Barcelona negocia con el Estado los fondos de capitalidad en cultura

Barcelona quiere recuperar los fondos que percibía anualmente de la administración central en concepto de capitalidad cultural. Se trata de unos recursos, del orden de entre 15 y 20 millones de euros anuales, que la ciudad ganó con la aprobación de la Carta Municipal de Barcelona que reconocía que ejercía como capital cultural en el área metropolitana y que, como tal, requería de una aportación económica similar a la que recibe Madrid. “Esos fondos se dejaron de percibir hace unos años, desde la administración de Xavier Trias en el consistorio, y ahora hemos vuelto a plantear la cuestión con los actuales responsables de Cultura aunque sin poner ninguna cifra sobre la mesa”, ha explicado el segundo teniente de alcalde, Jaume Collboni, en la presentación de los presupuestos de cultura para este año.

Los gastos de capitalidad cultural, así como los de infraestructuras de transporte, pretendían reconocer el peso de Barcelona que va más allá de su territorio estricto y abarca el área metropolitana. Y servían para compensar, en cierto modo, las aportaciones que la ciudad hace a equipamientos que no son de titularidad municipal pero que son claves para la ciudad y toda su área, desde el Liceo al MNAC, por poner dos ejemplos. “Confiamos en que las negociaciones lleguen a buen puerto”, ha resumido Collboni que ha explicado el detalle de los números del área que dirige para 2017.

Barcelona destinará 132 millones de euros del total del presupuesto municipal – unos 2.640 millones- a gastos e inversiones culturales. Representa un 5% del total, un esfuerzo notablemente mayor que el que dedica la Generalitat al gasto cultural que no llega ni al 1%. “Dedicar un 5% a cultura nos sitúa en el mismo nivel de muchas capitales europeas aunque Barcelona no es capital”, añadía. Respecto a la inversión cultural del año pasado, los 132 millones de este año representan un incremento del 11%.

La mayor parte del presupuesto, unos 30 millones de euros, se dedicarán al mantenimiento y adecuación del patrimonio cultural. Al reequilibrio territorial de los equipamientos culturales por los barrios de la ciudad se destinarán 16,8 millones. Otros 16,2 millones servirán para la consolidación de sectores culturales de la ciudad, como el audiovisual y otro para el sector editorial que todavía se debe concretar. 11,7 millones serán la partida para consolidar programas de divulgación cultural de gestión directa, como el Grec, las diferentes semanas dedicadas a la literatura o el futuro festival de danza que quiere impulsar Barcelona. Y otra parte importante del pastel del gasto cultural se lo llevan los equipamientos culturales nacionales, como el Liceo o el MNAC, entidades e instituciones en las que el Ayuntamiento participa en sus consorcios.  A política de innovación e investigación, por ejemplo en el Canódromo, el consistorio dedicará cinco millones.

Números aparte, Collboni dijo que desde el consistorio se sigue reclamando a la Generalitat la gestión del 100% de la tasa turística “que nos va muy bien porque parte de ella sirve para financiar proyectos culturales como este año lo hará con el funcionamiento del Grec en agosto o la intervención de la capilla del Monasterio de Pedralbes”. El regidor de Cultura también reconoció que está a favor de fomentar la participación privada en entidades culturales: “hay mucho camino por recorrer”.