Ourense encargó las placas para las calles a una bodega de vino

El Ayuntamiento de Ourense, gobernado por el PSdeG, pagó entre 2010 y 2013, casi 45.000 euros a unas bodegas de vino de la Ribeira Sacra con un solo empleado, por placas de cerámica para rotular las calles y plazas más representativas de la ciudad. Los pagos a Bodegas Costoya, formalizados a través de cuatro facturas siempre iguales o inferiores al importe máximo permitido por la ley para realizar una entrega de bienes sin concurso o procedimiento negociado, fueron avalados con las firmas del entonces edil de Hacienda y actual alcalde, Agustín Fernández, y de los exconcejales de Servicios Generales Antonio Rodríguez Penín y José Carlos Martínez-Pedrayo. En esas facturas no figura la firma del jefe de servicio de las concejalías dirigidas por los ediles, aunque sí consta la rúbrica del director de comunicación, Luis Cid Congil, según explica el gobierno local, porque el proyecto consistía en “definir con un titular periodístico a los protagonistas del callejero y el papel del gabinete era supervisar dicho trabajo”.

 Memoria nas rúas fue presentado por el exregidor Francisco Rodríguez en una rueda de prensa con grandes imágenes de los rótulos en mayo de 2010, aunque desde el Ayuntamiento se aclara que “comenzó en 2009 y continuó con exposiciones, folletos pedagógicos y postal free divulgativas”. Dos meses después de aquella presentación y uno antes de que se emitiese una primera factura de 9.590 euros por 80 placas de cerámica firmada por el actual alcalde, el propietario de Bodegas Costoya amplió el objeto social de la empresa e incluyó entre sus actividades la “elaboración y comercialización de obras de arte”. Hasta entonces se dedicaba únicamente a actividades vitivinícolas.

Desde el Ayuntamiento se asegura que el titular de la empresa “primero como autónomo y luego en Bodegas Costoya, es proveedor de placas de cerámica ornamentales desde 2002, en mandatos de diverso signo político”. “El proyecto fue idea original y propuesta de este artista”, aclaran estas mismas fuentes. También el dueño de la bodega insiste en que el primer encargo para hacer las placas lo recibió del exalcalde popular Manuel Cabezas. Según consta en el registro de actividades empresariales, el dueño y administrador único de la empresa inició su actividad como autónomo en noviembre de 2005, mientras que las bodegas fueron constituidas como una sociedad limitada en 1996.

En noviembre de 2010, la bodega emitió una segunda factura de 11.649 euros por otras 97 placas con nombres de plazas y calles, avalada con la firma del edil Antonio Rodríguez Penín. Ambos pagos fueron formalizados en diciembre de aquel año con dinero procedente de una partida presupuestaria para rótulos denominada “racionalización de placas identificativas calle”. El siguiente pago se produjo en diciembre de 2012, tras encargar el Ayuntamiento otras 202 placas de cerámica y un marco de aluminio por un importe de 21.780 euros refrendado con la firma del exconcejal José Carlos Martínez-Pedrayo. En este caso, los fondos públicos no fueron extraídos de una partida específica para tal fin y se cargaron a otra de carácter genérico denominada “trabajos realizados por otras empresas”. El último pago registrado a Bodegas Costoya asciende a 1.815 euros, por un cuadro de cerámica, en julio de 2013.

Las facturas pagadas entre 2010 y 2013 a las bodegas ubicadas en el pequeño municipio de A Teixeira fueron avaladas por el interventor municipal, que se encarga de certificar la legalidad del procedimiento elegido y la existencia de fondos en el presupuesto que permitan afrontar los pagos. Fuentes del gobierno ourensano consultadas recuerdan que los rótulos son “piezas de cerámica únicas, realizadas a mano y con garantía de reposición de por vida”. Además aseveran que la iniciativa “ha gozado de una amplia aceptación popular, llegando el modelo a estar recogido como ejemplo en numerosas publicaciones e incluso en libros de texto”.