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Colau y el Gobierno buscan mediar en la crisis de El Prat ante otra negociación fallida

La negociación para poner fin a la huelga de los trabajadores de los filtros de seguridad sigue estancada

Colas en el control de seguridad de la Terminal 1 de El Prat. Vídeo: recomendaciones de FACUA.Foto: atlas | Vídeo: Albert Garcia | ATLAS

Las negociaciones para ponerle punto final a la huelga de los trabajadores de los filtros de seguridad de El Prat siguen estancadas. Ni la tardía intervención de altos cargos del Gobierno central ni los llamamientos por parte de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, sirvieron este domingo para llevar a buen puerto la mediación laboral que realiza la Generalitat —que este domingo dijo sentir “vergüenza ajena”— y en la que Aena participa como observador. El ajuste salarial sigue siendo el principal escollo para llegar a un acuerdo. Mañana lunes habrá otra jornada de huelga. 

Tras el fracaso de las conversaciones del viernes y las colas de hasta una hora y media para pasar los arcos de seguridad, el Gobierno central decidió a última hora del sábado aumentar su implicación institucional en el conflicto. Para ello envió a Barcelona al secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, y al presidente de Aena, José Manuel Vargas, para escenificar su compromiso y salir al paso de las críticas por parte de la Generalitat y el Consistorio barcelonés por haber esperado hasta último momento para involucrarse. Aena y Fomento no participaron en la mediación, pero sí en el comité de crisis.

Gómez Pomar aseguró que Aena “se ha involucrado y se ha apoyado en todo lo posible” para arreglar en conflicto. Pero su tono no fue especialmente conciliador. Acusó a los trabajadores de hacer “una utilización torticera de su capacidad de generar colas”, aludiendo a las huelgas de celo que han tenido que sufrir los viajeros a pesar de que no había huelga convocada. Los trabajadores siempre habían asegurado que trabajaban de acuerdo a los tiempos establecidos, pero unas conversaciones del comité de empresa mostraron que se trataba de una estrategia de presión.

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Aena solo se involucró oficialmente en las conversaciones el día de la huelga, argumentando que se trataba de un conflicto laboral de Eulen en el que no podía mediar. El secretario de Estado pidió tanto a la empresa como a los trabajadores “razonabilidad” para llegar a un acuerdo y evitar así un caos mayor en plena operación salida. Los trabajadores tienen programados otro parón parcial este lunes y los próximos viernes y domingo. A partir del día 14, han convocado una huelga indefinida. En la jornada de este domingo los paros parciales provocaron colas de hasta hora y media para pasar los filtros de seguridad. Miles de viajeros se presentaron con horas de antelación al aeropuerto pero se encontraron con que no podían facturar el equipaje tan pronto.

De momento la retribución económica es el mayor escollo en la negociación. Las dos partes estuvieron más de ocho horas negociando con el equipo de mediadores laborales de la Generalitat sin lograr llegar a un acuerdo. La plantilla, que cobra de promedio unos 1.000 euros brutos, pide un aumento del 30%, algo que Eulen considera inaceptable. Pomar dijo que la empresa “está haciendo un esfuerzo y va a poner sobre la mesa todo lo que es posible para alcanzar un acuerdo”.

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Esta mañana, y aunque desde el Ayuntamiento de Barcelona ya se había pedido que Aena mediara, Ada Colau rompió el silencio que había mantenido durante toda la semana y en un tuit pidió a Eulen y a Aena “un máximo esfuerzo”. Por la tarde, en una convocatoria anunciada a última hora, Colau visitó la fiesta de la comunidad ecuatoriana por su día nacional y atendió a los medios. Afirmó que “en pleno agosto es inadmisible” la situación que vive el aeropuerto. “El responsable directo es el Estado y en concreto el Ministerio de Fomento, muchas veces hemos pedido participar desde la proximidad en la gestión de esta infraestructura. Si tiene la competencia exclusiva tiene la responsabilidad exclusiva”, afirmó, y lamentó la afectación internacional que pueda tener la crisis del aeropuerto por la imagen de la ciudad.

“Dar la cara”

Colau rechazó el argumento de Aena y el ministerio de que es un conflicto entre una empresa y unos trabajadores. “Si decidieron externalizar los controles es responsabilidad del ministerio y tiene que dar la cara”, afirmó, y aún así se ofreció “para participar en la solución, aunque no participemos en la gestión”, e instó a convocar una comisión de seguimiento por parte de las administraciones. Desde la Generalitat, el portavoz del Gobierno, Jordi Turull, reveló que el Ejecutivo escribirá “a los consulados y embajadas con ciudadanos afectados para explicarles cómo ha ido todo, que nos saben muy mal las incomodidades sufridas”. Turull precisó que explicarán “la verdad, que esta es una competencia del Estado y que han estado mirando hacia otro lado, desaparecidos, hasta que la situación se ha hecho insostenible, mientras la Generalitat intentaba mediar”. El portavoz aseguró que el Ejecutivo “siente vergüenza ajena, porque esto afecta a la imagen de nuestro país, que está siendo perjudicada por la gestión del Estado”. Recordó, como Colau, que en reiteradas ocasiones la Generalitat ha pedido gestionar el aeropuerto.

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