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El arte de la guerra inspira al Grec

El Teatro de los Sentidos y Tang Shu-wing Theatre Studio se basan en el libro de estrategia militar de Sunzi en un espectáculo

Una escena de 'Our Death Wont’t Hurt Anybod – Part 1’.
Una escena de 'Our Death Wont’t Hurt Anybod – Part 1’.Pau Escoda

“Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; siempre saldrás victorioso”. Las palabras que escribió Sunzi en el antiguo libro chino El arte de la guerra van más allá de los siglos y de la estrategia militar para inspirar uno de los estrenos mundiales del Festival Grec. El CCCB acoge hasta hoy  Our Death Wont’t Hurt Anybod – Part 1, una producción de la compañía barcelonesa Teatro de los Sentidos y Tang Shu-wing Theatre Studio de Hong Kong que trata sobre el conflicto en diferentes estadios: a nivel interno, en las relaciones personales y en las actuales crisis mundiales y bélicas provocadas por el miedo, la desconfianza y la desinformación.

El punto de encuentro entre los directores de ambas compañías, Tang Shu-wing y Enrique Vargas, es el texto bélico, aunque el objetivo del espectáculo “no es ilustrar sus principios”, más bien “los aspectos filosóficos y de conocimiento del alma humana que contiene”, ha subrayado Shu-wing, que también busca dar respuesta a “cómo se pueden integrar, desde el arte, las diferencias en los conflictos políticos que se generan”.

Vargas ve en el director japonés a su “hermano filosófico” y a su colaboración con él como “un recordatorio reconfortante que nos indica que, una vez liberados de las diferencias culturales, políticas y sociales, somos muy parecidos”. Pero los paralelismos no acaban aquí, y apunta a una “complicidad extraña entre Hong Kong y Barcelona marcada por la situación política”.

De esta peculiar unión surge un teatro físico y de los sentidos, antropológico y dramático, europeo y asiático: “Lo que esperamos es que tanto el público como los actores puedan compartir una experiencia que va desde la mente a la piel y al alma”, expresa Shu-Wing. 

Definida como una rara avis del Grec, la obra, de cuatro horas, es multidisciplinar y combina la interpretación con la danza, la música o la imagen visual. La proyección sobre un cubo del retrato de Hitler, Stalin o Franco se combina con las actuaciones erráticas de los intérpretes, que se arrastran por el escenario cual culebras o hacen subir al público para que los desnuden hasta quedarse en paños menores. “La obra no tiene una narrativa continuada, no hay coherencia dramática, lo que hay es el encuentro de lenguajes y la interacción con el público”, avisa Shu-Wing.

El título está extraído de una frase de la novela de Mercè Rodoreda La Plaça del Diamant’: “Nuestra muerte no dañará a nadie por qué no quedará nadie que nos quiera”. Aunque solo han cogido la primera parte “porque era un poquito larga”, explica el director japonés, demostrando su interés por la cultura catalana.

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Es la primera vez que el Teatro de los Sentidos colabora, en sus 30 años de historia, con otra compañía para crear una obra nueva: “Lo que nos une a los artistas de Hong Kong y a nosotros es el interés en crear alma”, ha señalado Vargas. No es el formato al que tiene acostumbrado el Teatro de los Sentidos, por lo que la obra será “una sorpresa”. 

En 2019 la obra vuelve a Japón para continuar su desarrollo en las nuevas instalaciones del West Kowloon Cultural District de Hong Kong, entidad que produce el espectáculo junto al Grec.

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