicio complementa a las tareas de mantenimiento e inspección de las empresas encargadas de la conservación de las zonas verdes de Madrid.

Un equipo de 136 podadores especializados que trabajará por turnos las 24 horas responderá también a las llamadas de emergencia y de aviso que llegan a través del 112, el 092 o el 010. Los bomberos y equipos de emergencia actuarán inmediatamente para eliminar la situación de peligro inmediato y los expertos se encargarán de estudiar el ejemplar y proceder a su saneado. Harán además un barrido de todo el arbolado que lo rodee.

En marzo un niño murió después de que le cayese un árbol en el parque del Retiro. Fue la cuarta víctima mortal por este tipo de accidente en menos de cuatro años.

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Mapas de riesgo

En la presentación del programa este martes los especialistas del Ayuntamiento han hecho una demostración de los análisis instrumentales que se harán antes de tomar decisiones con cada árbol.

Un resistógrafo analiza, introduciendo una varilla muy fina en el tronco del árbol, el estado de la madera, para detectar si hay alguna pudrición interna o algún hueco que no es visible desde fuera. Un tomógrafo hará después una radiografía del interior, con un sistema similar al que se utiliza en medicina. Por último, comprobarán las raíces con un aparato llamado tree radar.

Toda la información obtenida se ingresará en una nueva base de datos que, con tecnología de machine learning, produce mapas de riesgo y detecta patrones para anticipar incidencias en caso de condiciones meteorológicas adversas. El sistema tiene en cuenta las especies y su crecimiento natural, e irá actualizando el inventorio municipal de árboles a vigilar cuando considere que están maduros.

Los restos verdes después de cada actuación son astillados in situ con una trituradora móvil y conducidos al centro municipal de Miras Calientes para producir compost.

Cómo detectar un árbol peligroso

Más allá de las ramas rotas, no es evidente para el ojo inexperto detectar un árbol que supone un riesgo. Depende además del tipo de árbol. Cada uno envejece a su ritmo, pero llega un momento en que como todo ser vivo, después de alcanzar la madurez, comienza su decrepitud. Si hay algún hueco en el tronco o este exhuda alguna sustancia, puede ser síntoma de algún problema, aunque de nuevo, cada especie es diferente.

Los plátanos, muy presentes en la ciudad, son robustos y no se caen habitualmente. A no ser que tengan termitas. En ese caso, es buena idea llamar al 010 para avisar y que pasen a revisarlo.

Los olmos también son numerosos en Madrid y son más frágiles. Sus ramas crecen erguidas. Cuando se sobrecargan, sin embargo, caen en posición horizontal. El sobrepeso genera riesgo de rotura, por eso una rama que no crezca hacia arriba debe ser estudiada y con mucha probabilidad, podada.

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