El último número del Circo Mundial
Las próximas funciones de la compañía servirán para pagar parte de los atrasos a los artistas y técnicos
Los amantes del espectáculo circense con animales tienen una nueva oportunidad con el Circo Mundial, afincado en estos momentos en Torrejón de Ardoz. Tras varias semanas con las funciones suspendidas por los impagos a los trabajadores, las fieras volverán a rugir bajo las carpas. La gerencia y el equipo artístico y técnico, formado por unas sesenta personas, llegaron el pasado 12 de enero a un acuerdo por el que los trabajadores percibirán todo el dinero que se recaude en las funciones del 19, 20, 21, 26, 27 y 28 de enero.
Los próximos espectáculos tienen como oferta especial una entrada para adulto de 10 euros si va acompañado de un niño, que podrá entrar a ver el espectáculo gratis. Las funciones se harán a las 18.30 los viernes, a las 17.00 y 19.15 los sábados y a las 12.00 y 17.00 los domingos. En los carteles publicitarios se aclara que se trata de “galas a beneficio de los artistas del Gran Circo Mundial”.
De este modo, la empresa espera cancelar la deuda restante que tiene con el personal del circo, que según afirma está cerca de los 50.000 euros.
El Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, a quien pertenece el recinto ferial en el que se asienta el Circo Mundial, confirma el acuerdo a la que las dos partes han llegado. El pasado 5 de enero, el propio Consistorio mandó un decreto de alcaldía a la empresa, en el que se cancelaba la autorización que había acordado con el Circo Mundial para el uso del recinto ferial. El documento daba 10 días de plazo para desmontar el recinto, hasta el 15 de enero.
Cuando el Circo Mundial se presentó ese mismo día en el Ayuntamiento con el acuerdo, este concedió al circo una moratoria para que pueda seguir instalado en el recinto ferial durante dos semanas más.
El portavoz de los trabajadores y presentador del Circo Mundial, José Carrasco Paredes, se muestra satisfecho con el acuerdo aunque duda de que pueda recuperarse la deuda. Afirma que el pasado viernes 12 de enero el gerente del Circo Mundial, José María González Villa, abonó el 50% de la deuda total, que ascendía entonces a unos 90.000 euros, aunque dice que la distribución de ese pago no ha sido equitativa. “La mayoría ha cobrado la mitad de lo que se le debía, pero algunos han recibido una cantidad menor o aún siguen sin cobrar”, explica el vocal.
También resalta que varios ayudantes de pista, en su mayoría de nacionalidad rumana, se han marchado en cuanto han recibido una parte de lo que se les debía, entre 500 y 1.000 euros, dependiendo de los casos. “Algunos se han vuelto a Rumania; otros, simplemente se han cansado de esperar”, explica Carrasco. Los trabajadores cuentan que algunos no han podido esperar hasta ahora y tuvieron que regresar a sus países sin cobrar hace semanas.
Este periódico ha intentado ponerse en contacto con José María González Villa, gerente del Circo Mundial, para conocer su versión sobre el acuerdo al que han llegado con los trabajadores del circo, pero no ha sido posible.
Las funciones del Circo Mundial estaban suspendidas desde el 30 de diciembre de 2017, cuando los trabajadores se negaron a comenzar un espectáculo después de que la gerencia no cumpliera con los pagos pactados para ese día. Se trataba de la segunda vez que anulaban una función.
“La primera vez acordamos que traería el 20% de lo que nos debe, pero en su lugar vino una abogada y sin el dinero. Nos aseguró que a finales de mes traería la mitad, pero solo trajo un 20%”, explica el portavoz.
Algunos artistas afirman que llevaban acumulando retrasos en los pagos desde hacía dos años. Una de las familias afectadas, que no ha querido identificarse por temor a que otros circos no la contraten en el futuro, afirma que la empresa les debía unos 17.500 euros.
“No es que no nos pagasen nada, pero si trabajábamos cinco días a tres funciones diarias, solo nos pagaban dos días, por ejemplo”, señala uno de sus miembros.
Los ánimos han estado muy crispados en el recinto del circo, y los trabajadores afirman que muchos de ellos sufrían trastornos del sueño y ansiedad por la falta de dinero.
“Estoy en tratamiento con pastillas desde hace semanas. A este paso me habrían quitado el piso. Esto no se podía aguantar”, señala la cocinera del circo. Explica que a ella y a su marido, que también trabaja en la empresa, les debían unos 6.000 euros.
