Una explosión mata al delincuente ‘El Gordo’
El supuesto autor de los atentados contra el burdel Paradise, en 2012, fallece en su aparcamiento al estallar un artefacto en su vehículo
“¡No, joder!”, se oyó gritar veinte minutos antes de mediodía, en la avenida de Santiago de Rusiñol i Prats, en Viladecans (Barcelona). Le siguió una fuerte explosión y una intensa humareda. Los Mossos sospechan que la persona que chilló es Xavier J. P, de 45 años, alias el Gordo, con un abultado historial delictivo. El más conocido es de 2013, cuando los Mossos le detuvieron acusado de liderar la banda que intentó hundir el macroburdel Paradise con una oleada de atentados con explosivos. Murió en su aparcamiento, cuando iba a coger su vehículo, que contenía un artefacto explosivo. El cuerpo estaba en muy mal estado y todavía falta identificarle por completo.
El primer aviso a los Bomberos llegó a las 11.38. Había fuego en un aparcamiento de dos plantas, con medio centenar de vehículos en cada una de ellas. Casi una hora más tarde, cuando finalmente el humo les permitió ver algo, hallaron un cadáver, muy cerca de un coche. Algunas fuentes aseguran que estaba debajo del vehículo. Otras, contemplan que se desplazase por la propia acción de los Bomberos al intentar extinguir las llamas. En todo caso, los Mossos no descartan que la víctima, sabiéndose en el punto de mira, inspeccionase los bajos de su coche y que en ese momento explotase el artefacto, que ha destrozado los bajos del coche por la zona de los pies del asiento trasero del conductor, según fuentes policiales.
Los Mossos investigan ahora los motivos detrás de la muerte. Una de las hipótesis es que la víctima, relacionada con asaltos a narcos, pagase algún tipo de ajuste de cuentas pendiente. Y es que en el historial delictivo del Gordo es extenso, antiguo, y con todos los cuerpos policiales. Una de sus primeras detenciones es con 23 años, por un delito contra la salud pública y atentado a la autoridad. A partir de ahí, encadena amenazas, estafas, detención ilegal, resistencia y desobediencia a la autoridad, lesiones, robos con violencia e intimidación… Y también tenencia de munición y explosivos, ya en 2007, antes de los atentados del Paradise.
El Gordo estaba pendiente del juicio por los atentados del Paradise, conocido como el burdel más grande de Europa, ubicado en La Jonquera (Girona). El más espectacular fue un día antes de Nochebuena de 2012. Dos hombres vestidos de negro, con pasamontañas, chaleco antibalas y subfusiles llegaron a las 19.45 al aparcamiento del burdel conduciendo un Opel Corsa blanco. Se bajaron, fueron al vigilante y le dijeron que desalojase el local, que el coche iba a estallar. Estaba cargado con TNT y dos bombonas de butano. Corrieron hasta un Porsche Cayenne negro que les esperaba, mal aparcado, con dos hombres en su interior, y huyeron. Por suerte, el artefacto falló.
Entonces les pillaron por la botella de un producto inflamable que dejaron tirada al lado del Cayenne, que quemaron tras su huida en un descampado. Los Mossos encontraron con el número de referencia el lugar donde se compró y en las imágenes salía Xavier J. P. Él y los otros seis detenidos han negado que estuviesen relacionados con los atentados. Los Mossos siempre creyeron que detuvieron a los autores materiales de los ataques, pero sospecharon que habían actuado por encargo. Nunca lograron confirmar por orden de quién, aunque todo apuntaba a la competencia directa del Paradise.
A última hora de ayer, tenían un nuevo interrogante sobre la mesa: ¿quién ha matado al Gordo? Una de las posibilidades es que esté relacionado con el tráfico de drogas. Antes del Paradise, los Mossos le investigaron por su implicación en un tiroteo en Lloret de Mar, en el que resultó herido Gabriele Biondo,un hombre con vínculos con la mafia, y su hijo de tres años. El Gordo estaba metido en todo tipo de negocios ilegales, según fuentes policiales. Los Mossos no descartan nada. Ni siquiera que pudiese estar vinculado con los atentados del Paradise. O incluso que él portase el explosivo. El juzgado de instrucción 3 de Gavà ha asumido el caso por muerte violenta.
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