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Colau cuestiona la continuidad del Palo Alto Market

Las bases para la nueva concesión ponen fecha de caducidad al estudio de Mariscal

Alfonso L. Congostrina
Imagen de archivo del Palo Alto Market.
Imagen de archivo del Palo Alto Market.ALBERT GARCIA

Barcelona recuperará en abril la gestión del antiguo recinto industrial de Palo Alto, en el Poblenou, actualmente ocupado por una veintena de empresas vinculadas, sobre todo, a la industria de la creación y el diseño. El equipo de gobierno de Ada Colau ha marcado las bases que deberá seguir la entidad, fundación, empresa o asociación que se haga cargo de la nueva concesión a partir de entonces y durante 20 años. Unas directrices que ponen fin al estudio del inquilino más ilustre del recinto, Javier Mariscal. El diseñador se instaló allí en 1989 y es, sin duda, el responsable del renombre que ha adquirido el recinto.

A partir de abril, los inquilinos sólo podrán asentarse en Palo Alto un máximo de cinco años, prorrogables dos años y medio más. Después, deberán abandonar la instalación. El equipo de Bcomú también pone en cuestión iniciativas como el Palo Alto Market que organizan mensualmente los actuales concesionarios. Un mercado en el recinto de titularidad municipal y que desde el equipo de gobierno se cuestiona ya que obligan a pagar una entrada para acceder al recinto.

Palo Alto data de 1875. Tras cambiar varias veces de titularidad, en la década de 1980 acogió la instalación de talleres de diseño. En 1994 el Ayuntamiento lo expropió y en diciembre de 1997 dio una concesión administrativa del espacio (por algo más de 20 años) a la Fundación Privada Centro de Producción Artística y Cultural Palo Alto.

Marc Andreu, consejero técnico de BComú en el distrito de Sant Martí, aseguró ayer que el equipo de gobierno ya se había marcado en 2015 el objetivo de repensar Palo Alto. “Queremos conservar el corazón de lo que ha significado. Aún así, es un equipamiento público y debe ser más abierto. No es lógico que en este espacio tengan la sede multinacional de la moda o despachos de abogados de reconocido prestigio”, lamentaba Andreu.

A la nueva concesionaria se le obligará a consolidar Palo Alto como centro cultural de la “creación y el diseño”.

Residencia

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De los 7.631 metros cuadrados edificados, el Consistorio ha decidido excluir de la concesión un edificio de planta baja más tres plantas cuya fachada da a la calle Ferrers. Según el gerente de Sant Martí, Josep García i Puga esta nave —que representa el 25% del total del recinto— se utilizará para albergar “personas vulnerables” en especial mujeres víctimas de violencia de género o personas sin hogar. Tendrán una residencia y un espacio de trabajo donde poder desarrollar el nacimiento de un negocio creativo (“del tipo carpintería”) que pueda tener continuidad fuera de Palo Alto.

Los nuevos concesionarios tendrán la obligación de destinar el 30% del recinto a la instalación de proyectos “tractores”. Es aquí donde tiene cabida estudios como el de Mariscal y otros que son los que dan “reconocimiento” a la instalación. El 15% será un vivero de empresas de diseño y cultura. La diferencia entre unos y otros es que los proyectos “tractores” podrán permanecer en Palo Alto un máximo de cinco años prorrogables dos años y medio más siempre y cuando cuenten con un informe positivo de una junta encargada de valorar los proyectos. En cambio, el vivero está destinado a nuevos creadores a los que se facilitará un alquiler “blando” y se les permitirá permanecer en el recinto tres años, y si la misma junta lo permite, se ampliarán dos años más.

Con estas normas, el futuro de Mariscal, y de otras empresas, en el recinto será como máximo de siete años y medio más y “muy excepcionalmente” si se acredita que los estudios “tractores” realizan trabajos que ayudan a crecer a los proyectos del “vivero” se les ampliará dos años y medio más. El resto del recinto se destinará a los servicios auxiliares como la cantina u oficina del propio concesionario (15%) y otro 15% a proyectos comunitarios y asociativos de arte y cultura de Poblenou.

Los actuales inquilinos y la fundación que gestionará hasta abril el recinto fueron informados la noche de ayer de las nuevas directrices de la concesión y todavía estaban valorándola.

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