“Al destapar abusos sexuales en la infancia prevenimos nuevos casos a futuro”
La teóloga María Martínez-Sagrera, habla de su nuevo libro "Infancias rotas" de la Editorial Mensajero

La autora de la novela Infancias rotas pretende dar las claves para enfrentar un problema social rodeado de falsos mitos Es una interpelación directa a quienes ante la sospecha, o la certeza, dan la espalda al abuso sexual infantil. Un zarpazo que deja devastadores consecuencias entre sus víctimas pero que no termina de salir a la luz. Con la novela Infancias rotas (editorial Mensajero) la filóloga y teóloga María Martínez- Sagrera (Córdoba, 1969) echa mano de la ficción para romper esos tabúes y poner de frente al lector ante un problema que en absoluto es marginal. Según estudios que cita la autora afecta a una de cada cinco niñas.
Este martes impartirá una conferencia sobre el maltrato infantil en Bilbao, en el salón de actos de Arrupe Etxea a las 19:30 horas.
Pregunta: ¿Somos conscientes como sociedad de la dimensión de este problema?
Respuesta: En absoluto. Es un tema del que no queremos hablar porque es desagradable, pero nos interpela directamente. Es más fácil darle la espalda, vivir como si no existiera, pero hay que recordar que afecta al 20% de las niñas. Ése es el objetivo del libro, hablar del tema y que se conozca porque no es algo marginal. El paso previo para profundizar y hacerle frente es que exista un movimiento, y poco a poco está tomando forma, por ejemplo, a través de los medios de comunicación cuando se hacen eco estas noticias.
P: ¿Cuál es la principal dificultad en este sentido, las propias víctimas?
R: El primer problema es que existe una tolerancia cero en la sociedad. Al no tolerarse de ninguna manera, el abuso sexual se hace siempre a escondidas y se tiene mucho cuidado de que no salga a la luz. Tanto por parte del abusador, que se cuida mucho de que no se le descubra hasta por la propia familia que lo conoce pero opta por ocultarlo por miedo o por desconocimiento. Además, hay muchos falsos mitos que es necesario desmontar.
P: ¿Cómo cuáles?
R: Se cree que es algo excepcional, se oye que no es para tanto o que es cosa de niños, que de sufrirlo lo dirían o quienes están alrededor se darían cuenta…
P: También ocurre que quien debería proteger al niño es el que le construye esa prisión.
R: Así es, en el 85% de los casos el agresor es una persona de gran ascendencia del niño y en el 65% forma parte de su entorno intrafamiliar. Más allá del daño sexual en sí mismo, son preocupantes las secuelas que estos episodios dejan en el plano psicológico o afectivo. Se trata de niños que está aprendiendo de la vida y resulta que su primer contacto es a través del engaño, la amenaza, la fuerza o incluso, de la seducción para conseguir un placer sexual que es un mundo desconocido para él, incapaz de entenderlo. Es indudable que le va a dejar muy dañado.
P: La novela se sustenta en una investigación con diferentes agentes implicados, desde profesores, juristas o las propias víctimas y sus familias. ¿Extrae alguna conclusión compartida?
R: O se descubre y se ataja o es una lacra muy difícil de llevar para la sociedad. Hay que tener en cuenta que si un niño no es tratado adecuadamente, cuando sea adulto va a generar conductas antisociales. Se estima que hasta en un 25% de los casos el día de mañana será abusador. Además de ese factor está el derecho de los propios niños. Por tanto, son dos vertientes: la detección precoz para tratar al niño y el hecho de prevenir potenciales abusos, porque el abusador es reincidente.
P: Con todo, Infancias rotas es una novela de ficción.
R: Sabiendo que el abuso infantil es un problema que genera rechazo, he buscado en la literatura el gancho. La intriga se desvela desde el principio pero el desarrollo lleva al lector a preguntarse cómo ocurre, a quién puede pasarle… La novela ayuda a detectar indicadores, que además están basados todos en hechos reales, con el fin de que, si el lector los percibe en su día a día, le ayude a encauzarlo. En ese sentido el mensaje que quiero transmitir es de optimismo: todo tiene una solución y se puede buscar más allá de ti mismo. Espero que sirva a profesionales que trabajan en este ámbito para profundizar en ello.
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