Las cámaras en comisaría avalan la condena a un ‘mosso’ por maltrato

El agente abofeteó a un detenido que estaba esposado en las dependencias de Mataró

Las cámaras de seguridad que el tripartito de izquierdas ordenó instalar en las comisarías de los Mossos d’Esquadra en 2008 ha ayudado a resolver denuncias falsas de detenidos y, también, malos tratos de los agentes. La última prueba de ello es el caso de Daniel M., un agente que ha sido condenado a seis meses de cárcel y dos años de inhabilitación por abofetear y humillar a un detenido en la sala de custodia. La sentencia ve probada la agresión gracias a las imágenes y sonidos captados por las cámaras.

La Audiencia de Barcelona ha condenado por un delito contra la integridad moral (tor...

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Las cámaras de seguridad que el tripartito de izquierdas ordenó instalar en las comisarías de los Mossos d’Esquadra en 2008 ha ayudado a resolver denuncias falsas de detenidos y, también, malos tratos de los agentes. La última prueba de ello es el caso de Daniel M., un agente que ha sido condenado a seis meses de cárcel y dos años de inhabilitación por abofetear y humillar a un detenido en la sala de custodia. La sentencia ve probada la agresión gracias a las imágenes y sonidos captados por las cámaras.

La Audiencia de Barcelona ha condenado por un delito contra la integridad moral (torturas) al agente, que “abusó de su cargo” al dar “un fuerte bofetón” a un detenido que estaba esposado y de rodillas. El hombre estaba apoyado a la pared, lo que según los magistrados es una acción “absolutamente gratuita y humillante”. El detenido no denunció los hechos y el caso fue destapado por la unidad de Asuntos Internos de la policía catalana.

Los hechos ocurrieron en enero de 2014. Los Mossos detuvieron a tres hombres como presuntos autores de un robo en un domicilio. Youssef K. era uno de ellos. En los dos vídeos del incidente aportados a la causa se aprecia, según el tribunal, cómo el detenido llora y los agentes le piden que se tranquilice. Ante los lamentos del detenido, el mosso, con “intención de humillarle”, le dijo: “Como no dejes de llorar y te calles, te voy a pegar”. Instantes después, le propinó una bofetada con la mano abierta en el lado derecho de la cara, entre la nuca y la oreja.

En el juicio, el agente defendió que no fue un golpe, sino un “toque de atención” con dos dedos para evitar que se autolesionara porque, según dijo, se estaba golpeando la cabeza contra la pared. Tras examinar las imágenes, sin embargo, los magistrados concluyeron que Youssef K. no se estaba autolesionando. Además, en el vídeo de la sala contigua (con audio) se escucha claramente el sonido de lo que parece una bofetada.

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